Historias para contar: El día en el que estuve en una mesa electoral


Hace unas semanas vino a mi casa una señora del Ayuntamiento muy maja. Traía una carta en la que se me informaba que había sido designado como consonante de una mesa electoral para las elecciones europeas. Sí, como consonante, es decir, de suplente de primer vocal. Chiste original donde los haya, pero había que decirlo o sino brotaba en mí un fuego interno que destrozaría mis entrañas. Efectos secundarios de esto del humor. Como estaba de suplente imaginé que el titular vendría y solamente tendría que ir, firmar e irme para casa. Así pues tenía planeadas varias cosas para el día, entre ellas hacer un post sobre la campaña europea de nuestros partidos políticos.


Evidentemente, todo eso es más aburrido y además pone de mala leche. Tendría que haber hablado de la campaña marrullera de PP y PSOE tirándose los trastos a la cabeza; de que no hablaron de nada que tuviese que ver con Europa; del puñetero bipartidismo que han querido fomentar y de la triste campaña del PSOE en la que nos trata de imbéciles. Juro que veía los carteles y no sabía si tenía que votar a López-Aguilar (para el que no lo sepa, el candidato del PSOE) o a Silvio Berlusconi y Aznar. Y poco faltó para que hubieran puesto a Hitler. Ya puestos en meter miedo, qué menos.


Lo que hubiera dado para un post apañadete de bilis va a terminar siendo un post sobre el día electoral, porque a estas alturas del texto ya habréis deducido que el titular no vino y tuve que salir a calentar, vestirme de corto y saltar al campo. Sí, fui vocal en una mesa electoral.


Cuando salí de casa no lo sabía. Simplemente tenía que estar a las ocho de la mañana en el colegio electoral por si las moscas. Cuando me levanté y me dirigí al colegio sentí fluir por mi cuerpo la emoción de madrugar por la Democracia. Así, con mayúsculas. Se me puso la piel de gallina, los ojos llorosos y unas legañas como tres camiones de grandes. Pero todo sea por cumplir con mi deber como ciudadano europeo. Así pues, me dirigí allí con cierto buen humor y esperamos a que llegara el titular. No vino. Entonces la emoción me embargó, daban 61 euros con veinte por quedarte. Algo es algo.


Lo primero que teníamos que hacer era rellenar ciertas actas de mier… Digo, de constitución de la mesa. Ayer descubrí todo lo que odio de la burocracia; esto es: escribir treinta veces lo mismo para que le quede claro a algún funcionario oligofrénico. Y es que mientras más papeles distintos, más posibilidades de que alguien copie mal algo y termine habiendo lío. Luego teníamos que poner las papeletas y los sobres en lo que yo llamé la «ducha». La llamé así porque es un cubículo pequeño donde la gente puede escoger quien vota de forma secreta, pero le pusieron una cortina que era de ducha. Entonces veías entrar a la gente y parecía que de un momento a otro te iban a pedir el champú. Hubo una señora que abrió la cortina con tal lentitud que debió pensarse eso. Abrió y había alguien dentro en pelotas echándose gel por el cuerpo: «Eeehh, ¡cierre coño!» Cuando descubrió que no había grifo fue la risión.


Para el que no se fijara cuando fue a votar, o directamente para el que no fuera (que hubo muchos) que sepa que había treinta y cinco partidos políticos distintos. Las frases de sorpresa son siempre las mismas, existe Falange y CDS todavía, y hay un partido que se llama POSI. ¿Qué fuiste a votar ayer? POSI. ¿Te digo que qué votaste? POSI. Y así hasta al día siguiente. Algunos representantes de partidos políticos se preocupan de que sus papeletas estén a la vista, como si la gente que va a votar cogiera una papeleta a boleo. «La que esté más cerca, esta» Cosas de los políticos. También esperaba que en cualquier momento, y más siendo las ocho de la mañana, apareciera un yonki preguntando: «¿Es aquí donde dan papelinas gratis?» Papeletas señor, papeletas.


Desde el primer momento que entré ya puse en plan mi objetivo de: vamos a estar aquí puteados todo el día, pero vamos a pasarlo bien. No sé como habrán sido en las otras mesas electorales, pero la nuestra, dentro de la seriedad de los votos, fue un cachondeo. Es lo bueno de que te toque con gente que está de buen rollo, que te sigue la broma, que es simpática y agradable y aprovecha para divertirse mientras tiene que cumplir todo el día ahí. Es por eso que entre las dos mesas inventamos un pique para ver quién sacaba más votos. Fue la otra. ¡Malditos Martínez! ¡Con el montón que había y no vino casi nadie! Y también inventé la figura de los premios a los votantes de ciertos números redondos.


