La gente está muy mal: Giovanna Plowman

«Intenta fuertemente llamar la atención enseñando las tetas, si no lo consigue se come un tampón»

Hay un término en internet que define muy claramente lo que es la chica de la que os voy a hablar hoy: camwhore. Como traducción literal podría ser «putilla de las cámaras», pero quiere decir algo más que eso. Una camwhore es alguien que está dispuesto a hacer multitud de tonterías delante de una webcam para llamar la atención de la parroquia. Ya sea de pajeros o del mundo en general. Hanna Minx es un ejemplo de ello. Sólo dice tonterías, pero su hipnótico escote hace que sus vídeos tengan millones de visualizaciones. Eso es una camwhore de manual.

Mientras hay gente que mira con lupa esos vídeos para descubrir un desliz pezonero que nunca llegará, otras chicas intentan llamar la atención del mundo de maneras muy variopintas. Lo de enseñar canne está muy visto y ya no funciona lo que antiguamente, así que hay que innovar. Además, para poder ser vista en el mundo entero y salir incluso en las noticias no puedes ser tampoco muy explícita. Es decir: si a alguna chica se le ha ocurrido hacer el parrús ventrílocuo que sepa que en Youtube se lo censurarán.

Y aquí entra nuestra ínclita invitada de hoy en El mundo está loco. El escote no llamaba mucho la atención por mucho que fuera difícil de diferenciar entre éste y el cuello. Que parece que tenga una papada extrema doble. Más arriba ya es imposible subirlas o se confunden con unas amígdalas hiperdesarrolladas. Descartado esto y lo del parrús ventrílocuo tuvo que innovar. Y ese fue el problema. Que innovó demasiado. Y lo que voy a describir es muy desagradable, absténganse mentes fácilmente impresionables.

Preparó un vídeo en el lavabo de su casa y demostró que no había ni trampa ni cartón. Fuera de plano empieza a hacer gestos raros a la altura del chichi que ya hacen sospechar que algo no va bien. Al cabo de un rato se oye un «plop» o no, pero me pareció oirlo, y se hace la magia. Aparece en pantalla la bonita imagen de un tampón avergonzado. Lo que para Edward Cullen sería un material perfecto para una infusión de «té» rojo, para los demás es algo profundamente desagradable. Pero la cosa no se queda ahí.

Ni corta ni perezosa, nuestra amiga Giovanna se acerca el tampón a la boca y ñom ñom ñom. Lo chupa. Pone cara de asco. Lo vuelve a chupar. Y así sucesivamente, entre chupada y arcada, termina el vídeo o no porque yo lo he visto pasándolo para delante y para atrás. Todo por vosotros, agradecédmelo. Hay un botón de donar y todo.

¿Cuál era la motivación de esta chica más allá de llamar la atención y conseguir un post dedicado en El mundo está loco? Cabe la posibilidad de que quiera convertirse en vampiresa y fuera el primer paso para ir acostumbrándose. O bien para demostrarle a algún paleta que le soltó un piropo como «te voy a comer la regla con cucharilla» que no solo es posible, sino que además ya lo hace ella sola. Y sin cucharilla. O que simplemente la pobrecita es gilipollas, sus padres le hacían poco caso de pequeña y… Y que la gente está muy mal.

P.D: Si alguien tiene curiosidad, quiere ver el vídeo y comprobar que nada de esto me lo he inventado, aquí tiene el link. Lo dicho, las imágenes pueden herir su sensibilidad: [Cometampones] Aunque internet nos ha insensibilizado, la verdad.

P.D.2: Gracias a Amaia por pasarme el link del vídeo.