El juego de la silla

No sé si habréis oido hablar alguno de vosotros del tema más trillado de los últimos días. ¡No! ¡No dejes de leer! ¡No voy a poner el video del Levántate ZP ni voy a hablar de lo mismo de todos! ¡No dejes aún la lectura! Bien, como sé prácticamente seguro que todos vosotros habéis oído hablar del robo, o hurto, o churrimangueo de la silla de Zapatero, más conocido como ZP. O últimamente, en círculos reducidos llamado José Luís Chinchilla. Quien pille el chiste, por favor, que no me pegue. Gracias. Comentaré como me venga a la mente todo lo relacionado con este tema, y las sillas. Cómo no.


Ahora todo el mundo se pone a hablar de la silla. Que si vaya seguridad del Congreso que entra cualquiera y se lleva una silla, que si la publicidad viral es una mierda, que si estos sólo quieren publicidad… En fin. Lo de siempre. No conformes con eso, ahora sacan un nuevo video en el que dicen que roban la silla de la agencia publicitaria. Sólo falta que ahora le roben la silla a Ana Rosa Quintana en mitad del programa. ¿Estaría bien verdad?


«Hola, queridos amigos, hoy os voy a hablar de mi libr… Digo, de un asesinato a sangre fría de estos que ponemos a todas horas, y luego un crimen pasional, ¿qué llevó a aquel cazurro a matar a su mujer? Lecquio danos tu opinión poll… Digo, sesuda». Seguidamente la veo buscar con la mano el asiento, llega uno de los 4 Gatos estos del Levantate ZP y pumba, le quita la silla. Ana Rosa al suelo y oye, risas aseguradas.


Esto no es nuevo. Quiero decir, lo de robar sillas y que el otro se caiga se inventó desde bien pequeñitos. ¿Qué esperaban? ¿Que Zapatero llegara al Congreso al día siguiente y se cayera de morro al no ver la silla? ¡Qué va! Le quita la silla a Bono y todos contentos, total, de eso ya tiene práctica… Eso se hace en plena votación por la igualdad de lo que sea. Como cuando éramos pequeños y los crios le quitaban la silla a otro que yo eso nunca lo he hecho. Desde aquí, Toni, no fue queriendo, es decir, la silla se movió sola, yo la fui a coger y en vez de moverla para la izquierda la moví para la derecha y… En fin, espero que tu cojera siga mejorando. Un abrazo.



Total, que de niños, si jugábamos a algo con las sillas era el juego de la silla. Valga la redundancia. (Atención: Juego para el lector, localizar el número de veces que se dice silla en este post y luego pensar, joder, como pierdo el tiempo contando palabras, se cierra paréntisis, clonc) El caso es que los niños jugaban, jugábamos, a ese juego. El juego consistía en poner una silla menos que de niños estaban jugando. Empezaba a sonar la música y los críos daban vueltas alrededor de las sillas, o aposentos, que estaban en el medio. Todas puestas de cara, ya que si ponían el respaldo delante los niños se caían al suelo.


En el momento exacto en que la música paraba todos los críos debían sentarse, y el que fuera el último quedaba fuera. No valía sentarse encima unos de otros, era a niño por silla. Hasta que quedaba una silla y dos críos, y el que se sentaba ganaba. Todo era cuestión de agilidad y reflejos hasta que llegó un niño de los de la agencia de anuncios Tiempo BBDO que se llevó una silla para su casa y cuando llegó el final del juego, se puso la suya, la de ZP y ganó la partida.


Así que ya tenemos la verdadera razón del robo de la silla de Zapatero. No era ni la ONU, ni la lucha contra la pobreza ni nada de nada. Era el hijo del presidente de la agencia de publicidad creadora del Amo a Laura que necesitaba ganar la partida del juego de la silla porque se había apostado un Micromachines de los caros. Misterio resuelto.