Instrucciones para montar un Belén

Mucho antes de que el Warhammer y otros juegos de figuritas se pusiesen de moda, el catolicismo fue pionero gracias a una tradición navideña: montar el belén. En muchas casas de este país es habitual adornarla con todo tipo de guirnaldas, espumillón, arbolitos de Navidad y luces de colores en el balcón que convierten a cualquier edificio en un casino de Las Vegas. Pero sin duda la joya de la corona es el belén. Sirve para representar el nacimiento de Jesús con figuritas coleccionables. Que aún estoy esperando una de esas colecciones por fascículos que te ayuden a preparar un belén. «¡Con el primer fascículo el portal y dos pastores!» Y unas instrucciones adecuadas para dejar una representación que envidiarían todas tus visitas. Por desgracia, desde El mundo está loco no tengo capacidad de distribución para enviaros figuritas a todos, pero os puedo dar las instrucciones básicas para montar un belén. Porque sé que estáis deseando colocar todas las figuras adecuadamente. Vamos allá.

Atrezzo

Musgo: Vais a necesitar musgo. Es un tipo de planta que suele crecer en zonas de humedad alrededor de los árboles o en rocas. Os podéis tirar todo el día buscando musgo por vuestro pueblo, a la aventura. O bien podéis ir al Camp Nou, saltar al campo en mitad del partido y recortar hierba por un tubo para usarla como si fuera musgo. No será musgo, no será tradicional, pero es verde y la adrenalina de cogerlo y ser perseguido por Xavi para echarte del campo no tiene precio. También podéis comprarlo y os evitáis denuncias. Algunos niños con tal de poner algo verde han puesto acelgas, seguramente para evitar tener que comérselas.

Un portal: No vale con poner el videojuego de Valve en el fondo del belén. Hay que poner una especie de caseta completamente abierta. Porque si una cosa tuvo Jesús es que nació a la intemperie. No sé si por temas divinos o por dejadez de los padres, lo tenían ahí, sin puertas, al fresco en pleno diciembre y ¡ni una manta! Que veo todos los nacimientos y tienen al pobre Jesús ahí tumbado boca arriba, desnudo y sin tapar. ¡Que os va a coger un resfríao, cojona!

Papel de plata y un puente: Por alguna razón en la zona donde estaba el nacimiento había un río. Supongo que influenciados por el villancico «pero mira cómo beben los peces en el río» todos los belenes tienen un río. Como montarse un sistema hidráulico en la casa no está al alcance de todos, el agua del río se simula con papel de plata. A poder ser sin usar. Que luego tenemos ríos en los que los peces están representados por trazas de chorizo. Y al cabo de los días el río contaminado como si hubieran fábricas textiles hace dos mil años. Una peste. Como el río se ha de poder cruzar hay que tener un puente, a poder ser no diseñado por Calatrava que no pegaría mucho con la época.

Cartulina negra y estrellitas de papel: Por lo visto el niño Jesús nació por la noche y para representarlo hay que poner un fondo negro. Vale una cartulina o incluso algún trozo de tela. Algunos que se lo curran más ponen dos cartulinas, un botón y simulan transiciones día y noche. Eso choca con el recorrido de los Reyes Magos puesto que seguían una estrella. De día debían descansar y por la noche moverse, una manera de hacer un camino un poco rara, todo sea dicho. Excentricidades de los reyes.

Figuras

José, María y el niño Jesús: Una figura para cada uno. Algunos chistosos ponen la figura de José con cuernos y la de María silbando hacia arriba. El niño como hemos dicho va desnudo, pero nadie os impide ponerle una manta. Pequeña, que son figuritas, que sino lo tapáis todo.

La mula y el buey: Algunos amigos que se han quedado sin mula, últimamente han puesto el icono del Emule y se han quedado tan anchos. Resulta que el niño no sólo nació al aire libre, sino que encima tenía animalicos por los alrededores. Un aroma… No hubieran podido tener un perro o un gato como todo el mundo, por lo visto en la época lo normal para tener de mascota era un buey. Que lo sacabas a pasear y ni con la correa corta había manera de controlarlo. Lo bueno es que entonces no había ninguna ordenanza municipal que te obligara a recoger la caca, eso está bien puesto que aún no se había inventado la bolsa de plástico por aquel entonces.

