Cómo hacer que tu hijo crea en los Reyes hasta los catorce
– No los llevéis al colegio: Primero, es posible que allí les enseñen cosas. Hoy en día todo el mundo sabe que para triunfar lo único que hay que saber es: jugar al fútbol o cantar. O saber robar. Y segundo, allí otros niños, o bien mayores u otros que no hayan seguido estos consejos, podrán revelar la verdad a tus pequeños e indefensos cachorritos. «Pues los Reyes son tus padres» – le diría el listo a tu hijo. Y tu hijo traumatizado, porque de repente se da cuenta que su familia es un ménage à trois en el que tu padre tiene chopocientos años, tu madre se llama Gaspar y tiene problemas con la depilación de la barba y un señor negro va detrás y les da por el culo a ambos. ¡Un trauma! No lo llevéis al colegio. Salvad a vuestro hijo de estas visiones horribles.
– Amenazarlo con no tener regalos: A muchos niños se les asusta con que si no creen en una existencia superior, ese ser en el que no creen les castigará de formas de lo más creativas. Curioso lo que un ser bondadoso puede hacer si por casualidad alguien duda de él, ¡qué les hará a los malvados de verdad! Pues lo mismo con los Reyes Magos. Si el niño empieza a dudar y hacer preguntas… Se le amenaza con la pérdida de los regalos. «Uy que si no crees en los Reyes te traerán carbón» «¿Entonces si me porto mal, pero creo mucho en Melchor, Gaspar y Baltasar tendré muchos regalos?» «¡Por supuesto!» Serían unos Reyes un poco mafiosos: «Joaquín Pérez de un pueblo de Teruel dejó de tener regalos a los 8 años, empezó a hacer demasiadas preguntas… Sabía demasiado, no podíamos permitirlo» Y que parezca un accidente, o en su defecto: la crisis.
– No llevarlo a las cabalgatas ni mostrar las de la tele: Las cabalgatas son un peligro. Primero por los abuelos recogiendo caramelos con el paraguas al revés. Segundo, los abuelos recogiendo caramelos dando bastonazos a los combatientes. Tercero, porque algunos caramelos son lanzados a mala leche y pueden dejarte con un ojo de cristal. Aparte de eso, tienen otro peligro. Por ejemplo como lo que pasó con un señor de Cuenca en el año 96. Iba disfrazado de Melchor, se levantó de su poltrona en la zona más concurrida del recorrido, se arrancó la barba postiza y gritó: «¡¡Los Reyes son los padres!! ¡¡Los Reyes son los padres!! ¡¡Todo es una maldita farsa!!» Los padres tapando los oídos a los niños, la policía asaltando la cabalgata, los pajes disparando caramelos con metralletas… Un jaleo no recomendable para menores.
Aparte de evitar esos trágicos acontecimientos, las cabalgatas obligan a los niños a hacerse preguntas. Primero, allí, in situ. «Mamá, ¿por qué Baltasar parece un muñeco de cera que se deshace?» «Es que en Oriente sudan raro» «Pues más bien parece que destiña» «Es que en Oriente los negros son como muñecos de cera, y con el calor a veces se deshacen un poco» «Mamá, estás loca» «No hijo, estos amables camilleros son solo el servicio de la casa» Hay que aguantar estoicamente todo tipo de cuestiones de lo más peliagudas. Pero además al llegar a casa es peor porque ven la tele y en todos los pueblos de España había tres reyes magos. Sorprendente capacidad de desdoblamiento. Así pues hay que explicarles que los Reyes usan la teletransportación y que tienen poderes que para eso son magos. Y no pienses tanto niño, que sufrirás en la vida.
– Si nada de lo anterior funciona, aguantar la mentira hastas las últimas consecuencias: Por ejemplo, podéis contratar actores para que se disfracen de Reyes Magos y lleguen por la noche a la casa a darles los regalos. Nada de obligarlos a dormir. A ver quién tiene huevos de decirle a tu hijo que los Reyes no existen si cada año pones a tres señores en casa a que traigan regalos. Eso sí, hay que ir con cuidado con quien se contrata porque a lo mejor lo de traerse el camello lo entiende mal y le hace un colacao a los niños que los tiene despiertos hasta tres días después. Como última opción, si el tema de contratar actores se sale del presupuesto, queda encerrar al niño en un bunker, alimentarlo de tranchetes que es lo único que cabe por debajo de la puerta, y obligarlo a estar ahí para que no se contamine con pensamientos externos. Todo sea por mantener la ilusión.Realmente, por mucho esfuerzo que se haga, los únicos niños que hoy en día se creen lo de los Reyes Magos son los que van de los 0 a los 4 o 5 años. Y porque realmente no saben ni qué son los Reyes, ni tan siquiera casi llegan a saber qué regalos tienen y qué día de la semana es. Luego hasta los 10 se hacen los longuis por conveniencia y para no romper la ilusión de los padres, que son realmente los que parecen más interesados en el tema. A los niños les da igual si vienen los Reyes, Papá Noel, el Cagatió o el señor de la gabardina de la puerta del colegio: el caso es pillar regalos.
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Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Estos son los de verdad A pesar de lo que las reformas educativas pretenden una tras otra, los niños cada vez son más listos. O cuanto menos, más espabilados. Los padres intentan hacer creer a sus hijos toda clase de mentiras…..
[…] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Cómo hacer que tu hijo crea en los Reyes hasta los catorce elmundoestaloco.com/2012/01/como-hacer-que-tu-hijo-crea-e… por hunteel hace […]
Cómo hacer que tu hijo crea en los Reyes hasta los catorce http://t.co/2uV7Vj0Z8c vía @el_morri
[…] los niños lo tenían muy fácil para creer que todo esto de los Reyes Magos era una farsa. O bien, los más ingenuos, que los que allí aparecían en la cabalgata no eran más que unos farsantes usurpa-identidades. […]
[…] villancicos, ni Belenes, ni Reyes Magos. Lo que se lleva últimamente es precisamente odiar la Navidad. Ebenezer Scrooge no volverá a […]
[…] han de ser como mucho uno. Lo interesante es que no hubiera regalos y que los trajeran de verdad los Reyes Magos. Pero resulta que en la casa real mágica también hay recortes y piden comisión por cada regalo. […]