Los presentadores abueleros que están en el limbo
pero vuelve a las abuelas locas
La televisión es un medio que lanza a la fama a cualquier persona que aparezca en ella durante unos minutos. A veces, incluso, solo unos segundos permiten a alguien entrar en el estrellato gracias a los programas de zapping o al Youtube. Pero si algo tiene la televisión, es la facilidad para crear platos rotos. Esos presentadores que durante un tiempo aparecen en todo tipo de programas o magazines y luego desaparecen sin dejar rastro. Que siempre me ha encantado esto de llamar a ciertos programas magazines. Es una palabra que engloba en su significado que harán un programa con debates, en los que nadie tendrá ni idea, habrá cotilleos, señoras mayores aplaudiendo entre el público por un bocata y actuaciones musicales de promoción, en un escenario ínfimo y en riguroso playback. Es decir, magazines son los programas de mierda.
Pues bien, estos programas de mierda a veces los presentan o co-presentan algunos personajes que terminan consiguiendo el cariño del público. En algún momento de su carrera creen que son el carisma andante y se lanzan en proyectos mastodónticos de mierdigramas en los que afianzar su liderato. Y entonces, se pierden en la nada más absoluta y nadie se acuerda de ellos. Pero aquí estoy yo para bucear en la cultura basura.
¿Quién se acuerda de Jaime Bores? Va, que levante la mano. Vaya, nadie. Qué bien va esto de escribir en una web para que no se vea a la gente moverse delante del PC y así poder reafianzarte en tus propias ideas. Este hombre se convirtió en el sex-symbol de las amas de casa y jubiladas a finales de los 90. Porque no sé por qué, los presentadores de programas abueleros, sufren de lo que yo llamo síndrome Juan y Medio, no parecen triunfar con las mujeres jóvenes, pero a las señoras mayores se les caen las bragas. «Aaayyy Juaaan, qué bigoootee» – se ponen como locas. «Señora haga el favor, eso no es el bigote» Pobre Juan y Medio.
Total, Bores triunfó con el programa Digan lo que digan. Uno de esos programas de testimonios, que apareció mucho antes del boom del Diario de Patricia. Traían abueletes que daban tema para programas de zapping, como por ejemplo este momento estelar del programa: el Pelegrí Pelegrí Pelegrí (a partir del 1:23 de este video) [Pelegri pelegri pelegri] Después de eso desapareció de las cadenas de televisión. Su imagen estaba asociada al rancio mundo del abueleo, y ellas, como las adolescentes, olvidan pronto a sus ídolos para lanzarse hacia el nuevo mocetón al que mientras ven como un hijo se lo jincarían hasta que les diese un patatús.
Uno de esos onvres, como dirían en Vicisitud y Sordidez, que quitaron protagonismo al pobre Bores, fue Antonio Hidalgo. Hidalgo fue uno de los primeros «chicos Ana Rosa» en Sabor a ti, sustituyendo a otro plato roto como Mon Santiso. ¿Ande andará? Antonio Hidalgo tenía un punto más a favor del mundo abuelero que su predecesor en el puesto: sabía cantar. Siendo generosos con él, era un crooner de canciones pasteleras y baladas pochas con los que conseguía que las abuelas se volvieran locas. De repente se dio cuenta que tenía un carisma especial y que las señoras le reían las gracias. Y dijo, ¡este es el momento! Y sacó un disco el tío, con un par. Con un temazo como este:
Quien aguante la canción entera… Pobrecillo
La cosa fue de mal en peor. No sé si el disco vendió algo, creo que corrió el escalofriante rumor de que si ponías la cinta al revés (porque estos discos se venden en cintas, sino ni son discos pochos ni son ná) sonaba bien. Al derecho no había por donde cogerlo. Después de tal batacazo empezó a hacer magazines y programitas de éxito incierto antes de emitirse incluso y todo fue cuesta abajo. Ahora presenta magazines en la prestigiosa televisión autonómica de Murcia.
Lo de los chicos Ana Rosa es para hacer una investigación profunda, porque ahora hay un futuro plato roto que está empezando a ver el declive de su carrera fulgurante televisiva. Es el caso de Óscar Martínez. Un chico que ha hecho carrera paralela a los anteriormente mencionados: Jaime Bores como sex-symbol abuelero de las tardes de la Primera y Antonio Hidalgo como chico Ana Rosa, aunque por suerte Óscar no canta. Sólo se hacía el gracioso. Hace poco abandonó los brazos de mamá Ana Rosa y sufrió su maldición. Hizo un nuevo programa de mierda para él solo, se estampó y está condenado a vagar en el limbo de los presentadores.
Otro presentador que está perdido es Liborio García. En la época Liborio fue famoso en mi ambiente por parecerse a nuestro profesor de matemáticas de Bachillerato. El profe, evidentemente, cambió su nombre al de Liborio, y para siempre seguirá llamándose así. El éxito televisivo de este hombre, por desgracia para él, no fue eterno como el mote del profesor. Aunque parezca mentira, el éxito más grande de este hombre fue presentar el reality El Bus. Aún así, aunque su nombre estuviera ligado a aquel aborto televisivo, presentó muchos más programas hasta terminar su carrera conocida en Noche de Impacto. Que quieras que no es dejarlo por todo lo alto. Todo lo alto que llega una espeluznante, impresionante, alucinante, explosión de coches en las que, sorprendentemente, todos los implicados salieron intactos. Desde entonces dejó de salir en pantalla.
Había muchos de estos, algunos más abueleros que otros como Agustín Bravo que continuó su éxito abuelero de la época Carmen Sevilla en Canal Andalucía, o Andoni Ferreño que se dedicó al mundo de la actuación después de presentar múltiples galas casposas. Pero en la televisión ya no hay sitio para todos ellos. Ni en este post tampoco, que es suficientemente largo. Pero ¿por qué ya no aparecen en programas de máxima audiencia? Pues muy sencillo, porque este tipo de programas ya solo triunfan en Telecinco y allí está el cupo ocupado. Christian Gálvez, Jorge Javier Vázquez y Jesús Vázquez copan todos los programas que se hacen. Y todos terminan en hez, digo en -ez. Así que ni García, ni Bores, ni Hidalgo, ni Caparrós, ni Bravo terminan en -ez. Por lo tanto, estáis condenados al limbo televisivo por culpa del pluriempleo y la terminación de vuestro apellido.
Referencias:
[Antonio Hidalgo en Viruete]
[Jaime Bores en Vertele]
Wikipedia: [1][2][3][4]
3 Respuestas
[…] a la serie abuelera por excelencia vivimos en el mundo de Amar en tiempos de Facebook. Me lo contáis de aquí a 30 […]
[…] a mí esta noticia que seguramente cambiará el devenir de vuestras vidas de un plumazo: una señora mayor se libra de un dragón de Komodo de una soberana patada cual maestro ninja dotada de gran poder en […]
[…] caso es que él, y sus compañeros presentadores abueleros también, tiene ese don para las señoras de cierta edad; pero quizá no resulta tan atractivo para […]