La dueña de la pastelería más famosa del barrio nos trajo unas bandejitas con pastas para que desayunáramos. Como no teníamos tanto buche sobraron unas cuantas, esas que aproveché para dar a los votantes número 250, 100 y cosas así. Había algunas personas que no se lo creían: «Ah, ¿va en serio esto de los premios?» Mientras me levantaba a por la bandeja. En la otra mesa propuse que le dieran un premio a la mujer más longeva que vino a votar, con 96 años y más fresca que una rosa. Así pues, creo que hemos sido pioneros en la introducción de los premios a los votantes simplemente por votar. Lo de dar premios por votar a cierto partido lo dejamos para los caciques, que ya hace lustros que lo inventaron.


Total, fue un cachondeo. En los ratos largos que no venía nadie a votar (ya se sabe, esa gran participación) también contamos chistes, como el chiste del oso que ya comienza a ser un clásico de mi repertorio. Descubrimos nombres extraños como el de Restituto. Que no se lo imagina uno como nombre de mujer. Restituta. «Hola cariño, ayer estuve con Restituta» «¿¿¿Quééee??? ¡Será cerdo! ¡Pido el divorcio!» Lo que no hubo fueron muchas anécdotas de gente que no se enterara de nada. Había los típicos que te dan el DNI y lo preparan todo y cuando les dejas el espacio para que voten resulta que no tienen el voto preparado. O los que se ponen nerviosos al poner el sobre en la urna, y los que incomprensiblemente los meten en diagonal y claro, se queda encallado el sobre. Como para todo sean igual, hijos míos…


A mí me hicieron especial gracia los señores y señoras mayores que vinieron a primera hora. Haciendo cola y encima metiendo estrés, ¡la segunda señora! Lo nunca visto. ¿A qué venían esas prisas? Vete a saber. Supongo que para luego poder decir: «Ala, una cosa hecha». Si me hubiera puesto a contabilizar cuantas personas mayores dijeron: «Ala, una cosa hecha», me hubiera quedado sin libreta. Tenían como una presión interna, un reconcome por dentro que como no votaran pronto estarían todo el día con el corazón encogido. «Ay, y si me cierran, y si no puedo votáaá». Quién diría que están jubilados.


También como anécdota quedó el lavabo que teníamos en el colegio electoral. Era especialmente curioso porque había water, pero no había papel; había pica, pero no había jabón. Que dices, mmmm. No. No son formas de tener lavabos.


Y bien, así fueron pasando las horas, de charla, atendiendo votos, subrayando a las personas y apuntando todos los datos necesarios. Y al final tocó el recuento de votos. La tarea más aburrida, no por el conteo en sí, que uno al menos curiosea quien gana; en mi barrio siempre gana el PSC y ayer no fue una excepción, además de calle. Sino más bien por todo el papeleo burocrático, otra vez, que había que rellenar para llevarle al juez, a correos, a los representantes del partido y hasta a un hombre raro que pasaba por allí. En serio, ahí estaba. Un tío que había venido a chafardear el conteo y daba un poco de grimilla no sabría explicaros por qué.


Y así fue todo. Luego en las noticias podríamos escuchar las frases de siempre: «La fiesta de la democracia», «La juventud desencantada», etcétera. Frases que tienen en una plantilla para cuando hay elecciones. Pero en fin, para nosotros en la mesa, ¿quién nos hubiera dicho que estar en una mesa electoral sería un día entretenido y diferente? Pues fíjate tú por donde como con buen humor y con una gran dosis de charla – a veces hablo por los codos – se puede pasar bien mientras recoges votos por cuatro duros. Porque sí, los sesenta euros vienen muy bien, pero por trece horas currando no estaría mal que el Ayuntamiento se estirase un poco más. Que al alcalde no le cuesta nada subirse el sueldo nada más entrar, pero para los demás… ¡Cómo les cuesta soltar la pasta!


P.D: La foto de PP y PSOE la he sacado de aquí.

12 Respuestas

  1. kr0n dice:

    Jajaja tuviste suerte de que te tocase gente enrollada en la mesa.

    A mi casualmente me toco tambien ser vocal (titular) en las pasadas elecciones tambien EUROPEAS, allá por el 2004 o 2005 si no me equivoco.

    Sin embargo me tocó el colmo de los colmos de compañeros de mesa y lo digo con todo el respeto hacia estas personas pero la verdad que no es que pudiese estar muy entretenida, me toco una muchacha y un hombre. La muchacha era Muda y poco podia hablar con ella … y luego el hombre era un hombre mallor que no sabia ni escribir el pobre por lo que tuvimos que hacerlo todo entre la muchacha y yo practicamente y de hablar poquito, a lo maximo que llegue fue a hablar con el hombre mayor que me conto sus historias de en que trabajaban sus hijos muy interesnate saberte el proceso de selección de como se entra al mercadona xD

    Encima fueron las europeas que apenas venia nadie y estabamos todo el rato parados mirando al frente…

    Lo dicho… tuviste suerte… xD

    Saludos

  2. kr0n dice:

    menudas faltas de ortografia que he puesto… ¿mallor con ll? ¿de que rincon de mi cerebro ha salido eso? en fin… repasando mi comentario veo que he dejado una perlita de la lengua castellana…

    HOYGAN REBICEN MI COMENTARIO Y CORIGANLO CON EL CORESTOR DEL GUOR

  3. morri dice:

    kr0n: No pasa nada XDD A lo mejor estabas pensando en mallots, vete a saber. Y sí, la verdad es que tuve mucha suerte, aunque yo era el que estaba diciendo las paridas, si los otros hubieran sido unos sosos deprimentes hubiera sido un rollo y hubiera estado incómodo. Tengo que estar muy agradecido porque me tocó gente muy maja, tanto en mi mesa como en la mesa de al lado, y todos estuvieron de buen humor, que es de la mejor manera que se puede pasar. Saludos.

