El USB y sus cosas
En los años 90 a la industria de la informática se le ocurrió la fantástica idea de unificar los conectores de los periféricos en un estándar universal llamado USB. Un estándar para gobernarlos a todos y atarlos en las tinieb… Un estándar. No voy a entrar en tecnicismos, pero como muchos de vosotros sabréis porque lo habréis comprobado in situ el USB no solo sirve para conectar dispositivos sino que también permite transmitir información y la corriente eléctrica. En resumen, es cojonudo. Por eso se ha popularizado y por eso lo usamos diariamente con nuestros magníficos smartphones. Lo que no han sabido solucionar estos maravillosos ingenieros es: ¿Por qué siempre lo metemos al revés?
¿Por qué? Me pregunto yo otra vez. ¿Por qué? Si es facilísimo. Pues no hay manera. Una estadística que me acabo de inventar yo ahora mismo dice que solo el 10% de los usuarios mete bien el cable del USB en el ordenador a la primera. Los demás lo metemos mal la primera vez, lo miramos, lo comprobamos, le damos la vuelta, lo volvemos a intentar meter, no entra, lo miramos de nuevo, le volvemos a dar la vuelta a como estaba al principio, lo volvemos a meter y… ¡Ahora sí! ¡Ahora sí, cojones! ¿Por qué a la primera no entraba? Es un misterio, pero aunque la primera vez que lo metas esté bien, ¡no entrará!
El sistema USB está pensado para reírse de ti, no como un estándar. Lo crearon ingenieros maquiavélicos que querían bromear con sus amigos a la hora de introducir cables en los ordenadores. Sin ir más lejos, los creadores fueron los primeros en decir esta frase cuando alguno de sus conejillos de indias era incapaz de meter el conector a la primera: «Puf, ¡pues como todo lo metas igual!» No falla. Desde que estos alegres investigadores empezaron la broma, cada vez que alguien falla al meter el USB correctamente y tiene alguien al lado, esa persona le alertará de sus dificultades para introducir cosas en huecos. Un drama.
El otro problema que tiene es que no es estándar, ejem, del todo, por el otro lado. Así pues, aunque puedas creer que tienes varios cables USB intercambiables entre sí para usarlos de cargador para distintos aparatos de la casa, no siempre es así. La unión europea quiere acabar con este cachondeo padre, pero hasta ahora puedes tener una cámara de fotos con un microusb, el móvil con miniusb y el iPad con «somosAppleytejoderconlonuestro»usb. Podríamos convenir en que el nombre de USB viene de que cada vez que intentas poner un cable de un aparato en otro tengas que decir: «Uy-se-ve que no encaja». Y a comprarse otro.
Desde El mundo está loco por supuesto abogamos por la estandarización total del USB. Queremos que el cable sea igual por los dos lados y también por las dos caras del conector. Así no habrá confusión posible y evitarás que nadie dude de tus capacidades como conector USB humano. Que ya sabemos todos que aquellos que no pueden esperar al PC para extraer el USB de forma segura, ¿tendrán la misma impaciencia para usar su conector humano con protección? Os dejo la duda ahí. Para que la penséis.
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