¿Qué pensarán los alienígenas cuando se encuentren con la Voyager?
Hace unos días supimos que la sonda Voyager I – un aparatejo que lleva viajando desde el 1977, para que luego digan de la obsolescencia programada – salió de la influencia del Sol y se dirige al espacio interestelar en busca de nuevos parajes aparentemente vacíos que explorar. Un hito de la NASA y de la humanidad en general, puesto que ningún aparato creado por el hombre ha llegado tan lejos. Ni nos ha hecho sentir tan pequeños. De todas formas, para alcanzar la estrella más cercana a la nuestra – Alpha Centauri – necesitará 40 mil años y en caso de que alcance a ver otros planetas e incluso, quien sabe, vida; nosotros no estaremos aquí para verlo. Que lo graben en vídeo y ya si eso cuando tengamos tiempo lo vemos.
Todas las Voyager llevan dentro el llamado «Disco de oro de las Voyager» que contiene una cantidad de sonidos del mundo para que en caso de que una civilización extraterrestre dé con la nave pueda entender un poco a la humanidad. Un poco. Hay un saludo en multitud de idiomas, canciones, sonidos de volcanes, truenos, pajarucos, lobos, vuelos de aviones… Eso sí, ni una sola pista de nuestro arsenal nuclear y nuestra capacidad destructiva. Es un mensaje de paz y queremos tener a los extraterrestres tranquilos. ¿Pero quién dice que ellos lo entenderán así?
Para empezar puede que los que lo encuentren no hayan inventado el gramófono y hubieran pasado directamente al CD. Con lo cual no habría manera de escucharlo a no ser que tengan las uñas muy largas y orejas en forma de embudo. Que todo puede ser que para eso son alienígenas. Luego es posible que no tengan capacidad auditiva. Se pueden comunicar usando antenas; segregando feromonas o a escupitajos. Qué sé yo. A lo mejor existe una civilización llamada Esputa y se saludan a estornudos. «¡Atchus!» «¿Bien y tú?» Pero pongamos por caso que los aliens tienen oreja o algo similar y pueden escuchar lo que decimos. ¿Entenderán algo o le gritarán al gramófono que hable «en cristiano»?Todo puede ser que un mensaje de paz como el que mandamos sea tomado por los extraterrestres como una declaración de guerra. Quien haya leído El Juego de Ender sabrá hasta donde puede llegar un malentendido con una civilización que no tiene absolutamente nada que ver con la nuestra. Bueno, es más. La historia de la humanidad está llena de choques de civilizaciones que viviendo en el mismo planeta y teniendo la misma carga genética no han sido capaces de hacerse entender. Con lo cual es como si le haces el símbolo de la victoria a un italiano y piensa que le llamas cornudo. Los aliens vienen cagando leches a darse de tortas. Recemos para que sean de carácter español y solo saquen pecho y te digan eh eh eh a gritos.
También podría suceder que pasara desapercibido. Que cayese en un planeta habitado solo por suegras aliens que tirarían el cacharro a la basura refunfuñando en su ininteligible idioma. Como la que se queja porque lo dejan todo por medio. Mucho ojo que en caso de existir el planeta de las suegras más de uno estaría comprando un billete para la suya. Un mundo habitado solo por señoras con rulos y bata; y en una roca estaría tallado un busto de Maria Teresa Campos. Tantos años de conocimiento humano en una sonda para acabar ahí. Qué putada.
Aunque el lugar perfecto para una nave como esta sería que llegara a un planeta donde los robots ya se hubieran alzado contra sus propios creadores y la Skynet de un planeta alejado tuviera el control total. Así pues, todos allí serían robots aunque seguramente mucho menos molones que los Transformers. Alguno de ellos se encontraría nuestra pequeña sonda y la adoptaría como mascota hasta el fin de los días. Una mascota que en vez de ladrar, cantaría constantemente el Johnny B. Goode. Quién no querría una mascota así.
Cada días estas más grillao, ya me gustaría saber que narices te pasa por la cabeza para hacer este tipo de articulos, eso no implica que no lo leyese y me riese ^^.
¡Muchas gracias crack! Lo del manicomio ya lo contaré otro día.