Los abuelos son los únicos que comen caramelos de eucalipto
Esto es así. Tal y como lo dice el título del post. Los abuelos son las únicas personas del mundo que comen caramelos de eucalipto. Sí, toda la pantomima del Wherter’s Original y el abuelo que lega al nieto un caramelo que viene en un sobre, un poco pijo todo sea dicho y en un caserón del copón es todo mentira. Una patraña para no dejarnos ver la realidad del mundo senil. Ellos solo comen caramelos de eucalipto y están manteniendo con sus pensiones toda una industria caramelera que sin ellos se iría al garete en dos días. Por mucho que refresquen la garganta.
Un señor mayor te ve por la calle toser y no puede evitarlo. Su misión en la vida es ofrecerte un caramelo. Pero no un caramelo cualquiera, aquí no valen ni sugus, ni toffees, ni las bolitas de sabor sandía. Ellos saben que lo bueno es lo clásico y lo clásico es el eucalipto. Así que te ofrecen uno que llevan en el bolsillo de la rebeca de punto que lleven puesta esa semana… ¡DANGER! ¡DANGER! ¡Todas las alarmas activadas! ¡Iiiuuiiuuiuiiuu! (Esto es el sonido de una sirena, que es difícil de onomatopeyizar) Cualquiera que lleve un medidor de radioactividad en el bolsillo (lo normal) salta al momento. En cuanto que el hombre atina a desenganchar el caramelo del bolsillo de su chaqueta el medidor explota.
Y lo normal es decirles que no, que no hace falta. A poder ser sin que se note la cara de asco que hay señores ancianos que tienen muy mala leche y los bastones los carga el demonio. Mucho ojo, que a esas edades ya no pueden ir a la cárcel y alguno está «mú loco». No por nada, pero esos caramelos… Buena pinta… Pues no tienen. Que no le echo la culpa a la industria eucaliptera ni mucho menos. Hay que estar a buenas con todas las industrias en estos tiempos por si acaso. Y el sabor a eucalipto refresca y abre los bronquios y todo eso, pero yo no sé cuanto tiempo lleva ese caramelo ahí. En ese bolsillo. Que yo creo que algunos de esos han pasado por 30 lavados. No sabes si va a saber a eucalipto o a Wipp Express.
¿El sabor? Cómo decirlo. Apapelao. Una mezcla entre eucalipto, detergente de lavadora y papel de envolver caramelos. Porque un trozo se quedó pegado al caramelo. Desengánchalo tú. A ver si puedes. Valiente. Me refrescó la boca una barbaridad, eso sí. Seguí tosiendo porque digan lo que digan los abuelos, los caramelos de eucalipto no curan. «Tómate este caramelo, ya verás qué bien va para la tos» Y luego puedes seguir tosiendo y escupirle el caramelo en la cara. Sin querer, pero intenta explicárselo luego.
Es por eso, seguramente, que los abuelos siguen teniendo los bolsillos llenos de caramelos de eucaliptos que ofrecer. Porque ellos al final nunca se los comen. Es como una especie de regalo que dejan a las generaciones venideras. O una especie de venganza por haberles dejado una pensión de mierda. Todo puede ser.
¡Exagerao! A mí me gustan los eclairs y eso son los que ofrezco a mis nietos, tengan tos o no. Lo bueno que tienen es que se pegan los dientes un poco y así se están calladitos un rato…
Jajajja Será que soy exagerao porque tengo sangre andaluza :P Vaya truquitos tenéis los abuelos ;)
no sabemos vin que comen los abuelo