Tipos de asistentes a los fuegos artificiales
Como ya os avisé en el post sobre la Fiesta Mayor de Blanes, el próximo post sobre el tema de la fiesta mayor sería sobre los tipos de personas que van a mirar los fuegos artificiales. Y es que aunque no lo parezca, hay muchos tipos de comportamiento diferentes en la playa para ver los fuegos, incluso para no verlos.
Lo primero que has de tener en cuenta si vas a ver los fuegos artificiales en Blanes es el de coger sitio en la playa. Es recomendable llevarte una toalla para el culo por si vas un poquito arreglado, ya que la arena tiene polvo. Pero eso sí, has de salir pronto si quieres sentarte en el centro, si vas por lugares lejanos a la Palomera (que es donde tiran los fuegos) y donde en la primera media hora se ven las luces de colores y en la segunda media hora se oyen los «traquíos» de los petardos, pues no te hace falta salir con tiempo que encontrarás algún hueco.
El primer tipo que te encuentras al llegar a la playa es el vendedor de objetos inútiles. Esta gente no va por gusto a ver los fuegos, ni por el gusto de la otra gente que también va a verlos. Van a vender luces de colores para iluminar en cuanto que se apaguen las luces de la calle (los fuegos se ven con las luces apagadas). Y también aprovechan para vender cualquier otro tipo de gilipollez, como por ejemplo perros andantes que hacen ver que copulan, collarines, pulseras (si son solidarias son con ellos mismos) e incluso cd’s piratas (ya puestos…). Hubo un tiempo que decían que los collares luminosos eran tóxicos, y no es que no tuvieran razón, pero es que si muerdes un collar que lleva veintemil componentes normal que te pase algo malo, lo que no es normal es que lo muerdas…
El segundo tipo de asistente que te encuentras y que has de tener muy en cuenta antes de sentarte son los silleros. Los silleros son aquellos que se llevan sus sillas de casa (como su propio nombre indica) para así no mancharse el culo con la arena (que suele tener polvo como dije antes, y no del que pensáis, aunque también). El problema de esto es que si te sientas detrás de uno de ellos en el suelo de la arena ya puedes olvidarte de ver nada, sólo verás los petardos que suben más alto. Así que es recomendable no sentarse nunca detrás de un sillero.
De todas formas, hay que tener en cuenta una cosa, una vez te has sentado y has cogido sitio y va a empezar el espectáculo, hay una ley no escrita que manda a estar en silencio viendo los fuegos. Eso es algo que ocurre siempre en el centro de Blanes, donde se nota la tradición y que la gente que va es gente de toda la vida. Pero en las zonas más alejadas están los novatos y los guiris los cuales no tienen ni puñetera idea de fuegos y aparte de que hablan (tampoco importa mucho ya que los petardos se oyen a la media hora de después de tanto retardo), aplauden cuando no toca.
Los novatos son los que llegan por primera vez a ver los fuegos y tienen curiosidad. El problema es que no tienen ni idea de como funciona el tema. Ayer sin ir más lejos había un grupo de novatillos que simplemente al acabar una traca de fuegos debajo del agua (preciosa) decidieron que ya era la hora de irse. Ellos y unos cuantos más. Nosotros decíamos: «¿Dónde van? ¿Dónde van?» Pobrecillos novatillos que no saben las fases de un espectáculo pirotécnico en Blanes. Los guiris son un caso aparte, ellos están con sus cervezas y su alcohol en vena y cuando les da el puntazo aplauden y gritan. Cuando no toca, sí. Pero ellos son felices…
Luego ya te encuentras a los entendidos, son aquellos que hablan de los tipos de fuegos artificiales que tiran, con nombres técnicos, hablan del buen uso de la roca, del ritmo a la hora de lanzar los fuegos, etc. Vamos, mi grupo de amigos. Pero es que son 22 años viendo fuegos y algo sabemos sobre el tema… Eso sí, siempre te encuentras a los entusiastas, que les encanta cualquier cosa, puede ser que sean novatos también, pero es que a la mínima que hay un fuego bonito ya están: «OOOOOOOooooooooooohhh» Y hombre, los orgasmos déjalos para las parejitas.
