La poesía amateur de los blogs

Aquí iba una foto de un hada madrina soplando estrellitas,
pero el detector de cutreces que tengo instalado en el blog me ha sacado esta imagen
Hay un fenómeno, difícilmente justificable, en el mundo de los blogs, fotologs y demás webs terminadas en ogs, que consiste en escribir poesía de teclado y letra propio para deleite de los lectores. Montones de adolescentes, y no tan adolescentes, se lanzan a la piscina escribiendo sus propios poemas en sus blogs provocando vergüenza ajena a toda persona con un mínimo de gusto por la literatura. Poemas cargados de la profundidad de un pañuelo de papel, la calidad literaria de un prospecto de un medicamento y el ritmo de Ortega Cano en Mira quién baila. Es lo que pasa cuando gente que jamás ha leído poesía, se pone a escribirla.


Es el problema de creer que poesía es la letra de una canción de Carlos Baute. Luego te encuentras con bodrios infumables que jalean sus amigos, que evidentemente tampoco han leído un poema en su vida. O no se acuerdan de los que leyeron en el colegio. Lo más que conocen de poesía es lo de siempre: Pablo Neruda. Si, por ejemplo coges una chica-fotolog que conozcas y le preguntas, te dirá: «¿Quién es tu poeta favorito?» «Pablo Neruda» «¿Y el poema?» «Me gusta cuando callas porque estás como ausente…» «Vaya, qué típico» «Pues, ¿sabes? Me acuesto con todo aquél que me lee este poema» «Interesante. Me gusta cuando callas porque…» En algunos momentos tampoco hay que ponerse tan exquisito.


Y ojo, que fue un gran poeta, pero es una mención tan típica que ya huele. Supongo que esta elección es porque la gente asocia poesía con amor. Como si solo hubiera poemas de amor. Y cuando se ponen a escribir sus propias poesías confunden el amor con ser ñoño. O directamente repiten la palabra amor treinta veces en el poema para que parezca más romántico. Si un día eliminaran la palabra amor del diccionario habría que borrar la mayoría de poesías amateurs del mundo y todas las letras de las canciones de Juanes.


A veces incluso confunden escribir con las frases centradas con estar escribiendo un poema. Fijaos:


Me fui esta mañana en bici
Al parque de la tía Felipa
Me mojé los zapatos en un charco
Porque había llovido mucho y me salpicó
Amor, te quiero un montó


Esto es una dramatización. Pero lo veréis en muchos blogs. Una explicación de una anécdota chorra con la palabra amor por en medio. Sin versos ni nada, aunque haya poesía en prosa, eso no podría considerarse poesía en prosa. Pero escribir centrado es como mucho más poético y más molón.


Luego están los poemas con cargas profundas, hablando de la vida y del amor, cómo no, de forma trascendente. Todo supermegaimportante ¿saes? Y si tiene letras mayúsculas intercaladas con letras minúsculas mejor que mejor. Vean sino, otra dramatización:


El aMor es una fLoR
que se marchitó
KevIn, vuelve por tus muertos
Que la vida no tiene sentido
Si no es cOntiGo entre miS piErnas
Mi corazón herido


Corazón, amor y flor son palabras básicas. Y una flor, si no se marchita, no puede estar en un poema amateur. Es una ley que está ahí, si algún día encontráis las piedras del Monte Sinaí con los mandamientos de un buen poema adolescente, está ahí escrito. Siempre hay algo que rima, aunque no tenga ritmo ninguno, como sentido y herido. Y si es con fondo rosa y una musiquita de fondo mejor que mejor. Aunque lo de la musiquita de los blogs mejor lo dejamos para otro día…


Sin duda, este tipo de poesía es un fenómeno cultural digno de estudiar incluso en libros, o en universidades canadienses. Muchas de estas frases terminan en algún nick kilométrico del Messenger. El amor verdadero es ese que se muestra en los nicks del Messenger, aunque luego cuando se vean no se aguanten. La cuestión es que el mundo entero se tiene que enterar, luego ya veremos si la cosa funciona. Los poemas estos terminan creados siempre por personas en plena enajenación mental porque se acaban de enamorar y han perdido el sentido del ridículo; o bien por personas con una falta considerable de sexo que les ha hecho perder el norte.


En otra época, los cajones de las habitaciones repletas de pósters de los Backstreet Boys hubieran mantenido en secreto esos escritos, hoy por hoy los lee cualquier incauto que no sabe donde se mete…