Las rebajas sacan lo peor de la gente

Esta pelea era de mentira…
Pero y lo bien que ilustra el post
He de entonar el mea culpa (y el caga remordimientos, chiste de la tarde) respecto al tema de comprar ropa. A ver si así, confesando públicamente, consigo romper mi endémica pereza. A mí eso de desvestirme y volverme a vestir veinte veces tras una cortinilla me hace bostezar. No tanto, eso sí, como aguantar un bolso de mujer durante un rato, bien apartado del cuerpo para que se note que no es mío. Que una vez una chica me dejó uno mientras se cambiaba en los probadores y cuando salió se lo había dejado a un hombre con tatuaje de «amor de madre» muy majo que se ofreció voluntario a aguantarlo, así nadie pensaría que el bolso es mío. Misteriosamente ese hombre desapareció y yo perdí, digamos, una oportunidad para ligar aquella tarde. Y el huevo derecho. En resumen, las tiendas de ropa y yo no nos llevamos bien. ¿Y qué peor momento hay para ir a una de ellas? Las rebajas.
Aviso necesario

 

Las rebajas se llaman así porque los precios están más bajos que habitualmente, sino se llamarían las realtas. Es un dato que dejo ahí. Para pensar y darle vueltas. Éstas empiezan justo después del día de Reyes para que la gente que compró los regalos antes y se den un paseo por las tiendas, se tiren de los pelos púbicos con fuerza al ver el bajón de precio. Así pues, como estamos en crisis y todas esas cosas, muchísima gente hace los regalos de Navidad en efectivo para que cuando lleguen las rebajas puedan comprarse lo que les dé la gana y a un precio mucho más económico. Ha llegado hasta tal punto el tema que la gente regala billetes de 50 euros con un lacito y una pegatina que pone «Deseo que te guste» o «Vale por lo que te salga de los huevos que no tengo ganas de ir a comprar y está todo muy caro». El espíritu de la Navidad, amigos.

Así que el pragmatismo se ha apoderado del espíritu navideño y muchísima gente sale a las calles a partir del día siete para hacerse los auto-regalos de Reyes. Estos se juntan con las personas ya habituadas a los días de rebajas. Son esas señoras que aparecen en los encabezamientos del telediario. Agarradas a su bolso van dando codazos a las otras marujas de la puerta para entrar las primeras en el Corte Inglés. Son señoras que quizá en su casa son la mar de calmadas. Acarician a sus hijos, les pone Vicks Vaporub con suavidad, hacen sus cenas preferidas, dan centimillos al mendigo de la esquina, ayudan a cruzar la calle a los ancianos… Pero para ellas el símbolo de El Corte Inglés es el equivalente a la luna llena para el hombre lobo. Su corazón late más fuerte, se le afilan los colmillos y les sale pelo en el sobaco, de las horas que llevan paradas en la puerta sin poder depilarse. La transformación se ha completado: son las Rebajalobas.

Las Rebajalobas son aquellas mujeres que no compran: devoran la ropa. Echan el ojo a cualquier oferta y la cogen, aunque no les vaya bien, aunque sea más feo que ver fornicar a un orco de Mordor con Amy Winehouse, les da igual. Donde ponen el ojo ponen la zarpa. Y pobre de que haya alguna otra Rebajaloba intentando coger la misma pieza. ¡Lucharán hasta la muerte si hace falta! Imaginadlas. Una al lado de la otra, apretando los dientes, estirando hacia sí mismas la camiseta con estampado verde-lila-fosforito, a cámara lenta, gritando desesperadamente: «Guaarrouuuaaahh, yoouuu la viiii primeeerroouuuu» Hasta convertir la bonita camiseta en una sábana para cama king-size.

«É to míooghh»
Todo esto lo que provoca es que gente como yo, que tenemos una especial alergia a ir a las tiendas de ropa y que vamos para no ir en pelotas por ahí, nos dé absoluto pavor entrar en una en estas fechas. ¡Y eso que yo no tengo que luchar por una falda! Y luego viene otro hándicap para estos días, que son las colas que se forman. Ya solo para probarte un par de pantalones, una hora de cola. Con siete Rebajalobas al lado escupiendo espuma. «¡Esa se ha colao! ¡Le voy a abrir la cortina para que se le vea el parrús!» Cualquiera se cuela. Entra dentro contigo y te deja sin el carnet de padre. Luego tampoco tardes más de la cuenta, o te olvides mirar varias tallas de lo mismo. Cuando se juntan en manada ponen en marcha «la llamada del criticonismo» para que te piten los oídos hasta tal extremo que salgas del probador arrastrándote por el suelo reclamando piedad. «Tenéis vía libre pero callad yaaa, ¡por Dios!»

Por eso están los precios tan baratos. Para compensar todos estos dolores que tienen que sufrir los compradores cuando intentan ir en época de rebajas. O la consecuencia es al revés, porque los precios están más bajos la gente se vuelve loca y saca lo peor de sí mismos, barriendo todo a su paso. Sólo imaginad por un momento que en vez de los precios rebajados, dieran las cosas gratis. Si ya la gente se prepara para duelos a espada por un mísero caramelo de la cabalgata de Reyes, ¿qué harían si en la puerta de El Corte Inglés repartiesen moda primavera-verano tirándola al azar a la turba enfurecida? Miedo me da pensarlo, pero… ¿La Revolución Francesa? Una nimiedad en comparación…

13 Respuestas

  1. Bonés dice:

    ¡Le voy a abrir la cortina para que se le vea el parrús!

    xDDD Lo que me he reído con eso!

