Conocer a tus suegros

No sé si muchos de vosotros habréis visto alguna de las dos partes de Los padres de… Tanto da si son Los padres de ella o Los padres de él. El caso es que en esas pelis, el protagonista, Ben Stiller, conoce a los padres de su novia. Todo el hecho de conocer a los padres se convierte en un caos, por dos motivos fundamentales, el padre está como un cencerro y es un tío rarísimo y Ben Stiller no sigue los consejos que se van a enumerar en este post…


Lo más importante para conocer a tus suegros es sobretodo la época del año en la que lo haces. No es lo mismo conocerlos en verano que en invierno. Me explico, en un monólogo creí oir algo parecido a lo que voy a decir. En invierno tu suegro o futuro suegro está en su hábitat natural, te recibe en su casa con todo a su favor. Bien vestido, con una cena que te han preparado de bienvenida, etcétera. Eso a tí te provoca un respeto tremendo, no te atreves a comportarte de una manera fuera de lo común ya que es probable que la cagues como el pobre Greg Follen (Focker en la versión original).


Pero si lo conoces en verano es completamente distinto. La probabilidad de conocerlo en la playa es altísima y claro, ¿cómo le vas a tener respeto a alguien que va con un bañador hasta el sobaco, barriga cervecera, leyendo el Marca y la espalda como una gamba de roja? De ninguna manera, a ese hombre ya no lo podrás ver de otra forma, no te impondrá respeto jamás en la vida. También dicen que para perderle respeto a tu suegro debes imaginártelo defecando o algo así con calzoncillos abanderado de esos viejos que hacían bolsa en el culo. Pero eso ya sería demasiado y al igual te pasabas de listo…


Una vez sabido el momento de conocerlos llega el momento de saludarles, de decirles algo. Tendremos en cuenta que no siempre tendrás la oportunidad de conocerlos en la playa así que tendrás que conocerlos en su casa. Su hábitat. Importante, has de quedar bien con el padre y con la madre, pero sin pasarte. Si te pasas adulando a la madre, el padre pensará que te la quieres tirar como a su hija y se enfadará mucho contigo, así que debes de ser cortés pero sin llegar al peloteo.


Funciona muy bien lo de preguntarle a la madre si es la hermana mayor de tu novia, sobretodo si la madre no es muy mayor, les sube el ego de un plumazo. Eso sí, no te pases de pelota ya que si su madre ya pinta canas y se ven en las raices del tinte Wella de la tienda de 20 duros ella se lo tomará a mofa y le caerás mal. Ojito.


Con el padre debes evitar las conversaciones futbolísticas y de política. Cualquier palabra puede ser usada en tu contra. Si es del Barça y tú del Madrid o viceversa mejor dejar la conversación para otro día, pero piensa que aunque seáis del mismo equipo también es peligroso. ¿Y si los dos sois del Barça y uno es Rossellista y el otro Laportista? Cagada la hemos…


La política tampoco es un buen tema, imáginate que el padre es un carca de los recalcitrantes. Y tú no, que para eso eres joven. Las conversaciones se pueden convertir en miradas tensas y asesinas que pueden acabar con una buena relación en cuestión de segundos. Así que para quedar bien lo mejor que puedes hacer es hablar de tu trabajo, a no ser que seas actor porno y no quede demasiado bien comentar tu ultima escena delante de tus suegros… Más que nada porque ellos creerán que su hija aún es virgen, como las hermanas mayores: «Si no lo fuera ya me lo hubiera contado». Claro. Igual que lo hiciste tú, si es que la falta de memoría…


Normalmente, además, un primer encuentro con tus suegros o futuros suegros suele ser en una cena o comida familiar. Y cocina la madre. Si la madre cocina bien no hay problema, eres sincero y dices que la comida está genial. Pero si es mala… Has de ser sincero, pero sin herir sus sentimientos, puedes decir algo así como: «Nunca había comido algo así en ningún sitio», «se nota que la comida la ha hecho usted» o «me he quedado lleno completamente, no me comería nada más». No mientes y no hieres los sentimientos de la mujer. Es lo mejor. Poner cara de asco no ayuda, así que evítala todo lo posible.


Y estos serían los consejos básicos para un buen primer encuentro con tus suegros, ya lo dice el refrán: «No hay una segunda oportunidad para dar una buena primera impresión». Así que ya sabes, que al igual los tienes que aguantar toda la vida o hasta que te divorcies al cabo de dos o tres años… (Bueno, seremos optimistas, cuatro años)