Pues me gustó más el trailer

Cuando salimos del cine siempre hay alguien que suelta esta frase absurdamente pretenciosa: «Ay, pues me gustó más el libro». A veces, incluso, aunque haya salido de ver la película de las Spice Girls. Ahora, tal y como está Hollywood, que buscan ideas en todos los lugares excepto en sus propias cabezas, la gente suele soltar frases como: «Ay, pues me gustó más el videojuego», «me gustó más el cómic», o «me gustó más la atracción de Disneylandia». Lo que nadie suele decir es: Pues me gustó más el trailer.
Poca broma con los trailers, es todo un arte hacer uno bien hecho. Con ritmo, que enganche, que den ganas de ver la película, incluso hasta que engañe un poco. Todo sea porque la gente vaya a ver la peli al cine. El problema es que no siempre es así y aparecen unos tipos de trailer que más que ayudar al espectador a hacerse una idea de lo que se encontrará en la película lo aturden o incluso lo espantan.

Hay otros, que aunque no te cuenten la película entera sí que te ponen los mejores momentos. Eso pasa en muchas películas de risa. Si te partes demasiado en el trailer, ojo, puede ser que esos sean los mejores gags de la peli. Si no te partes nada, mejor no vayas. Eso también. A mí me pasó con Mentiroso Compulsivo, ya ha llovido desde aquello, pero me decepcionó enormemente. Veías el trailer y te reías a carcajadas; veías las película y lo gracioso era lo del trailer. Todo lo demás era absolutamente prescindible. Inevitablemente tienes que decir: Me gustó más el trailer.

No siempre pasa así, algunos trailers le hacen un flaco favor a la película. Algunos trailers son malísimos y puede que la peli no lo sea. Otros son malos porque no hay más. Aquí en España estamos muy por detrás de Hollywood a la hora de hacer trailers currados, pero a cambio tenemos tetas. Como en la escena de Aterriza como puedas en la que aparece en pantalla dos tetas desnudas durante unos pequeños segundos aunque no tenga nada que ver con la escena en sí; en los trailers españoles, sale alguna teta suelta de repente para enganchar al espectador. Si se aplicara el estilo trailer español a todo en la vida sería un mundo la mar de alegre. «Compre Pascual» Y un cartón de leche entre dos pechos desnudos. «Llama y gana» Y una tía en bikini enseñando chicha… Un momento, ¿eso ya ocurre, no?
Yo solo digo, que no nos engañen, que nos están engañando, que nos digan la verdad. Los trailers, a poder ser que enganchen, que muestren algo de la película, que nos pongan la miel en los labios… Pero que no hagan nada de lo comentado anteriormente, que luego vienen las decepciones, los asientos de cine destrozados, los secuestros de taquilleras, el asalto de palomitas… No es plan de ir a la cárcel por una tontería, señores cineastas.
2 Respuestas
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