Un jabalí borracho ataca a una vaca antes de caer por coma etílico

Probablemente es el mejor titular del que he tenido la oportunidad de escribir en toda la vida. Es una noticia antigua, pero llegó a mis ojos hace unos días. Así va El mundo está loco, al filo de la actualidad, surfeando el día a día, actualizando de higos a brevas. Pero aquí lo tenéis: un jabalí se enchufó entre pecho y espalda 18 latas de cerveza cual hooligan escocés, se vino arriba y luchó con una vaca al grito de «a que te meto un meco eh que miras a quetequete quete quete».

Para colmo de males el jabalí no compró las cervezas pagando sus correspondientes impuestos ni nada por el estilo. Para terminar de acabar con su vergonzosa actitud el jabalí le robó las cervezas a unos camperos que andaban por allí, por lo visto con muchas más cervezas porque tenían que ir bastante tostaditos para no percatarse de que un jabalí – un JABALÍ – les mangaba 18 latas una detrás de la otra y se las jincaba abriéndolas con sus patitas delanteras.

Otros camperos vieron al jabalí (al que llamaremos a partir de ahora José Alfredo, porque sí) minutos más tarde corriendo delante de una vaca enfurecida que había sido atacada y no estaba dispuesta a dejar así la afrenta. José Alfredo terminó en el río que fue el único sitio donde la vaca no se atrevería a meterse, haciendo buena la historia de que cuando uno se emborracha termina siempre bañándose en pelotas en alguna playa. O eso dicen que pasa en la costa. No lo sé. No me miren.

Un rato después José Alfredo terminó tirado detrás de un árbol durmiendo la resaca: imaginaos como tiene que ser una resaca de un jabalí. Imaginaoslo vosotros porque yo no tengo ni idea. A pesar de todo el momento cómico José Alfredo sobrevivió y ahora va a reuniones de Alcohólicos Mamíferos para poder superar su alcoholismo; la vaca siguió su vida a duras penas y daba la leche directamente en tetra brik de lo traumatizada que quedó. Los camperos pudieron hablar con la prensa tras el suceso y estaban muy tristes por la situación. Dieciocho cervezas perdidas. José Alfredo les jodió la fiesta.

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