Porque también hay parejitas en los fuegos que, aprovechando que las luces están apagadas y la gente mira para el cielo, se ponen a retozar en mitad de la playa cual perros en celo. El problema es cuando se encienden las luces y acaba la traca final, que si ellos no han hecho la traca final… Acaban viéndolos el pueblo entero. Son de esa gente que no va a ver los fuegos, que van a lo que van, como los porreros. «Ualee como mola macho, queee flipeeee de fuegosss» «Eso eso pasa el fuego que se me apaga el porritoo» «No guooomannn no craiiii» Eso sí, ven más luces de colores que todos los demás asistentes.
De todas formas, el personaje que se lleva la palma es el dominguero. Es aquel que llega a la playa en gorra, chandal de verano, es decir, camiseta y pantalón corto a juego; que además lleva cámara de video, de fotos o de lo que sea y que en cuanto empiezan los fuegos se levanta. «¡Capullo!» Grita todo el mundo, y es que si alguien se levanta, los demás no ven nada. Pero es una costumbre típica de los domingueros, tocar los huevos en la playa, tocar los huevos en la carretera y también, como no, viendo los fuegos. Además, son los primeros en irse al acabar el espectáculo y coger el coche para crear cola. Eso sí, yo como soy del pueblo me libro de las colas…
Y hasta aquí la clasificación de asistentes a los fuegos, supongo que si habéis ido alguna vez a verlos os habréis encontrado con más de uno de estos asistentes. Hoy es el último día de fuegos artificiales y seguro que me encuentro a más de uno. Si queréis ver las crónicas de los espectáculos y fotos guapísimas sólo tenéis que ir a Wifiblanes y ver todas las crónicas con sus fotos espectáculares:
[Fuegos artificiales por Wifiblanes] (Clickad en cada día para ir viendo las pirotecnias de cada día)
P.D: Próximo post del tema: La feria: Atracciones de gastar dinero.
Lo primero que has de tener en cuenta si vas a ver los fuegos artificiales en Blanes es el de coger sitio en la playa. Es recomendable llevarte una toalla para el culo por si vas un poquito arreglado, ya que la arena tiene polvo. Pero eso sí, has de salir pronto si quieres sentarte en el centro, si vas por lugares lejanos a la Palomera (que es donde tiran los fuegos) y donde en la primera media hora se ven las luces de colores y en la segunda media hora se oyen los «traquíos» de los petardos, pues no te hace falta salir con tiempo que encontrarás algún hueco.
El primer tipo que te encuentras al llegar a la playa es el vendedor de objetos inútiles. Esta gente no va por gusto a ver los fuegos, ni por el gusto de la otra gente que también va a verlos. Van a vender luces de colores para iluminar en cuanto que se apaguen las luces de la calle (los fuegos se ven con las luces apagadas). Y también aprovechan para vender cualquier otro tipo de gilipollez, como por ejemplo perros andantes que hacen ver que copulan, collarines, pulseras (si son solidarias son con ellos mismos) e incluso cd’s piratas (ya puestos…). Hubo un tiempo que decían que los collares luminosos eran tóxicos, y no es que no tuvieran razón, pero es que si muerdes un collar que lleva veintemil componentes normal que te pase algo malo, lo que no es normal es que lo muerdas…
El segundo tipo de asistente que te encuentras y que has de tener muy en cuenta antes de sentarte son los silleros. Los silleros son aquellos que se llevan sus sillas de casa (como su propio nombre indica) para así no mancharse el culo con la arena (que suele tener polvo como dije antes, y no del que pensáis, aunque también). El problema de esto es que si te sientas detrás de uno de ellos en el suelo de la arena ya puedes olvidarte de ver nada, sólo verás los petardos que suben más alto. Así que es recomendable no sentarse nunca detrás de un sillero.
De todas formas, hay que tener en cuenta una cosa, una vez te has sentado y has cogido sitio y va a empezar el espectáculo, hay una ley no escrita que manda a estar en silencio viendo los fuegos. Eso es algo que ocurre siempre en el centro de Blanes, donde se nota la tradición y que la gente que va es gente de toda la vida. Pero en las zonas más alejadas están los novatos y los guiris los cuales no tienen ni puñetera idea de fuegos y aparte de que hablan (tampoco importa mucho ya que los petardos se oyen a la media hora de después de tanto retardo), aplauden cuando no toca.
