Un cantante desconocido simula su propia muerte para vender más discos
El cantante canadiense Casey Biboh era el típico cantante que no conoce ni su madre. Y en este caso era cierto. Su madre lo abandonó a los dos años y fue incapaz de reconocerlo cuando lo vio en la tele de público de un programa de testimonios. Casey no solía cantar mucho en público. Nadie lo conocía, nadie compraba sus discos. Pero a Casey se le ocurrió una idea, ¿y si se hacía pasar por muerto para vender más discos? Al fin y al cabo a Michael Jackson y a Nirvana les había funcionado, pensó.
Pero tampoco estaba dispuesto a morirse así porque sí, para que sus familiares, entre ellos su madre que no le conoce, se aprovecharan de su patrimonio logrado con las futuras ventas multimillonarias de sus discos de folk-indie-punk-pandereta-rock. Un género inventado por él mismo que prometía revolucionar el mundo del rock. Y el de la pandereta. Así que consiguió convencer a un amigo medio lelo para ayudarle a hacer el montaje de su muerte. Quedaron en que irían a medias de los beneficios, preparó el testamento y montaron la escena.
El plan era sencillo: 1) Iban al cementerio y pillaban un cadáver 2) Lo colocaban en la casa 3) Ponían un montón de pastillas alrededor, a poder ser de viagra que da más morbo a los periodistas 4) Dejar que venga la prensa, fotografíe la escena y se les dan los discos 5) Esperar que las discográficas hagan recopilatorios superventas. Todo estaba planeado. ¿Qué podía fallar?
Al parecer el amigo de Casey cogió un cadáver en avanzado estado de putrefacción, y cuando lo soltaron en el suelo casi se deshace solo. Cuando llegaron los periodistas de dos diarios locales, uno de ellos se desmayó del olor y no pudo escribir la noticia; y el otro iba demasiado borracho para escuchar los discos. Todos los demás periódicos pasaron de la noticia y esperaron a que las Agencias mandaran un teletipo para ponerlo en Breves. Un caso raro, pero que daría más tema al programa de Anne Rose (la Ana Rosa canadiense) que a las noticias que hacen vender discos. Nadie se interesó por su música, a pesar de que estaba sonando de fondo en la casa cuando llegaron los periodistas, por si colaba.
Y es que a Casey se le olvidó algo fundamental: para vender discos después de muerto, al menos has de haber vendido algo estando vivo. Lo peor no fue eso, lo peor fue que a pesar de todo, siguió con la farsa e intentó cobrar el seguro de vida. Hasta que coincidió con un inspector en un club de striptease de la frontera, que lo reconoció como el hombre de la viagra en descomposición. «Siempre había pensado que la viagra era jodida, pero no que fuese capaz de descomponer un cadáver en cuestión de horas» – le dijo. Así que ahora está condenado a una multa millonaria por intentar timar al seguro. Tendrá que vender muchos discos para pagarla…
Pues si llega a vender uno antes, ya hubiese estado la Canadian $GAE a pillar cuando montarón el paripé…
¡ Dios los cria y ellos se juntan!,¡ cuánta razón,cuánta razón!
Uyyy no jodas que hizo eso jajaja … la música la puso de ambientación, a nadie le iba a importar.
Saludos !
Tiberio: Pues fijo, le hubieran cobrado solo por ponerla de fondo en su propia casa. Por emitir en público ante los periodistas.
kkarlos: Lo tenía todo preparado el hombre, el pandereta-rock tendrá que esperar.
es veridico?? no jodas jajaja que loco el tipo.
igual me recordo un capitulo de la caricatura HEY ARDNOLD, donde el cantante del barrio llamado Dino spumoni (o algo asi), ase lo mismo que este tipo, pero a dino le sale bien el juego. (aunque luego un imitador se casa con su esposa, pero eso ya es historia).
saludos
Gari V: Sobre lo de si es verídico, puedes pasarte por la sección de noticias: [Noticias] del blog y extraer tus propias conclusiones :P