Post navideño (VI): Las comilonas


Ya hemos pasado los tres días más potentes de la Navidad en lo que a comer se refiere: Nochebuena, Navidad y San Esteban aquí en Cataluña. Ni que decir que el sábado por la noche ya ni cené, ¿por qué comemos tanto en Navidades?



Pues porque nos ponen más comida, y claro, por no hacer el feo y dejar las cosas ahí… Pues acabas zampando como un «condenao»: que si gambas, que si chipirones, que si almejas, que si mejillones, que si «carne mechá»… En fin, que en la mesa hay de todo como en botica y tu comes de todo. Mucha gente se siente mal y come poco en Navidad, yo les digo, comed comed y luego ya lo perdereis, pero no dejeis nada en la mesa que no es plan de dejar tantas cosas buenas ahí.



Y es que no hay nada peor como estar a regimen en Navidad. Deben de sufrir mucho. Pero claro, no se acaba todo con la comida, que consiste en aperitivo y luego lo que entre después (ya que con el aperitivo hubieras tenido comida y cena en un día normal); sino que continua con el postre. Que no es un postre normal, no. Consiste en melocotón en almíbar, piña del tiempo, helado, flan y nata por encima para hacerlo más bonito y meter más comida, es decir, un pijama, que todavía no se porque se le llama así.



Y te pones hasta el culo. Pero es que todavía hay más, llegan los turrones que se suelen quedar ahí y quedan para el año siguiente, que si alguna vez habeis cogido un turrón del año anterior podreis observar ese caldo aceitoso tan majo que hay quien incluso lo usa para lubricar el coche. También aparecen los polvorones, las pasas, los bombones, un sinfín de chucherías que pretenden que nos metamos por pico cuando ya es imposible que quepa algo más en nuestro estómago quejoso.



Te levantas de la mesa con esfuerzo, piensa que también te has bebido el vino y el cava correspondiente y aún te están preguntando si quieres un carajillo o una copa. ¿Más cosas? Prefieres ir al lavabo.



Y ahora cuando llegan los días normales hay que dejar descansar el buche, y encima empezar a estudiar, e ir al gimnasio a quemar las calorías de estos días. Vuelve el estrés, pero sólo por unos dias. Fin de año está al caer…

1 respuesta

  1. jose dice:

    Antes que nada hay que llenar la mesa de platos de los que cada uno coge lo que le parece: jamón, gambas, queso, papas fritas y picos. Con esto en verdad ya está comido todo el mundo, pero es navidad!

    Luego el primer plato, el puchero; luego el segundo, el faisán -pollo si este año la veda la echaban demasiado pronto-; después el pijama -melocotón, piña y flan, con nata por lo alto-, después los turrones y los polvorones. Y en año nuevo todo dios para el gimnasio xDD

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