Los novatos son los que llegan por primera vez a ver los fuegos y tienen curiosidad. El problema es que no tienen ni idea de como funciona el tema. Ayer sin ir más lejos había un grupo de novatillos que simplemente al acabar una traca de fuegos debajo del agua (preciosa) decidieron que ya era la hora de irse. Ellos y unos cuantos más. Nosotros decíamos: «¿Dónde van? ¿Dónde van?» Pobrecillos novatillos que no saben las fases de un espectáculo pirotécnico en Blanes. Los guiris son un caso aparte, ellos están con sus cervezas y su alcohol en vena y cuando les da el puntazo aplauden y gritan. Cuando no toca, sí. Pero ellos son felices…
Luego ya te encuentras a los entendidos, son aquellos que hablan de los tipos de fuegos artificiales que tiran, con nombres técnicos, hablan del buen uso de la roca, del ritmo a la hora de lanzar los fuegos, etc. Vamos, mi grupo de amigos. Pero es que son 22 años viendo fuegos y algo sabemos sobre el tema… Eso sí, siempre te encuentras a los entusiastas, que les encanta cualquier cosa, puede ser que sean novatos también, pero es que a la mínima que hay un fuego bonito ya están: «OOOOOOOooooooooooohhh» Y hombre, los orgasmos déjalos para las parejitas.
Porque también hay parejitas en los fuegos que, aprovechando que las luces están apagadas y la gente mira para el cielo, se ponen a retozar en mitad de la playa cual perros en celo. El problema es cuando se encienden las luces y acaba la traca final, que si ellos no han hecho la traca final… Acaban viéndolos el pueblo entero. Son de esa gente que no va a ver los fuegos, que van a lo que van, como los porreros. «Ualee como mola macho, queee flipeeee de fuegosss» «Eso eso pasa el fuego que se me apaga el porritoo» «No guooomannn no craiiii» Eso sí, ven más luces de colores que todos los demás asistentes.
De todas formas, el personaje que se lleva la palma es el dominguero. Es aquel que llega a la playa en gorra, chandal de verano, es decir, camiseta y pantalón corto a juego; que además lleva cámara de video, de fotos o de lo que sea y que en cuanto empiezan los fuegos se levanta. «¡Capullo!» Grita todo el mundo, y es que si alguien se levanta, los demás no ven nada. Pero es una costumbre típica de los domingueros, tocar los huevos en la playa, tocar los huevos en la carretera y también, como no, viendo los fuegos. Además, son los primeros en irse al acabar el espectáculo y coger el coche para crear cola. Eso sí, yo como soy del pueblo me libro de las colas…
Y hasta aquí la clasificación de asistentes a los fuegos, supongo que si habéis ido alguna vez a verlos os habréis encontrado con más de uno de estos asistentes. Hoy es el último día de fuegos artificiales y seguro que me encuentro a más de uno. Si queréis ver las crónicas de los espectáculos y fotos guapísimas sólo tenéis que ir a Wifiblanes y ver todas las crónicas con sus fotos espectáculares:
[Fuegos artificiales por Wifiblanes] (Clickad en cada día para ir viendo las pirotecnias de cada día)
P.D: Próximo post del tema: La feria: Atracciones de gastar dinero.
También hay un especimen (mis amigos) algo peculiar. «El aventurero», le gusta situarse cerca de la Palomera para estar cerca de los fuegos y que le caigan todo tipo de chispas y objetos a modo de peligro «controlado» (¿lo podriamos catalogar como turismo de aventura?).
Joer, no sabía yo que los fuegos de artificio dieran para tanto. Que cosas oiga …
peaso perraco asqueroso, y encima encelao… puaghhh
Te has olvidado de un tipo de asistente, que son esas madres que van con sus hijos y según van apareciendo los fuegos van diciendo:
«Mira hijo, el gusanito, y ahora los pelos»
Sí, ese tipo de gente es de las que te dan ganas de tirar al río (porque desde Salamanca los tiran desde el río, asi que te pones en el puente o arriba en la muralla)