Un niño de dos años permanece encerrado en una lavadora por un descuido de su padre

¡Cú cú!

Es lo que tiene tener un padre tonto. Estaba la familia feliz en la lavandería poniendo su colada. El niño, sin saber que tenía un padre imbécil, le dice al padre: «Papá, me he manchao con el helao» En inglés porque era en EEUU, seguramente en Ohio, porque todo lo que sale en los telenoticias es en Ohio, más conocido por «Ojo ahí, oh». Entonces el padre dijo: «Pues mira, ¡te meto dentro y ya estás lavao entero, y eso que ahorramos en ducha hoy!» Así que va, mete el niño en la lavadora, cierra la puerta para hacer la gracia jiji jaja y pam: la lavadora se pone en marcha. Ni elija el programa, ni eco energy saver ni mierdas. Se pone en marcha al cerrar, ya te apañarás si tenías un niño o un gato dentro.

Así que al cerrar la puerta, al principio el padre piensa, con su neurona suelta: «Mira que niño más gracioso tengo, como da volteretas y se da cabezacitos con el tambor» Pero unos segundos después su cerebro reacciona y se da cuenta de que la lavadora está en marcha. Y no la pueden parar. La máquina bloqueada, todos los botones desactivados y el niño centrifugando. Al final llega un hombre ingeniero de la NASA o del MIT, busca el enchufe y la desconecta. El salvador del niño.

Lo mejor de todo esto es que hay un documento gráfico que hace de testimonio de este momento que demuestra una vez más que estamos cada día más cerca de llegar a Idiocracia. Mirad, mirad:

[Fuente]
[Otra fuente]

Actualización: Hoy he visto en las noticias que por lo visto no era el padre, sino el novio de la canguro. Sea como sea, cortito con ganas.