Pastores: Muchos pastores. Algunos con ovejas al hombro, otros con ovejas al costado, otros dando por c… Otros. Que no falten los pastores. Porque iban todos allí a adorar al niño. Ojo con confundirse, porque algunos con mucha hambre – y un poco antropófagos – decían: «¡Vamos! ¡Vamos! ¡A dorar el niño! ¡A ver si queda sabrosito!» Un jaleo… Podéis poner ese pastor en el belén con la cabeza cortada, que en la época no se andaban con medias tintas en las disputas vecinales.

Los Reyes Magos y sus camellos: Mis favoritos del belén. Algunos niños ponían a los reyes trapicheando en una esquina del belén, quemando sustancias aprovechando el papel de plata del río. Esos no son los camellos que debéis poner. Las figuritas de los Reyes Magos subidas en la grupa de sus animales son las únicas que se mueven durante toda la Navidad. Se les hace avanzar día a día desde el lejano oriente hasta llegar el día 6 al portal de belén. Gracias a esos movimientos se inventó la atracción de la feria de las carreras de camellos. Lo que en el belén no se tiran bolas, que una vez de pequeño lo quise intentar y todo el invento a tomar por saco. No lo hagáis niños. Los reyes se mueven a mano.

El caganer: Me da igual que no seáis catalanes. Una figura tan entrañable y graciosa como el caganer debe de ser adaptada en todos los belenes del mundo mundial. Un señor con barretina y traje regional correspondiente, con sus pantalones bajados de cuclillas y dejando una tifa de considerables proporciones. Esto que en figurita es gracioso, cuando montan un belén humano deja de serlo: primero, por la incomodidad del actor caganer; segundo, por la peste.

Figuras que NO valen

Es preciso recordar que hay figuras que no valen para ponerlas en el Belén, aunque niños del mundo hayan decidido que sí en algún momento de sus vidas.

Jóvenes castores exploradores: Como el niño del anuncio mítico, los que van a belén son Pastores. Con P. Pastores. Así pues, la canción no es «a belén castores, a belén chiquillos» y los jóvenes castores exploradores no tienen lugar ahí.

Playmobils: Serán muy sonrientes, serán muy simpáticos; pero luego si cuando llegan al portal les invitan a un trago se lo tirarán por encima. Y no es plan.

Airgamboys o muñecas de Famosa: No hay registros históricos que indiquen la existencia de gigantes en el belén del año 0 J.C (Justo cuando nace Cristo) Así pues, una muñeca ocupando todo el belén no sería lo adecuado. Tenedlo en cuenta. Y menos si se tira pedos que le hace competencia al caganer.

Belén Esteban o Belén Rueda: Son personas. No se ponen ahí. Ocupan demasiado.

Despedida y cierre

Esto es todo queridos lectores, con este sencillo manual seréis capaces de montar un belén en vuestras casas adecuado para las fechas. Eso si no os da pereza o preferís pasar el rato montando la granja de Playmobil. Eso ya va a gustos.

4 Respuestas

  1. 29/12/2011

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Mucho antes de que el Warhammer y otros juegos de figuritas se pusiesen de moda, el catolicismo fue pionero gracias a una tradición navideña: montar el belén. En muchas casas de este país es habitual adornarla con todo tipo d…..

  2. 27/12/2012

    […] villancicos, ni Belenes, ni Reyes Magos. Lo que se lleva en Navidad últimamente es precisamente odiarla. Ebenezer Scrooge […]

  3. 08/09/2013

    […] o “Tienes las pelotillas del culo más sabrosas de la comarca”. Un mundo en el que en los belenes el caganer sería el Rey que trae los regalos. Un mundo, en fin, no sé si mejor o peor. Pero […]

  4. 27/12/2014

    […] llevándose con él el secreto que entrañan todas esas canciones religiosas. ¿Por qué cuando a Belén va una burra RIN RIN? Jamás lo […]

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