  2. Anonymous dice:

    Simplemente, genial.

  3. Natalia Ortiz dice:

    Jajaja, qué bueno xDD
    Aparentemente, tiene que ser algo así similar… pero a mí no se me ocurriría estar ahí en la puerta esperando para ser de las primeras u.u, y si puedo evitar ir a comprar ropa en estos días, mejor. Total, para que luego se vaya a tiendas, esté todo barato y sólo haya pingajos feos… con lo que ya da igual si hay talla o no, que tampoco es que haya, así que mejor todavía. Así, es un ahorro para la vista, que también se cansa de mirar semejantes… lo dejamos en semejantes. Además de evitar colas, un montón de gente empujando que pilla cualquier trapo y demás. No, gracias xD
    Un saludo!! :)

  4. morri dice:

    Bonés: Gracias! ^^

    Anónimo: :O Muchas gracias ^^

    Natalia Ortiz: Gracias ^^ Haces bien. Nunca se sabe y a veces puedes tener suerte y encontrar cosas decentes a buen precio, peeero hay que tener ganas a pasarse toda la tarde de tienda en tienda.

  5. Emilio dice:

    No hace falta imaginarse lo que pasaría si dieran las cosas gratis: aunque tiene ya algún tiempo, el video de los paraguas en el Fitur no tiene precio! http://www.youtube.com/watch?v=k4tjn3VVPis

    Genial el blog, por cierto!

  6. rojo dice:

    :D

    Oye chico, qué tienes tú contra las marujaaaaaaaas!!
    … y los marujos qué, eh? Que hay que actualizarse con los tiempos!
    :)

    Por cierto, me he quedado frita con lo del tema de los plagios … cómo debe de J***R!!

    … y qué poca autoestima, que cobardía, qué bajo tiene que caer una persona para copiar a otra y hacerlo pasar por suyo … Uf!

    Mucho ánimo!!!

  7. morri dice:

    Emilio: ¡Lo había visto! Es bestial lo de los paraguas, gracias por el video igualmente. Demuestra claramente como es la gente ante algo gratis. Muchas gracias! ^^

    rojo: Es que el tópico es más fácil de hacer chiste que si hago marujas y marujos, rebajas y rebajos :P Gracias por los ánimos. Por desgracia el tema de los plagios lo sufro de hace mucho. El de los nicks del Messenger sigue siendo de los más visitados de la web, pero también fue el más copiado. Si lo hubieran enlazado en vez de copiado seguramente ahora Google me daría más visitas. En fin, si buscas posts de plagio en este blog encontrarás varios, porque pillé a uno que mantenía un blog con solo cosas mías. Ese lo terminó borrando. Gracias por todo ^^

  8. opendoor dice:

    ¡Hey hey! Jajaja sí. En mi país es ago así.
    Para entrar a navidad, mamá me lleva a cmprar ropa a lo que llamaríamos el "downtown" del lugar… ¡Y qué carajos! Filas de gente gritándose precios y yo metiéndome en los vestidores a ver si me queda algo. Lo peor es que mamá con su voz fuerte y clara grita cuando vamos por zapatos "¡La talla má grande que tengas!".
    Mamá es experta en ir de compras… Yo lo aborresco también, eso comparto contigo. Ir a caminar por el lugar a tiendas donde a poco no tienen mi talla de zapatos… Caminar, caminar, el grito de mamá, caminar… ¡Este te queda precioso, me llevo este! Y así luego de largas horas de lo mismo acabamos con algo de buena ropa para un año o dos…
    El mundo de la moda, hay que decir…

  9. Ibán dice:

    Esa foto era de mentira, pero me encanta que se la hayan colado a El País y el ABC

  10. AmyJelyfsh dice:

    Las rebajas van bien para los que no tienen suficiente dinero para comprar ropa, como es mi caso ¬¬

    Por cierto, buen post ja ja XD Hace mogollón que no te leo

  11. Mireyot dice:

    Enhorabuena por el blog Morri, te sigo de hace poco y me encantas ;).
    Realmente las Rebajalobas asustan, a mí me hacen gracia porque son las mismas que , a pesar de correr como posesas en en rebajas, luego te piden el asiento el metro… jur jur.

  12. morri dice:

    opendoor: Yo hace años que no voy con mis padres a comprar, pero son expertos en hacerte sentir vergüenza ante desconocidos y más con las dependientas. Después de cumplir la mayoría de edad juraría que abandoné lo de ir acompañado por ellos a las tiendas.

    Ibán: Últimamente les cuelan de todo. El periodismo está acabado.

    AmyJelyfish: Yo también las aprovecho cuando la pereza no se apodera de mí. Muchas gracias ^^ ¡Y bienvenida de nuevo!

    Mireyot: Muchas gracias :D Me alegra que te guste el blog ^^ Yo una mujer de 40-50 años que pide asiento en el metro le digo: "Pero es que la he visto tan joven que no pensé que necesitara el sitio…" Y ya no les molesta tanto estar de pie. Felices para toda la semana.

  1. 29/11/2016

    […] de promociones intenta provocarte la sensación de sentirte mal si no aprovechas alguna de estas rebajas. Y sólo son útiles de verdad si sabes el precio original de las cosas. Porque si no, te tienes […]

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