Ser de un equipo

A la mayoría de gente de este país nos gusta el fútbol, esto es un hecho palpable. Habrá quien no le guste pero existe esa mayoría. Cuando somos pequeños llega un momento que por una razón u otra te haces de un equipo. Elígelo bien, porque será para toda la vida…


Es algo con lo que te quedas para los restos, no te puedes cambiar, la sociedad te dejaría en la cuneta, serías un defenestrado, nadie te querría. ¡Chaquetero! te dirían y te señalarían con el dedo. Eso sí, no es lo mismo cambiarse del Valladolid al Numancia, que cambiarse de Barça al Madrid, o viceversa.


¡Es algo impensable! Tú te puedes cambiar de camisa, de zapatos, de pantalones, de novia o novio, de médico, de peluquera, de sexo, ¡de todo! Pero de equipo… Pobre de tí como te cambies de equipo, no puedes. Bueno, sí puedes, pero la gente te mirará mal.


Por ejemplo, mi hermano es un caso de chaqueterismo, desde aquí un saludo hermanito que sé que me lees. Él era del Madrid porque un día de pequeño lo decidió así, celebraba los goles, las ligas, etc. Hasta que tuvo que pasar una época en Ávila, allí todo el mundo era del Madrid. «Estaría en su salsa», pensaréis. Pues no, porque allí usaban el Barça para meterse con los catalanes, y claro, ahí mi hermano se sintió herido en su orgullo catalán, aunque fuese del Madrid, y decidió que sería mejor hacerse del Barça. Y oye, que no le ha cambiado la cara ni nada, sigue siendo el mismo, pero del Barça.


Menudo cambio, diréis, ya se podría haber hecho del Espanyol, que también es catalán. Pero claro, ya que te cambias y eliges, ¡por lo menos elige alguno con el que puedas ganar algo! Celebrar goles, ganar alguna Liga de vez en cuando y esas cosas.


Yo, como mi hermano, soy del Madrid, bueno, mi hermano ya he dicho que era. Y lo soy por una tontería de pequeño, yo decía que era de los dos equipos, del Barça y el Madrid (así fijo que ganaba alguna vez) y un año me dije, tengo que decidirme (todo serio me puse). Al siguiente instante ví la portada del Marca: Laudrup se va al Madrid. ¡Eso fue un shock! Mi mente de niño pensó, coño, Laudrup es un crack, el tío es listo, si se va al Madrid es por algo (claro está que yo era inocente y eso del dinero no lo tuve en cuenta), y me hice del Madrid.


Curiosidades de la vida. Así que al igual, un día de estos, voy y me cambio de equipo, al que gane, si es más divertido; ya que por aquí, siendo «to’ quisqui» del Barça es más divertido si eres del mismo equipo que la gente que va contigo, ya que si soy capaz de celebrar los goles del Cuatro Vientos (un club de un barrio de Blanes) porque juegan amigos mios, que más me dará celebrar los goles de un equipo o de otro.


Este post no lo entenderá un forofo, eso está claro. Ah, y me hago del Cádiz, que este año… ¡a primera!