Los hombres con traje van siempre más rápido

«Caiii prisaa, caaii prisaa»
Cuaquier día de la semana uno de nosotros puede ir caminando por los pasillos del metro de la ciudad y de repente notar en nuestro cogote el aliento de otra persona. Cuando menos nos lo esperamos, pasa por nuestro lado algo parecido a un rayo a toda velocidad dejando una estela de color azulado. ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es una ilusión óptica? ¡No! ¡Es un señor con traje y americana!


Como una exhalación atraviesa hasta nuestros poros de la piel, nos adelanta por el lado izquierdo de la escalera mecánica y deja un hilo de sudor planeando por el aire. Que pobre de ti que no hayas dejado sitio en el lado izquierdo de la escalera… ¡Que salta por encima! ¡Por donde sea! Y además, dará igual por donde pase, tú ni siquiera serás capaz de verlo porque un hombre con traje es el ser más rápido que ha visto jamás este planeta.


¿Por qué van tan rápido? Uno se preguntará ingenuamente. ¿Siempre van tarde? ¿No se les ha ocurrido levantarse un poco más temprano? ¿Les cuesta mucho vestirse? O será por… Chan, chan, chan… Momento de tensión… ¿¡¡El nudo de la corbata!!? Oh sí, el nudo de la corbata, ese gran desconocido. Los habrá espabilados que tengan una corbata con el nudo ya hecho, pero ¿y si se lo tienen que anudar por la mañana? No es tarea fácil. No sé quién inventó las corbatas, pero las pudiera haber hecho con un velcro y que se engancharan a las camisas. Así al menos los hombres con traje irían más desahogados, y nunca mejor dicho, en sus paseos por los pasillos del metro.


En realidad no es por nada de esto. Los hombres con traje pueden dedicarse a desayunar con la calma o atarse el nudo de la corbata con doble tirabuzón y giro mortal en plancha, porque salgan a la hora que salgan irán a toda mecha por el metro.


Cómo no, El mundo está loco investigations, en colaboración con la universidad canadiense Useless Studies Research de Ontario, ha hecho un descubrimiento espeluznante sobre los trajes con americana. Se ha conseguido demostrar con un túnel del viento y muchos carajillos que la aerodinámica de los trajes permite alcanzar altísimas velocidades. Sobre todo por la corbata, al correr con un traje la corbata está preparada para elevarse y flotar por uno de los lados del cuello de la persona. Gracias a las turbulencias generadas, el hombre con traje corre más. O eso parecían decir los resultados debajo de la mancha de café.


Esto ha llegado a los oídos de los entrenadores jamaicanos de atletas olímpicos y han llegado a comentar que si Usain Bolt hubiese llevado traje y corbata hubiera bajado de los 9 segundos. Ahí es nada. Ahora la universidad USR está trabajando en soborn… Digo, en convencer a la revista Science para que publiquen este estudio. Esto conseguiría que terminara considerándose el traje con americana y corbata en traje oficial de los atletas olímpicos. Incluso se ha especulado con que en las carreras de relevos los atletas se pasarán un maletín en vez del típico testigo. La revolución está a punto de llegar.


Además, se ha podido comprobar, con cámara oculta, que los trajes son unos perfectos antirrobos. Se ha visto a algunos ladrones amenazar con un hombre con traje y se respondidos con un: «Ahora me viene muy mal que me robes, otro día si eso que llevo prisa que llego tarde» Y el ladrón dice: «Ostras, es verdad, que vas con traje, es igual. Sí, otro día si eso con más tiempo. Acuérdate de llenar la cartera, eh» Todo son ventajas.


Como habréis podido comprobar viajando en transporte público, el traje sirve tanto para verano como para invierno. Siempre van con él, porque en verano transpira y en invierno abriga. Es un auténtico portento de la moda. Es posible que yo algún día tenga que ir con traje a trabajar, si termino currando en una consultoría o en según qué empresa cuando termine el proyecto fin de carrera; pero lo que más ilusión me hace de tener que llevar traje es poder, por fin, superar con mi propio cuerpo la barrera del sonido.



«Así iré en Londres 2012,
si lo dice la universidad canadiense, funcionará»