Saludar a los conocidos de vista (encuesta acabada)
Todos hemos vivido este momento incómodo alguna vez: vas por la calle caminando y te cruzas con alguien con quien coincidiste una vez hace tres años o más. O vete a saber. Su cara te suena vagamente y caes en la cuenta de quien es unos segundos antes de alcanzarle, la otra persona te mira pero parece pensar exactamente lo mismo así que ninguno de los dos sabe si saludar o no porque igual, oye, te quedas con cara de tonto, o el brazo en alto y luego has de hacer ver como que te peinas hacia atrás. Es horrible ese momento y puede acabar de dos maneras: o bien levantando ligeramente la barbilla para decir «ey» un poco disimulado por si acaso; o bien termina con los dos mirando el reloj con cara de «uy qué hora es, ya llego tarde al trabajo». Mal.
Por eso necesitaba preguntaros qué hacéis, en una de mis múltiples labores sociales con El mundo está loco: conocer qué pensáis sobre las nimiedades del día a día. Desde principios de enero que estaba la encuesta colocada aquí y hasta hoy no la he dado por finalizada tras 150 votos de gente de todos los lugares del mundo. Dicho así parecen pocos, eso sí. En proporción, al menos. Pero no haremos caso a la muestra – total, los periódicos se inventan estadísticas con una sola muestra: la del director del diario y su perro según los guaus que diga – así que extrapolaremos los resultados al mundo entero y convendremos a decir que sí, que en general la gente saluda a los conocidos de vista. Echad un vistazo a la infografía que me he currado yo con la ayuda de un mono tirititero con resaca de pacharán. Si hay algo mal es culpa mía, el mono es muy profesional.
Los resultados no dejan lugar a dudas, la mayoría de vosotros saludáis a los conocidos de vista aunque os toca los cojones, todo hay que decirlo. Igual alguno de vosotros chasqueáis un poquito con los labios justo al decir hola. O no, pero hay gente que lo hace. Da un poco de rabia, la verdad. ¿Por qué chasquean? ¿Estamos confirmando que ese chasquido demuestra que les jode decirte hola? ¿O es una manía? Quién sabe, el caso es que hay otros que incluso dan conversación y otros que no hacen ascos: saludan y punto.
Curiosamente todas las opciones del sí superan una a una a la más votada del no. Así que los que no saludáis sois minoría, pero lo hacéis. Vamos que si lo hacéis. La mayoría mira fijamente al centro, con la mirada vacía y perdida en el tiempo para evitar saludar. Como si no existiera la vista periférica o ese conocido que no se conforma con cruzarse, sino que te para. «Eh, Javi, eh, ¿te acuerdas de mí? ¡Hicimos un curso juntos hace ocho años!» «Si no lo miro pensará que no le he visto, si no lo miro pensará que no lo he visto…» Pero no te libras. Te zarandea y todo. Otros miran el reloj y algunos ni disimulan, pasan olímpicamente y ni saludan ni disimulan ni nada. Sois unos rebeldes.
Pero hay algunos, los once últimos, que sufren mucho con lo que os he expuesto en el primer párrafo y nunca saben que hacer. Así que abren una agujero en el suelo y meten la cabeza como si fueran una avestruz de ciudad y aquí no ha pasado nada. El miedo es libre, amigos. Para acabar os dejo de nuevo con otra encuesta para que sigamos votando sobre nuestras costumbres. Así pues, ¿qué es lo que más pereza os da en este mundo? ¡Ale! ¡A votar como locos!
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