Un hombre utiliza los culos de la gente como huchas portátiles

Un señor de Calahorra llamado Juanma Rano fue detenido la pasada tarde de ayer por acoso sexual a una chica que caminaba por la calle con un pantalón de tiro bajo. La chica, que al parecer mostraba un tanga «de muy buen gusto y con encaje negro maravilloso» según las dependencias policiales, estaba paseando a su perro tranquilamente cuando el infractor metió la mano en su raja del culo sin mediar palabra. La chica se asustó y gritó «socorro, socorro» a lo que los vecinos acudieron sartén en mano para frenar al culero. Cien metros más adelante, un policía lo detuvo con la ayuda de un vecino con un cazo de «teflón, que no se le pega nada» según comentó la policía, muy detallista durante todo el caso.


En comisaría el hombre intentó excusarse y comentó que en realidad no quería acosar a la chica, ni tocar su culo «firme, turgente y perfecto» según nos comentaba el policía a cargo del caso. En realidad Juanma es una persona muy ahorrativa y para guardar el dinero y no usar cajeros automáticos usa los culos de la gente, ya que según él: «Si siempre han llamado ‘hucha’ a la raja del culo, ¿por qué no usarla como tal?» Juanma comentó que estaba seguro de haber metido otro día cinco euros en el culo de esa chica, pero habían desaparecido.


Para demostrar su afición y su modo de vida animó al propio policía a cargo de su interrogatorio que se metiera la mano en el culo, y vería como guardaba dentro una moneda de dos euros. Y efectivamente. Juanma Rano había introducido esa moneda, según él, hacía dos semanas y al verle se acordó que las tenía ahí. Le pidió al policía que se la devolviera, pues era suya; pero al agente no le hizo ni puñetera gracia darse cuenta de que había estado dos semanas con dos euros en el culo. «Y yo hablando con el médico por mis problemas de estreñimiento» – comentó apesadumbrado el agente en petit comité.


Juanma comentó que sus métodos de ahorro le funcionaban bastante bien hasta que esa chica se puso a gritar. Como no encontró el dinero a la primera estuvo más tiempo del habitual rebuscando en el culo y la chica lo entendió mal. Nunca avisaba a sus huchas portátiles «porque luego se quedan la pasta, no te fastidia». Aún así, la multa por acoso sexual no se la va a quitar nadie ya que «al no encontrar los cinco euros en el culo de la chica, no hay excusa que valga«. La chica, a su vez declaró que ella nunca jamás llegó a ver ese dinero, que si llegó a estar alguna vez su novio se lo debió de haber quedado en una noche loca.


Pocos días después, el hermano de este hombre, Valeriano Rano, fue detenido también en la comisaría de una ciudad del levante español porque le pillaron usando una playa nudista como central de operaciones de un parking de bicis. Cuando se ponían boca abajo los nudistas, pam, colocaba la bici en sus culos. Se están buscando los otros cuatro hermanos del susodicho por si a alguno se le ha ocurrido otra genial alternativa al uso de los culos de la gente. Seguiremos informando. O no.