Una monja entra en un hospital por un dolor de barriga y sale siendo madre

Esto debió hacerles sospechar

Ayer, tras publicar la noticia de que una de cada 200 mujeres dicen quedarse embarazadas sin tener sexo, una lectora – Roser – me alertó de otra noticia profundamente relacionada con la anterior. Una monja había acudido al hospital por unos fuertes dolores de barriga sin saber – según dice ella – que estaba en estado de buena esperanza y lo que le pasaba es que iba a parir en breve. No sabemos qué tipo de fabadas comían en ese convento para que hubiera colado lo de los dolores. Al parecer, y visto como está el tema de las embarazadas por obra y gracia divina, el Whatsapp del Espíritu Santo debe de echar más humo que el de Rafa Mora.

La monja afirmaba con rotundidad que ella no sabía que estaba preñada. Y durante los últimos 9 meses lo que tenía era una gran acumulación de gases en la barriga que le hacía estar profundamente incómoda. No sabemos si eran monjas tan de clausura que jamás en la vida habían visto una embarazada o se habían hecho las locas. ¿Son los conventos unos lugares mucho más lujuriosos de lo que parece? ¿Qué pasa cuando curas y monjas se encuentran? ¿Se ponen nerviositos y se hacen ojitos desde lejos? ¿El sexo entre curas y monjas está consagrado? ¿Cuando eyacula en realidad está bautizándola con leche bendita? Dudas y más dudas.

Ahora va a haber un poco de lío en el convento porque no saben muy bien quien es el padre. ¿El padre Luigi o el padre Mario? ¿O fue un monaguillo? Mucho cuidado con llamarle Papa, a ver si van a tener confusiones y se van a pensar que el Papa es el padre y vamos, un lío de padre muy señor mío. Para seguir provocando estas confusiones, la monja salvadoreña ha puesto de nombre a su hijo Francisco. En honor al padre, digo al Papa. Que ha llevado tal modernización a la Iglesia que ahora las monjas también dan a luz. Se nos están acumulando los Mesías y no vamos a dar abasto.

Por lo visto han querido echar de la diócesis a la muchacha por libidinosa y pecadora, aunque la madre superiora ha dicho que «tampoco ha hecho nada malo». Pues no, señora, no lo ha hecho; lo que pasa es que ustedes predican totalmente lo contrario. ¿Es una señal de un cambio en la Iglesia? ¿Pronto veremos hacerse realidad lo de «Orgía en el convento» o «Me confesé al cura y se la puse dura»? ¿Es verdad que los Rosarios son los precursores naturales de las bolas chinas? Seguiremos investigando. O no.

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