23-F según…
El golpe de Estado del 23-F está más de moda que nunca después de más de 30 años desde que ocurrió. La culpa la tiene Jordi Évole, principal responsable del programa Salvados, que hizo un ejercicio de trolleo masivo a través de la televisión emitiendo un falso documental sobre el fallido golpe de Estado de 1981. En él se nos explicaba, mediante ilustres cómplices, que el 23-F fue urdido minuciosamente por la plana mayor de la política de aquella época, para reforzar a la Casa Real y evitar un golpe de Estado de verdad. El documental era demencial desde la primera coma y aún así muchos cayeron en el engaño. Incluso la ínclita gilicandidata del Partido Socialista Oligofrénico Español: Beatriz Talegón.
Muchos piensan que el «mockumentary» se quedó corto. Posiblemente yo hubiera caído también si en vez de a Gabilondo o a Ansón, se hubiera entrevistado a un anónimo teniente de la Guardia Civil de la época o hubieran aparecido datos desclasificados que permitieran tener dudas razonables. Creerse que todos aquellos que han estado ocultando (supuestamente) una verdad incómoda, de repente se pongan a contárselo todo a Jordi Évole por su cara bonita es cuanto menos naïf. Pero ya si te cuentan que el golpe de Estado del 23-F estaba dirigido por un director de cine como Jose Luís Garci y todavía te lo sigues creyendo no me extraña que sigas enviando mails en cadena con lo de que Hotmail cierra.
El mundo está loco quiere ir más allá y hacer política ficción hasta el extremo. Porque a Garci le salió un coñazo de peli, era un 23-F Madrid Days con un plano fijo muy soso. ¿Cómo hubiera sido el 23-F dirigido por Almodóvar? ¿Y por Tim Burton? En los siguientes párrafos lo veremos.
23-F por Ozores: Los guardias civiles que invaden el congreso son en realidad alegres suecas ligeras de ropa. Portan látigos en vez de metralletas y coquetean de forma picarona con los diputados. El plan consiste en despistar al hemiciclo con el sexo para luego darle el poder a Alfredo Landa. El Rey aparece en el último momento al grito de «¡gonorrea!», los diputados se asustan, se alejan de las mujeres y todo vuelve a la normalidad.
23-F por Almodóvar: Tejero es un travesti con bigote y bajo el traje de Guardia Civil lleva tetas postizas. En vez de una metralleta lleva un trabuco escondido en la entrepierna. Obliga a todos los diputados a vestirse de mujer mientras se acaricia el trabuco libidinosamente. Finalmente aparece el Rey con tacones gritando: «Aquí mando yo, maricón». Y se convierte en reina por un día.
23-F por Vigalondo: Tejero es un viajero del tiempo que viene un pasado rancio. Tejero 2 viene del futuro, llega tarde y mata a un diputado por error. Tejero 3 encuentra un mapa que no entiende y se disfraza de momia rosa con papel de water del lavabo. El Rey no necesita aparecer ya que Tejero se lía solo y se va del Congreso angustiado.
23-F por Cuerda: Los guardias civiles crecen de las macetas del Congreso y Tejero nace de un macetón. Los diputados sufren de una extraña enfermedad llamada «tortitis» y no pueden evitar darse hostias los unos a los otros porque sí. El Rey aparece al final del todo preocupado porque le ha salido una verruga en la mano que parece ser un estigma.
23-F por León de Aranoa: Tejero es un antiguo fascista muy preocupado por la deriva del Estado. Se pasa los días en un banco echándole de comer a las palomas, mirando al cielo y rezando para que algún día baje Franco. Al final de la película se arma de valor y va al Congreso a hacer un golpe de Estado, pero en mitad del golpe se deprime y se entrega.
23-F por Amenábar: Franco aparece en el Congreso chillando a viva voz de pito anunciando que ha vuelto y que quiere volver a mandar. Nadie le hace caso. Con el único con el que puede contactar es con Tejero, que le escucha atentamente e intenta asustar a los diputados. Al final resulta que Franco estaba muerto todo el tiempo.
Y no solo directores españoles pudieron haber hecho su propia versión del 23-F, ¡también pudieron haber fichado a directores extranjeros! Como por ejemplo:
23-F por Tim Burton: Eduardo ManosTejeros es un niño apocado, triste y desvalido que vive a las afueras de la ciudad. No para de leer Diario de una bandera y ver Raza en repeat. Su madre está preocupada así que le dice que salga a buscar amiguitos. Encuentra a otros como él vestidos de la Guardia Civil y deciden dar un golpe en el Congreso a ritmo de piano de cola triste. El Rey es en realidad Johnny Depp y es tan cool que termina convenciendo a los golpistas de que dejen las armas.
23-F por Michael Bay: Tejero hace explotar el Congreso con todos los diputados dentro. Excepto Suárez, Carrillo y Gutiérrez Mellado que salen del Congreso sin camisa y enseñando abdominales dispuestos a enfrentarse al mal. Empieza entonces una lucha encarnizada entre guardias civiles y superdiputados que termina en cuanto aparece el Rey en un mecha gigantesco que chafa a los guardias civiles en un abrir y cerrar de ojos. Madrid queda completamente destruida.
23-F por Benny Hill: Tejero y los guardias civiles persiguen por todo el hemiciclo a todos los diputados excepto Gutiérrez Mellado que se niega a hacer el gili. Durante tres días se persiguen hasta que terminan exhaustos. Una vez cansados el Rey aparece y empieza de nuevo otra persecución, esta vez del Rey contra los guardias civiles que terminan atrapados sin más remedio.
El casting terminó llevando a Garci tras las cámaras y salió lo que salió. Una pena. Yo siempre he querido ver al Rey como un Transformer y quizá tras tanta operación lo veamos algún día… Esa es mi esperanza.
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[…] uno de esos cantantes de un solo éxito. Un one-hit-wonder que se llama. Lo petó muy fuerte en el 23-F terminando con un golpe de Estado con el gran superpoder de hablar por la tele. Ningún superhéroe […]