Crean en Japón el primer karaoke en el que te tocan el instrumento
Japón es una isla donde la locura, desde nuestro punto de vista, se sucede día a día. Para ellos lo que os traigo hoy es algo normal. Una más de entre sus múltiples programas raros basados en parafilas sexuales: el primer karaoke del mundo donde el reto está en cantar bien mientras te sacuden el cimbel. Como lo leéis. El programa consiste en cantar aguantando como un jabato mientras una jovencita sonriente te va tocando el instrumento. Más musical imposible.
Pero esto no os lo explico de boquilla, esto viene con vídeo incluído. Mirad, mirad.
Esto es lo que llamo yo cantar con sentimiento. Encima la japonesita no solo le maneja el ciruelo con maestría, sino que además le va susurrando marranadas al oído para que se desconcentre con más facilidad. Lo que no me queda claro es el objetivo: ¿hay que cantar bien o aguantar cantando la canción entera sin soltar todo el cargamento de un camión de la Central Lechera Asturiana? Porque si consiste simplemente en cantar bien lo tienen fácil los eyaculadores precoces: mientras está la entradilla de la canción lo sueltan todo y a cantar como los ángeles.
Eso sí, si nos atenemos a los grandes consejos del cantante Cristian, una vez eyaculado pierdes dos o tres tonos. ¿Os acordáis? Igual algunos sois muy jóvenes, pero en el primer Operación Triunfo un señor aconsejaba a los triunfitos que mejor estar dos o tres días sin soltar lastre que luego al cantar perdías fuelle. Se notaba mucho que no hacía giras muy extensas o era un eunuco de mucho cuidado. Dile a los de Led Zeppelin que no toquen a las groupies que luego pierden tonos, que te mandan a cazar tiburones al caribe.
A estos japoneses no parece importarles mucho el tono en las canciones, al fin y al cabo escuchar un karaoke japonés – y en general cualquier karaoke – es lo más parecido a estar en una sala de tortura de gatos. Aquí lo que importa es el cachondeo. Los pobres muchachos sufren y a la vez disfrutan y las caras que ponen nos sirven a todos para echar unas risas. El reto está ahí, en aguantar sin escurrirse y dar el do de pecho, ¿pero cuando nos ha importado el resultado de un programa japonés? A Humor Amarillo me remito. Cómo les gusta a los japoneses hacer sufrir a sus compatriotas…
Vía «mis amigos por Whatsapp» que me mandan estas cosas.
Jajajaja Donde dices que hay que apuntarse?
Muy bueno saludos