Levantan un edredón y descubren un pedo que llevaba ahí más de cinco días

Mónica debió sospechar algo la noche anterior

Susto tremendo el que se llevaron la pasada noche las jóvenes Mónica Galera y Verónica Garro en su pisito compartido en la ciudad de Cuenca. Ambas volvían de unos días de vacaciones cuando al levantar el edredón de la cama de Mónica un ventarrón maloliente se abalanzó sobre su nariz y la tumbó boca arriba desmayándose al instante. Verónica, al oír el golpe en el suelo, acudió en ayuda de su amiga, pero al notar el olor a la entrada prefirió mantenerse alejada y llamar a emergencias y a control de plagas.

Al parecer el pedo llevaba ahí desde hacía más de cinco días, justo antes de irse de vacaciones a Punta Cana. Cuando despertó del coma, Mónica alegó que ese pedo no era suyo y que no sabía que hacía dentro de su edredón. Verónica niega haberse metido en la cama de su amiga para atufarla, sin embargo sospecha poderosamente de un ligue que se trajo su amiga a casa justo antes de coger las maletas. «Esa noche se quedó a dormir, pero como sabía que Mónica no quería nada serio y él sí, decidió dejar el pedo ahí. De recuerdo. Para que no olvidara su perfume. Maldito cerdo».

Así pues, la venganza de Mariano Loroso – que así se llama el hombre – se materializó en un pedo con solera. Sabedor de la gran capacidad de los edredones nórdicos para aguantar el olor de los pedos, gracias a un estudio publicado en esta misma casa, aprovechó el último momento antes de levantarse para dejar el cuesco dentro y se dispuso a hacer la cama. Quedó bien con Mónica que se vio sorprendida al encontrar su catre recién hecho y un zumo de naranja 100% natural y exprimido. Pero a la vuelta de las vacaciones la verdad saltó en las pobres narices de Mónica. La venganza se sirve en un edredón caliente.