La gente en LinkedIn es la polla

Embelleciendo el currículum en LinkedIn

Sí, he estado echando un vistazo a vuestros perfiles de LinkedIn desde hace unos meses y he llegado a esta conclusión: sois todos la repera en verso. En serio. Os doy mi más sincera enhorabuena. Me alegra ver como la mayoría de trabajadores de este país son manager de algo. Ha llegado hasta tal punto esta fiebre de los manager que vi un perfil de uno que había colocado en su currículum su gran logro de ascender al Villatuertas de Abajo desde Primera Regional a Primera División en el Football Manager 2008. «Football Manager Expert Consultant» decía ser el tío. Esperaba que le fichara el Barça para encontrar de una vez por todas a un central.

¡Todo el mundo gestiona cosas! ¡Y tiene puestos de mando, por supuesto! Por mil euros al mes hay cantidad de Project Managers en este país. Lo petamos. LinkedIn ha llevado al extremo aquello tan clásico de adornar el currículum. Porque quieras o no, a mucha gente le da un poco de cosa eso de enviar un currículum a una empresa con ciertos arreglos en los conocimientos por si acaso les pillan en la entrevista. ¿Pero en el LinkedIn que lo verán los colegas y compis de Universidad? Ahí es para pegarse el moco: «Manuel Pérez Pérez, CEO & Founder de Bar Manolo». Ahí es ná.

Dicen que en el mundo laboral lo importante es echarle cara, ser «echao pa’lante» – no lo hagáis para un puesto en un andamio – y venderse bien. Pero tampoco hay que pasarse. Que en LinkedIn hoy en día un basurero es un «Street Clean Excellence Manager». Mientras más palabras pongas, mejor. Y por supuesto en inglés. Sin ir más lejos, hasta el propio príncipe una vez que se convirtió en Rey actualizó su cuenta a: «Country Flower Pot Manager & Excellence Emblematic and Campechaning Decorative». Lo que pasa es que en vez de poner «Felícitale por su nuevo trabajo» el mensaje de la red social era: «Lámele el culo, vasallo».

En serio, ¿qué os pasa en LinkedIn? Os tomaba por gente humilde y campechana. Os dejan poner cuales son vuestras tareas en vuestro trabajo y sois todos la rehostia. Ha llegado a tal punto que cualquier cazateléfon… Digo, cazatalentos de las empresas de recursos humanos tienen que leer los currículums allí expuestos y rebajarlos un 30% por defecto. Sin ir más lejos el del nivel de inglés. Yo he visto gente que sé de buena tinta que saben decir «hello», «my taylor is rich», «guachimei» mientras cantan y poco más que tienen puesto nivel de inglés avanzado. ¿Avanzado respecto a quién? Luego va a la entrevista y:

– «¿Nivel de inglés?»
– «Alting»
– «Aha… Lo anoto. Nivel Ana Botella. Perfecto, ya le llamaremos»

Son de esos que siempre contestan a la gran y mítica pregunta de «cual es tu peor defecto» con un «puesss, es que soy muy perfeccionista y claro, hasta que todo no está perfecto no lo dejo y echo las horas que hagan falta». Es como si vas al Badoo y en tu peor defecto confiesas que la tienes tan larga que te dificulta muchísimo el abrocharte los pantalones y terminas enrollándotela en la cintura de tal manera que parece que tengas una lorza extra. ¿A quién vais a llamar?

En definitiva, entre las mentiras de las ofertas de trabajo y las mentiras de los currículums se podría decir que el mundo laboral es una gran y auténtica trola que se alimenta a sí misma. Y yo sin poner que soy CEO & Founder de El Mundo está Loco. Qué mal me vendo.

Bonus: JRMora me pasa esta foto que ilustra perfectamente un embellecimiento fantástico de los estudios. No iba a clase, pero le sacaba jugo: