Pide una Xbox One por eBay y le llega una foto

Lo peor es que viene sin mandos

Llega hoy a la redacción – sí, esa redacción formada por un elefante rosa en tanga de lentejuelas y un mono peleón con gorra que escribe a máquina con tesón – la noticia de este señor inglés que podéis ver en la foto que pidió una Xbox One y le llegó… Una foto. Una foto de la Xbox One, por lo menos. Que no le mandó una foto cualquiera de un ornitorrinco jugando a la petanca. Le mandó una foto de la edición especial de Xbox One. Por lo menos ahí fue honesto. Eso sí, por poner una pega a la compra; el vendedor podría haber cambiado de tinta a la impresora antes de enviarla que se ve una foto con muy poca definición. Indigna de la nueva generación de consolas.

Esta compra fallida me ha dejado bastante patidifuso. Quizá solo la supera aquella en la que un señor pidió un alargador de pene por internet y le enviaron una lupa. ¿Cómo se puede tener tanto morro como para vender como una consola una foto mal imprimida? Que si fuera una foto bien imprimida aún lo entendería, ¿pero mal imprimida? Qué desfachatez. Además, el precio no era excesivamente diferente de una venta real. Porque sino cantaría mucho. Imaginad: «Se vende Xbox One Edición especial Fifa14 por 3 euros». Huele. Pero si te la venden por 450 libras ya te lo crees más. Aunque en el título ponga explícitamente: «Xbox One Fifa 14 Day One Edition, Photo Brand New UK 2013« Y claro, luego te toca jugar con la herramienta más poderosa que se le ha otorgado al hombre: la imaginación.

El comprador, que tiene 19 años, compró la consola para su hijo de 4 años. Según cuenta él. Primer concepto que choca: el chaval fue padre con 15 años. Tan listo para unas cosas y tan tonto para otras, como me hubiera dicho mi madre si fuera yo el de este caso. Y luego, ¿en serio le hacía falta dar pena con lo de su hijo para que los medios le hagan caso? Es la carta clásica del niño malogrado, eso vende mucho en los medios. «Ay, sí, es que era para el niño, pobrecito, ¿no os damos pena? Sacadnos en la tele» Y el niño a lo mejor era más feliz con unos Playmobil porque no tiene edad.

Seguramente es de esos padres que compran los regalos para los niños pensando en ellos. Como aquel padre que se sorprendió al ver como todos sus familiares ponían caras de desagrado cuando su hija abrió los regalos de Papá Noel del año pasado. «¿Pero por qué me miráis así? ¡Si es una muñeca!» «Sí, cabronazo, ¡pero es una muñeca hinchable!» Estas cosas pasan en las mejores familias. Así pues, nuestro querido protagonista de la noticia de hoy, puso de excusa que quería la consola para el niño cuando en realidad era evidente que era para él. Pero ahora deberá conformarse con la foto. Verla cada día y apreciar cada centímetro de papel. Quizá en unos años, si no se ha descolorido, la pueda vender a algún coleccionista por eBay. O quién sabe, hacerse colega del de la lupa.

[Noticia original sin adornos]