Profesiones en las que el teletrabajo no es buena idea
Aunque todavía pueda haber algún despistado por ahí, teletrabajar no es lo que hace Jorge Javier Vázquez o Juan y Medio. Trabajan en la tele, sí. Pero no es eso. Teletrabajar es lo que hasta ahora estaba reservado para los intrépidos freelancers – autónomos para los legos en idiomas o lanceros libres para subtituladores amateurs de Netflix – o para algunos pocos informáticos especialistas: lo que viene a ser trabajar desde casa.
Ahora que ya os he hecho esta introducción estúpida, digna de quien no sabe como empezar a hablar de un tema que es de sobra conocido, podemos pasar a lo importante. Debido a la consabida pandemia, los que podemos estamos trabajando desde casa. Esto nos abre un abanico de posibilidades, por ejemplo: podríamos vivir en cualquier lugar y seguir trabajando. En cualquier lugar, eso sí, que tenga una conexión a internet decente. «¡Se llenará la España vaciada!» – dicen algunos. Pero si está vaciada, igual es que tampoco llegan cables de fibra óptica y hacer una reunión vía teleconferencia con diez personas a la vez se convierte en una charla con un robot con más retraso que el participante medio de Mujeres Hombres y Viceversa. No es lo ideal.
De todos modos, este no es un post sobre las ventajas e inconvenientes del trabajo desde casa, sino de las profesiones que no pueden llevarse al calor del hogar con la misma facilidad con la que nos vamos los informáticos. Por ejemplo:
Basurero: Solo es posible si te llamas Diógenes. Tiene la complicación extra de que la gente tiene que entrar a tu portal y dejarte las bolsas de basura en el ascensor. Pasados los días, es complicado mantener el olor correcto en la casa. El perfume no ayuda a enmascararlo, quizá lo empeora. Un poquito. Para poder llevarla al vertedero necesitas ser piloto de drones o tener una fuerza descomunal en el brazo a la par que una muy buena puntería. Ventajas: no importa mucho si tu desodorante te abandona. Tu pareja sí lo hará.
Bombero: Solo puedes apagar los fuegos de tu edificio. Si vives en una urbanización necesitas la chorrimanguera. Si vives en un piso muy alto, tirarte por la barra puede ser muy peligroso. El camión de bomberos está muy poco adaptado a los salones-comedores medios de las ciudades. Ventajas: tienes el disfraz disponible las 24 horas para hacerle pool-dance a tu pareja para sobrellevar el confinamiento.
Policía: Tienes que obligar a los ladrones a que vengan a robar a tu casa para poder cazarles con las manos en la masa, con las complicaciones que eso puede provocar con el seguro de hogar si se sale con la suya. Debes habilitar una habitación como calabozo. Si eres fan de 50 sombras de Grey puedes usar esa habitación que ya tú sabes. Tienes que obligar a tu pareja a llevar la mascarilla o si no tendrás que ponerle una multa que al final acabaréis pagando los dos. Ventajas: podrás vengarte del vecino del reggaeton poniendo el pirulo de la sirena a la hora que te dé la gana.
Enfermero/médico: Con un poco de suerte tendrás más camas que el hospital de tu comarca después de los recortes, así que por espacio no será. El problema será meter la máquina de hacer radiografías y conseguir no contaminar de radioactividad al edificio completo. Sabiendo lo que sabemos de lo que pasa en los hospitales según las series de televisión, a tu pareja igual no le gusta que te traigas a esa médico tan guapa a hacer chequeos. Ventajas: tendrás acceso a drogas legales a cualquier hora del día.
Cajero del súper: No solo tienes que meter la caja registradora en casa, sino todas las baldas de alimentación. Dejar salir a la gente del súper con la comida para ir a pagar a tu casa va a ser complicado de gestionar. Lo malo de tener el súper en casa es que si quieres tener de todo, vas a tener que dormir en un palé, como si fueras tú uno de esos que tiene un «chilau» en la terraza (un día tendríamos que hablar de la cultura del palé como elemento de decoración). Ventajas: no tienes que ir nunca al súper a comprar. Lo malo va a ser aguantar el no picar entre horas.
Temporero: Solo es posible si te has hecho tu huerto urbano en el balcón con tu maceta de fresas, otra de menta y el melocotonero que tapa la ventana del piso de arriba. Ventajas: podrías recoger la fruta sin que te toque el sol.
Y así podríamos seguir con profesiones como camionero o piloto de aviones, imposibles de hacer desde casa a no ser que normalicemos el uso de robots sustitutos como en el cómic de «Surrogates» (del que también hay una peli de Bruce Willis con flequillo). Ya podemos ir preparando la renta básica universal porque con tanto robot trabajador y tantas medidas de seguridad va a ser un poco imposible que haya trabajo para todos. Pero aún hay más, ¿qué otras profesiones son complicadas de desarrollar desde casa?
Cualquiera si tienes tus hijos pequeños deambulando por ahí: Esto lo sé de oídas, pero así a bote pronto está complicado mantener la concentración en tu trabajo si tus hijos están prendiéndole fuego a las cortinas, gritándole a otros niños del mundo porque le han matado en el Fortnite o practicando la flauta. ¿Para cuando crearán la flauta eléctrica con minijack para poder conectarle unos cascos? Si hay algo que nos puede salvar en el futuro, es eso.
Si eres tertuliano facha y tienes una amante: No es recomendable trabajar desde casa y hacer videoconferencias si eres un follador-vividor y tienes pareja estable a la misma vez. Acaba mal. Siempre.
Si tienes obras en el piso de arriba: Esto solo es posible si tienes una capacidad de concentración extrema, si ponerte música a todo trapo en los cascos te permite estar a tu faena y tienes la paciencia del santo Job. Sí, esto lo he sufrido yo en mis propias carnes. Mi edificio es un edificio grande y como hay tantas viviendas en algún momento siempre hay alguna obra. Y no se ponen de acuerdo. Es como «La que se avecina» pero en la vida real. Es un milagro que aún siga en mis cabales. O eso creo.
Así que, amigos, no siempre es posible teletrabajar sobre todo en según qué profesiones. Afortunadamente, en mi caso, puedo hacerlo fácilmente la mayor parte de las veces; pero hay otras profesiones que es inevitable que estén presencialmente en otro lugar que no sea su casa. Portaos bien y exigid a los responsables políticos que pongan medios, porque si no esto no sé como va a sostenerse.
Sería hasta cómico el teletrabajo implementado en estos empleos ajaj. Un saludo