El agujero de los calcetines


El calcetín es una prenda de vestir tremendamente importante en nuestras vidas, que se lo digan a los alemanes: ¿cómo, sino, se pondrían sus chancletas? La mayoría de la gente cuando se pone los zapatos o las zapatillas de deporte se pone calcetines debajo. Normalmente no están a la vista, están perfectamente escondidos, y por esa razón se descuida fácilmente su estado. Es una prenda que se pone de forma rápida, en el último momento, justo antes de salir de casa y cuando te vas a dar cuenta ¡zas! Hay un agujero en la punta.


Lo normal en estos casos sería quitarse el calcetín, coger su pareja y tirarlo a la basura ipsofacto. Pero por alguna razón de pereza aún inexplicable la gente tarda horrores en lanzar esos calcetines rotos a la basura. Y se los deja puestos. Total, no se ven, ¿verdad? No se ven hasta que pasa algo en concreto que nos hace quitarnos los zapatos y mostrar al mundo esos calcetines agujereados. Normalmente los llevas perfectos, pero el día que te tienes que descalzar, pumba, ahí está el agujerito con ese dedo gordo haciendo un saludito. «Holaa, ¿no te acordabas de mí? Sí, soy aquella uña que tenías que haber cortado hace días, ¡guarro!» Y la gente te mira con desprecio. Y la uña también.



«Mi traje y mis calcetines rotos, ya estoy listo para la campaña»

¿En qué lugares pasa esto? Pues bien, por ejemplo en el médico. Tú vas un día al médico y no te has dado cuenta de los calcetines que llevabas. Vas por lo que sea al otorrino y le dices: «Mire, vengo porque no oigo bien» «Bien, desnúdese» «He dicho que no oigo bien» «¡¡¡Pues desnúdese!!!» Y va y grita. Los médicos van a lo suyo, les da igual absolutamente lo que tengas, a desnudarse y listos. Pero no te desnudan del todo, no. Te dejan en calzoncillos y calcetines que es la forma más antiestética de dejar a un hombre. Ahí estás tú, con esa imagen digna de fotografía del National Geographic, miras para abajo, y ahí está de nuevo. El calcetín roto. ¿Por qué no lo tiraste?


Otro lugar en el que suelen ocurrir estas cosas son las zapaterías. Cuando te quitas el zapato en una zapatería está todo el mundo mirando. Hay quien va a comprarse zapatos después de hacer una maratón y entonces está todo el mundo con mascarilla. Ves al hombre quitarse las bambas a cámara lenta y la dependienta corriendo, también a cámara lenta: «NOooouooOOoouooOOooo» Patapam. Adiós clientela. ¡Sálvese quien pueda! ¡Todos a cubierto! ¡Declaren el estado de emergencia! ¡Es un ataque bacteriológico! Una odisea. Total, que justo ese día, también, andas con el agujero en el calcetín dejando asomar el dedo y dejando entrever tu dejadez ropil.


Podríamos elucubrar varias teorías que nos dijesen por qué la gente no tira un calcetín que está roto. ¿Es por cariño? ¿Por pereza? ¿Porque generalmente no se ven? Es curioso porque si ves a alguien con el calcetín roto da cierta mala sensación, que le puede pasar a cualquiera pero… Da cosica. Yo creo que la única teoría factible por la cual la gente no tira los calcetines con agujeros es porque los calcetines nunca se compran. No. Siempre los compra la abuela y los regala en reyes o cumpleaños, y por lo tanto, si te quedan pocos calcetines y encima se te han roto, total, para qué; hay que aguantar hasta que la abuela vuelva a comprarlos.

1 respuesta

  1. 04/09/2016

    […] por fin vuelve al cajón con su pareja. Bueno, o con otro calcetín. El que fuera. Ya que cuando un calcetín se pierde, los demás convierten esa tragedia en una orgía: ahora van todos con todos y nadie es […]

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