¿Por qué van tan salidas las señoras mayores?

Bueno, por qué van tan salidas las señoras mayores, y los señores mayores, que ya se sabe, siempre hay un viejo verde en todo barrio. Esta es una pregunta que hago al aire, y espero que el aire me responda, que si no es un tío borde asqueroso que no se merece que le dirija la palabra. Como todos sabréis, las mujeres mayores andan tirando los trastos a todo lo que se menea, si no, recordad a Eufrasia, la mujer que vino a la radio a explicarnos su vida. Era una mujer, que a pesar de su edad, iba muy salida. ¿Por qué? ¿No se supone que después de la menopausia hay menos necesidades hormonales? ¿O eso no se pierde nunca? ¿Los sofocos provocan el salidismo? Veamos.


Uno que es joven, trabaja en un supermercado los veranos. ¿Por qué? ¿Por amor al arte? Nooo. Por dinero. Sí, soy un mercenario. Trabajo por dinero. Se me debería caer la cara de vergüenza, pero no es así. Por ahora la tengo bien pegada. El caso es que uno en el súper se tira mucho rato agachado y no porque a uno le guste mostrar sus nalgas, que un día iré en tanga a trabajar, sino porque tienes que ir cogiendo los productos del suelo para ir colocándolos en las estanterías. Es como un tetris, pero de verdad.


La cuestión está en que las mujeres mayores te empiezan a decir cosas del estilo de: «¡¡Mocetónnn!! Ven pacá tú que ere alto y dame una Flora de ettas, hay que vé, que cuerpo tiene, maremía». Eso es el principio, son mujeres mayores, pero que aún te respetan. Tu espacio vital más bien, tú le coges la Flora semi-desnatada que tanto compran las mujeres mayores desde que lo anunciaba el doctor aquel y se quedan tan anchas.


Lo que pasa es que hay mujeres, digamos, más salidas, y sabes que hay sitio, que el súper es estrecho, pero hay espacio para pasar… Y no, ellas pasan por allí y venga, pataplof al culo. Te giras y piensas, no puede ser, «habrá sido casualidad», pero cuando tu compañero te dice que: «Sí, a mí también», empiezas a pasar miedo…



Eso sí, las mujeres mayores que van tan salidas no sólo son propiedad de los supermercados y lugares así. ¿O es que no habéis visto una despedida de soltera? Esas mujeres ya en una edad de ser bisabuelas, entradas en carnes, que según ellas: «Hace siglos que no pruebo bocaooo». Pues esas mujeres, son las que más se desmadran con los boys y atención: empiezan a gritar. ¿Por qué chillan tanto esas mujeres? «Aaaaayyy, aaaaaayyyy, uuuuuhhhhhhh, jajajaaja, uuuuuhhhh, maremía que paquetóoooonnnn, ven pacá que como te pille tago un hombre de verdáaaaa, uuuhhh, aaayyy, juaaaa juaaa».


Que siempre tienen esas risas escandalosas, que de verdad, dan miedo. Yo estoy seguro que Amenábar está preparando su nueva película de suspense al estilo Los Otros y la llamará: «La abuela de la despedida». Y no sé, tratará de una abuela que se dedicaba a matar a boys de despedida de soltera pegándole gritos a la oreja de «mocetóoon» y «vaya paquetooorro». Vamos, tenía a la policía en jaque gracias a su capacidad de camuflaje entre otras viejas salidas. En fin, una peli de suspense que creo que tendría mucho éxito…


En fin, que una conclusión que podríamos sacar del por qué las mujeres mayores están tan salidas es por la misma razón que hay tantos hombres mayores que se van a dar vueltas por las puertas de las universidades… Y las tiendas sexuales. Y es que sus coetaneos están tan pochos que ven gente joven fresca y lozana y se vuelven locos todos. Además, las mujeres saben que sus maridos ya tienen que usar métodos no-tradicionales para tener vigor en la picha y así no es lo mismo. No es como antes.


Así que apiadémonos de las personas mayores, que van tan salidas, porque a nosotros, si tenemos suerte, también nos tocará ser mayores y ponernos a babear al paso de una mozuela jovencita… O a chillar, en el caso de las mujeres, ante un hombre fornido.