Los nombres de las operaciones policiales

Antes que nada, habréis notado que desde mediados de enero a mediados de febrero el ritmo de actualización ha sido bastante alto para lo que venía siendo habitual y otra vez he tardado en actualizar. Esto se debe a que estaba de vacaciones y ya no. Intentaré actualizar lo que pueda, pero hay una carrera que terminar. Tendré más tiempo que el cuadrimestre pasado ya que me queda poco, pero no puedo prometer nada. Fin de la excusa.



«Y así fue como comenzó la Operación Biberón»
La sección de grandes momentos de la música está esperando con ansias un post sobre Locomía, ese gran grupo amanerado de los 90. Todavía no estoy preparado para visionar videos de aquella época sin sufrir una recaida de un resfriado por una bocanada de aire, por aquello de los abanicos, eh que es un chiste. Por ello mismo aún no he hecho el post, pero el otro día viendo las noticias me encontré con una que me sobresaltó: Un ex-locomía detenido por tráfico de estimulantes. Lo pillaron distribuyendo viagra y popper a partes iguales para fomentar… Ya saben. Lo que me llamó la atención no fue eso, que al fin y al cabo ya sabíamos de qué palomo cojeaban los Locomía, sino en el nombre de la operación: Operación Abanico. Ole ahí, toma ya. Esto solo ocurre en España.


Sí, somos el único país que somos unos auténticos cachondos a la hora de poner nombres a las operaciones policiales. Yo siempre me he preguntado quién leches pone esos nombres. ¿Tienen guionistas especializados que investigan el tema y deciden el título? ¿Forman una reunión y deciden por consenso la opción más graciosa? No lo sé porque no estoy allí, pero esas reuniones tienen que ser el cachondeo padre. Cada uno diciendo la suya a ver quien la dice más gorda. «A ver chicos, os he reunido aquí porque tenemos que decidir cual es el nombre de la operación en la que detendremos a un ex-Locomía, decid lo primero que se os ocurra» «¡Operación Aceitosa!» «¡Operación Hortera!» «¡Operación de apendicitis!» «Ya tuvo que salir el gracioso, hemos dicho ocurrentes; pero tampoco os paséis, ya la digo yo: Operación Abanico y arreando»


Hay ejemplos para dar y tomar. Aquí se habló una vez de la operación chuleta. No era una operación contra unos carniceros asesinos que atacaban a las marujas cuando les pedían los trozos demasiado finos. Nor. Era una operación contra los profesores de autoescuela que se dedicaban a hacer los exámenes por los alumnos a cambio de un sobresueldo la mar de apañado. O la operación guateque. La famosa operación policial que no detuvo a los creadores de la famosa canción sino que lo hizo con algunos casos de corrupción en el ayuntamiento de Madrid. ¿Cuando los detenían la policía se ponía a bailar? Ya los veo llamando a la casa: «¡Policía!» Y seguidamente: «¡Saca el whisky cheli para el personaaal y vamo a hacé un guateeequee!» Un jaleo en el coche patrulla…


Otra de las operaciones famosas con nombre curioso fue la de Operación Malaya. La del Cachuli, Roca y toda esta gente. El nombre de Malaya no sé si vino por el hecho de que la Pantoja sea un callo malayo y le pusieron la Malaya. Quién sabe. El caso era por la corrupción en Marbella, ciudad malagueña que ha dado para mucho mamoneo y nombres cachondos en las operaciones policiales, como la llamada Ballena Blanca. Que tampoco era por la Pantoja. Qué fácil es hacer chistes con la Pantoja, ¡te queremos! Fue una operación contra el blanqueo de dinero que también sucedió en Marbella. Y es que a quién se le ocurre cometer delitos en Marbella, si es el primer sitio donde miran cuando hay que buscar corrupción.


Por nombrar nos podríamos tirar toda la tarde hablando de operaciones policiales como la Nécora, que fue también muy famosa. Pero hay otra que he encontrado documentándome para este post que me ha llamado poderosamente la atención: la Operación Sudoku. Que así de primeras choca bastante. ¿Detuvieron a personas por estarse demasiado tiempo enganchadas a ese pasatiempo? ¿Qué será lo próximo la Operación Autodefinido? ¿La Operación Sopa de Letras? Resulta que fue por detener a gente que falsificaba cd’s y dvd’s. No sé qué tiene que ver un sudoku con los dvd’s y cd’s, pero en fin, supongo que lo que pasó es que llamarla Operación Verbatim no hubiese tenido tanto gancho. Y que el jefe de la policía estaba enganchadísimo a los sudokus y no había manera de sacarlo del tema.


Debe de ser curioso cuando se encuentran dos agentes por la comisaría. «Qué, ¿en qué operación estás tú?» «Pues yo en la Operación Soja, que hemos pillado a unos herboristas con marihuana, ¿y tú?» «Yo estoy en la Operación Heidi, que hemos pillado a un abuelo viviendo con su nieta de forma sospechosa» Y unas risas, un jolgorio. Así se tiene a la policía contenta y animada para detener a los malhechores. «Queda usted detenido por la… Prrfff, yo lo digo yo, prrrff, JAJAJA, ayyy que me meooo, por la Operación, prrfff, ¡¡Operación de apendicitis!!» Así el comisario consintió que se llamara la operación contra la venta ilegal de fármacos en el hospital comarcal. Si es que en el fondo son unos cachondos mentales.