Retiran del mercado unas pastillas con sabor a pene

pastilla con sabor a pene

«Penis flavoured» como reclamo, ojo

Hasta hace bien poco las únicas pastillas que conocía de sabores eran los sobrecitos o jarabes que contenían cierto sabor a naranja o limón. Siempre he pensado que no sé qué naranjas comen los farmacéuticos, pero no se parecen en nada a las que yo he probado. Las demás pastillas suelen saber a rayos. Pero lo que nunca habría pensado es que existirían unas pastillas que tendrían un sabor aún peor: a pene. No es que lo sepa por conocimiento de causa, claro. Ya para empezar, no llama, no atrae. Aunque todo hombre siempre espera que para su pareja no sea tanto problema… Ejem. Qué tos.

Pues bien, existen unas pastillitas en este planeta, o existían hasta hace bien poco, que tenían sabor a pene. ¿Y todo esto para qué? Para arrancar la homosexualidad de la faz de la Tierra. Unos farmacéuticos americanos habían creído encontrar la cura de la homosexualidad o simplemente eran unos timadores que se aprovechan de la gente que piensa que la homosexualidad es una enfermedad. Todo puede ser. Las pastillas, de nombre Gay Away, prometían curar la homosexualidad de la única forma que creían que era posible: empachándote a pene.

Qué visión tendrán que tener de los homosexuales para que el reclamo publicitario de la pastilla sea precisamente el sabor. Me los imagino vendiéndolo en un bar gay: «¡Pero si es vuestro sabor preferido! ¡Si sabe a polla! ¡Mientras os dais el gusto en la boca os quitan estas manías pervertidas que tenéis y poco a poco las pastillas os irán dando asco! ¡Vamos! ¡Comed! ¡La próxima versión la fabricaremos con venas!» Poca broma que en el propio prospecto avisaban de que si no se curaban en cierto tiempo y seguían teniendo ganas de usar la puerta de atrás, que se tomaran cuatro al día. Lo dicho, curados a empacho.

La cuestión es que finalmente las han retirado del mercado debido a que un padre descubrió las pastillas en la mochila de su hija de 12 años. Al parecer la muchacha tenía dudas sobre su sexualidad y quiso probar el sabor a sucedáneo de pene para ver si era lo suyo. O es que se creía lesbiana, no lo sabemos muy bien. El padre ha debido quejarse, ha saltado la voz de alarma y finalmente han retirado las pastillas del mercado por ser un timo evidente. Ahora solo falta que alguien le abra la mochila a una niña y le encuentre pastillas homeopáticas para el día después. Y ya estaremos todos.

[Noticia original]

Gracias a @Becaria_ por el link

2 Respuestas

  1. Viana dice:

    WTF? ¿Todavía piensa la gente que la homosexualidad es una enfermedad? El mundo está loco.

  1. 17/12/2013

    Información Bitacoras.com

    Valora en Bitacoras.com: “Penis flavoured” como reclamo, ojo Hasta hace bien poco las únicas pastillas que conocía de sabores eran los sobrecitos o jarabes que contenían cierto sabor a naranja o limón. Siempre he pensado que no sé qué naranjas comen ..…

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