El peor ladrón de la historia: Es robado dos veces por otros dos ladrones distintos

Dice el dicho que el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón. Es un dicho católico, no intentéis entenderlo puesto que si vives para la eternidad, 100 años de perdón tampoco es tanto. Imagino que más vale eso que nada. Por ejemplo si nos encontramos un día por la calle a Rodrigo Rato y le robamos la cartera, entonces sí, entonces estamos perdonados de por vida. El caso que nos ocupa hoy es de dos ladrones que pretenden salvar su alma por 100 añitos robando a otro todo su botín. Vean y observen el momentazo porque esta noticia loca viene con vídeo incorporado:

Como se suele decir en fútbol: un buen ataque empieza por una buena defensa. Pues bien, este hombre dejó su defensa muy poco resguardada. Le dio por poner a Messi de central y le dejaron la parte de atrás como un bebedero de patos. Así pues, su coche (que también era robado) fue mangado con celeridad por el otro ladrón. Su cara debió de ser un poema al salir de la farmacia con su botín de medicinas y encontrarse con un hueco en vez de un auto. ¿A quién no le ha pasado que ha pensado alguna vez: «Si yo dejé el coche aquí»? Lo mismo, pero sin lapsus de memoria y con un espabilado cogiendo la autopista a toda velocidad.

Para más inri, mientras no cabía en sí mismo de la estupefacción y aún sin atreverse a decir: «¿Dónde está mi carro robado? ¿Donde estará mi carro? Donde quiera que esté mi carro es mío» otro ladrón apareció de la nada y le birló la bolsa como el que pasa por allí y dice: «Ya que estoy… ¡Me lo llevo!» Así que el ladrón pringao quedó compuesto y sin botín. Para que veáis hasta donde llega el nivel de delincuencia en Brasil. Supongo que en esos ambientes nadie tendrá nada realmente suyo. Igual que aquí con la antena del coche o las piezas de la Jog.

Por eso he nombrado a este ladrón el peor ladrón de la historia. Mejor que no intente robos más complejos como la joya de la corona inglesa ni intente caer a lo Tom Cruise porque seguro que usaría un hilo dental como cuerda de asalto. O peor aún. Crearía un plan infalible, conseguiría infiltrarse en el palacio, saltar todos los lásers del suelo como un experto ganador de Twister, sería capaz de abrir la caja de seguridad con cálculos mentales y al salir vendría un navajero que se lo quitaría todo en un abrir y cerrar de ojos. Hasta para esto hay clases.