Los lavabos públicos Part I: Los escritos

Hoy dirigiendome a clase después de llegar del tren, metro y demás transportes públicos, como por ejemplo mis pies (aunque en realidad es transporte privado e intransferible), llegué a los lavabos dispuesto a la parada típica antes de empezar la clase, echar un rio para no tener ciertas necesidades en mitad de clase.



Pero es que en el lavabo te puedes tirar un buen rato, y no por mear más o liberar a Willy durante un rato o porque te agrade el olor que desprende, ¡no!; sino porque te puedes pasar un buen rato leyendo las paredes y las puertas. Qué nivel de escritura, cuanta literatura perdida hay, cuanta poesia, como por ejemplo esta:

Cada vez que vayas al lavabo

Rezale a San Mariano:

San Mariano, san Mariano

que jamás tenga en el culo

lo que ahora tengo en la mano

Impresionante. Qué sensibilidad, que arte plasmado en cuatro baldosas mal puestas de color grisaceo triste. Qué desperdicio para la humanidad, ¡premio Nobel debería de ser! Pero no sólo de poesia vive el lavabo, también vive de tertulias políticas y futbolísticas, o las dos mezcladas, que suele darse mucho también.



Los fachillas matones, los anti-nazis, los de la revolución, los que pasan de todo, y al estar en Catalunya, hay muchos escritos sobre el «nacionalismo sí», «nacionalismo no». Que si «Catalunya per els catalans» de los fachillas catalanistas, luego una flecha a esta diciendo «Els catalans com tú no els volem, vosaltres feu mal al catalanisme» (Los catalanes como tú no los queremos, vosotros haceis daño al catalanismo) y luego otra flecha que continua la perfecta tertulia política en la que sale uno diciendo: «Los dos sois unos catalufos de mierda. Viva España» En fin, hay de todo como en botica.



También hay debates deportivos con los típicos Hala Madrid, Força Barça, «el próximo Barsa-Madrí os machacaremos», en fin, lo típico, gente que no solo se desahoga en el lavabo echando sus pestes por el culo, sino que también echa pestes por la boca cogiendo un boli, taquer o en su defecto su propia CENSORED (que asco solo de pensarlo) y deja su marca en la pared o la puerta del lavabo para que todo el que vaya allí se entretenga un rato. A mi personalmente me gustan los que escriben en pequeñito entre baldosas y ponen: «Si que te aburres que has mirado hasta aquí» Efectivamente, en un lavabo puedes llegar a aburrirte mucho.



Se me ha extendido el post demasiado, así que en unos días pondré la segunda parte, con los comportamientos que solemos tener en un lavabo público…