Steve (Blow)Jobs, ¿por qué todo el mundo le come la manzana a Apple?

Hace una semana… – El mundo está loco, siempre al pie del cañón de la actualidad – Hace una semana, salió el Iphone, el aparato telefonico de marras de Apple que viene a revolucionar el mercado o algo así. Que nadie piense que el mercado es allí donde van las marujas a comprarse las bragas: «Mire señoraaah, tengo un aifon de esos, baratico baratico, de la marca Apel paya, me lo quitan de lah manoh» No, ese mercado no es. Es el tecnológico. El caso es que la gente hacía colas inmensas para firmar un contrato leonino, o tigrino, con Movistar para ser de los primeros en tener un nuevo Iphone. Que se pronuncia, recordad: «Aifoun». Como lo que decían los enanitos de Blancanieves: «Aifoun, aifoun, ¡a casa a descansar!» Un momento que llaman a la puerta…


«¡¡Abra inmediatamente la puerta, Departamento de Delitos contra el Buen Gusto Chistil!!» Mierda, me ha pillado el DDBGC. «¡Socoorroo, yo no quería, es mi mente que va sola!» Sí, qué pasa. Grito en los posts en vez de gritar a viva voz socorrogghghhhadjjkñs.


Hola de nuevo. Escribir con un solo dedo es complicado, pero los de Corporación Dermoestética me han explicado que conseguirán volver a enganchar mi mano derecha y los dedos de la izquierda. No sé qué dicen de la técnica del ganchillo. Bien, a lo que íbamos, el Iphone salió y parece que tiene todas las posibilidades tecnológicas del mundo. Corren rumores de que si tocas las cuatro esquinas de la pantalla rápidamente en la combinación correcta, se convierte en una vagina en lata y puedes hasta fornicártelo. ¡El sueño de todo Applero-maquero! Corred y difundid este rumor. Con un poco de suerte en unos días aparece en las noticias; es verano y cualquier noticia vale. Y si es del Iphone más.


La cuestión es que con el tema del Iphone hemos vuelto a ver como toda la prensa, la mitad de la blogosfera y hasta mi tía la Frasquita hablan maravillas de los aparatejos nuevos que saca Apple. Sea lo que sea. Lo que hace Apple mola, es cool. Pues mire lo que le digo, a tomar por cool oiga. Los productos de Apple son todos muy bonitos por fuera, mucho diseño, muy molón, pero parece que estén reinventando la rueda. «Hola, soy Steve Jobs, esta es mi Keynote, y me complace anunciar que hemos sacado por fin el neumático redondo» Y todos oooh, oooh. ¡El neumático redondo! «En realidad es el mismo que el de los demás, pero es blanco y tiene una manzanita, ¿a qué mola?» Y se hincharía a vender fijo.



Y da igual que no funcione exactamente como se querría, ni que haya productos en el mercado mejores y más baratos. Los productos como el Iphone y demás no se usan. Se enseñan. Quedan la mar de cool, nuevamente, colocados en la mesa de cualquier restaurante. «Ei, que tengo un Iphone, mírame nena; envídiame perdedor». Y cosas así. Todo es así con Apple. El Ipod sin ir más lejos llegó al punto del absurdo cuando sacaron un Ipod, con menos memoria, en forma de tampón y sin pantalla. Ipod Shuffle lo llamaron, Ipod Chufla más bien. Las risas malignas de Steve Jobs en casa debieron ser de campeonato. «Pprrrrfff, ¡se la hemos colao otra véée! Juaaajuuaajuiii»


En cuestión de ordenadores de sobremesa tienen los conocidos Macintosh, pronunciado «Máquintoch». Debido a su éxito, todos los nuevos productos basados en el mismo sistema cerrado se apodarían Mac de inicio. Como en Irlanda, todos son McArthur, McMillan y McAndrew; los ordenadores del entrañable Steve se llamarían MacBook, MacBook Air, MacBook InFlames… Que yo me imagino la gente que va a comprarlo a la tienda y más de uno se ha equivocado. Sí, aparecen en el McDonalds. «Sí, por favor, ¿me puede dar un MacBook, un MacFlurry y una de MacCarrones? Gracias». Y el chico de la barra, por supuesto, con su verborrea, su facilidad de palabra y su magnífico don de gentes le soltaría un: «¿Ein?» Los dependientes del McDonalds, esos grandes oradores.


Lo más curioso de todo esto es que la gente que tiene un Mac no se conforma con eso. Si no que además montan una secta de la cual parece que no se puede salir. «Soy maquero» gritan a los cuatro vientos. Y como si firmaran un contrato de publicidad con Steve Jobs, se dedican a publicitar en sus blogs todos los productos de Apple, intentan convencer a la gente que es lo mejor del mundo chachi piruli y que son todos unos herejes o algo por el estilo. Yo si de mayor tengo una empresa quiero compradores así, lo que se ahorra uno en publicidad. Los medios de comunicación no se quedan cortos. Sin apenas haber probado el producto se lanzan a recomendar la «última genialidad« de Steve Jobs. Sí, es una genial maniobra de publicidad, ¡hasta yo, fíjate, estoy hablando de ello! Aunque no creo que alguien después de leer este post corra a comprarse algo de Apple.


Estos aparatos, que algunos se empeñan en llamar gadgets que es más molón, deben de tener un poder especial que emana de ellos y enganchan. ¿Qué poder o mensaje subliminal contienen esos productos que todo el que tiene uno lo publicita a sus amigos, conocidos y herejes como si le fuera la vida en ello? Misterios de la vida.


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P.D: Hay gente muy harta del tema. ¿Alguien quiere un batido veraniego de Iphone?