  4. LuKeN dice:

    Ei, pues creo que también es una de esas experiencias para contar; de hecho, me gustaría cuando fuera mayor de edad estar en la mesa electoral algún día. Tiene que ser divertido, y así pasas un día diferente… xD

    Salu2

  5. Capitán Clostridium dice:

    Pero te pagan el día y encima libras en tu curro el lunes (eso es lo que ha hecho un compi).
    En mi mesa el presidente repitió como presidente, desde las pasadas elecciones. ¡Qué casualidad1, ¿no?
    O hay gente nacida para que le toquen todos los sorteos: pisos, primitivas, quinielas, mesas electorales y demás.

  6. Anii dice:

    aqui (venezuela) no te pagan nada por hacer eso D:. Y hay muchos robos de carros cuando hay elecciones, ademas ke no hay estacionamientos -.-.
    Los nombres tipicos: yukreisi, yuleidi, mileidi. DIOS. Haha, y por cada persona ke vota por chavez hay diez colombianos pagados o muertos votando por él tambien. Cosas de la vida.
    cuando tenga edad suficiente seguro me tocara ese sorteo!
    al menos amenizaste eso hablando :P

  7. TEMPLARIO dice:

    Muy buen post, yo crei que ese tipo de campañas solo pasaban en México, tirandose siempre los unos a los otros y sin nada bueno que proponer. ¬_¬ Que vieras como hacen basura.

    Un saludo.

  8. morri dice:

    LuKeN: Tampoco te fíes mucho de mi experiencia que no es la experiencia normal que suele contar la gente. Pero sí, si te lo montas bien y tienes suerte con los compañeros puedes hacer el día entretenido. Yo tenía especial curiosidad de saber cómo funcionaba por dentro el tema de votaciones, así que en el fondo tenía curiosidad por estar ahí y no me importó que fallara el suplente. Además de los euros, claro xD Que nunca vienen mal.

    Capitán Clostridium: Sí, a los que tengan curro. Pero si tienes clase las horas no las quitan. Yo he tenido suerte que me ha pillado en época de exámenes sin examen cerca, ni clase ni tener que ir a trabajar. Si no hubiese sido así probablemente hubiera ido con otro humor XD

    Anii: Madre mía… Tal como lo describes parece un plan de república bananera. ¿Tan mal están las cosas por allí? Y gracias :D

    Templario: Uy, creo que lo de la clase política es algo internacional. Un día encontrarán el gen del político que hay en la sangre y que todos ellos tienen activado.

  9. Boro dice:

    Morri, no te vistas tanto de corto y saltes al campo que te ficha Florentino para el Madrid. Que se ve que quiere fichar a media España…. xDDDDDDD

  10. morri dice:

    Boro: Si me paga 9 millones al año como a Kaká voy encantao.

  11. Anonymous dice:

    Bueno, bueno bueno hace mucho que no entraba por aqui, veo que sigues igual de sobradete morri, a pesar de tu asquerosa suficiencia emitiendo tus ridiculos juicios acerca de la democracia de votar, de la sociedad y de tu "humor" te dire que gracias a lo que criticas, noto una hipocresia de doble sentido en tus palabras.

    Haber, si criticas libertad no puedes negar en si la libertad de elegir, de pensar ( como tu haces aunque me parezcas el tipico pseudoprogre ), si estas en contra de la derecha=capitalismo no pidas pasta por ir alli a contar votos, te jodes y punto y en segundo lugar te dije ya hace tiempo que la gente no es tonta y las cosas cambiaran 5 000 000 de parados y que gente como tu sois ciegos en un mundo de yupi, no critiques el mejor sistema posible de cambiar ciertas cosas, la logica vence y en la teoria de un mucdo perfecto la izquierda es preciosa pero la verdad de las verdades es que votar permite hechar a estos gualtrapas y haber si aparece un nuevo aznar y un nuevo rodrigo rato ehhhh la economia mejora ehhhh y tu la proxima vez que vayas a contar votitos te pagan mas imbecil…

    Silent control el mismo y paso de registrarme en tu puta pagina , libertad de expresion, dictadores de la izquierda basura…

  1. 20/01/2016

    […] es el hecho de que ya es un trabajazo reunir toda la información requerida. Con razón algunos funcionarios de ventanilla no dan un palo al agua: “¡Ya trabajé suficiente para reunir la flor de loto […]

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