Resulta que hay un equipo español en Formula 1
Ante todo mis disculpas por la falta de posteo durante esta última semana, he tenido varios imprevistos y no me ha permitido tener un rato de relajación para escribir tranquilamente. Ahora, vamos a lo que vamos.
Alonso motivándose en sus primeras carreras
Desde hace muchos años sigo la Formula 1, a pesar de que en este blog no hable apenas de ella. Incluso antes de que hubieran pilotos españoles habitualmente en parrilla, ese lugar donde hay tocinillos y churrascos. Cuando empezaron a aparecer los pilotos españoles como Gené o De la Rosa, el interés en la Formula 1 aumentó para poder ver si llegaban con las carracas que tenían de coche a la posición catorce. Una emoción en cada carrera… Los comentaristas de TV3 nos decían que si De la Rosa no hubiera roto el cambio, ¡pudiera haber hecho podio! Con un Arrows. Claro, y si todos los pilotos de delante se chocan y se desintegran en cachitos también Gené hubiera ganado con un Minardi…
Ahí empezó pues, en nuestras carreras, el fanatismo por lo nuestro. Luego llegó Alonso, un piloto capaz de ganar al que le dieron además un coche decente. Entonces apareció Lobato y llevó al máximo el nivel de peloterismo patrio. «Hola Alonso, ¿qué tal? ¿Todo bien? ¿La carrera bien? ¿Unamamadita? Lo que quieras eh» La Formula 1 aumentó en popularidad en este país, pero no para hablar de las carreras en sí, sino de Alonso. A partir de entonces es muy fácil encontrar información de Formula 1 por todos lados, pero en la mayoría de los sitios no te enteras de nada. Es decir, sabes como quedan los españoles, pero no la clasificación general. ¿Quién ha puntuado? No lo sé, Alonso ha ganado. Eso es todo lo que debes saber.
Este año la españolidad de la Formula 1 es fantástica: hay ni más ni menos que tres pilotos de aquí. El primero, Alonso, con un Ferrari por fin. Ayer ganó con autoridad y con un poco de suerte, así que estamos de enhorabuena. Pero además tenemos a Alguersuari con Toro Rosso y De la Rosa con Sauber. Por lo tanto la información de la carrera es: Alonso ha ganado, De la Rosa se retira y Alguersuari queda el decimotercero. Y no quieras saber más. Los españoles es lo único que cuenta. Imagina un Mundial de fútbol: España se queda en cuartos. Y se cortan las emisiones a partir de ahí. En Telecinco cuando Alonso abandonaba estaban tentados a hacerlo. En serio. Si ganaba lo emitían en diferido, y sino ya mirarán el resultado en el teletexto.
Pero este año, oh, este año aún tenemos algo más para fomentar el orgullo patrio. ¿Sí? ¿Seguro? Bueno, orgullo, orgullo… Tenemos a Hispania Racing, el primer equipo español de Formula 1, que solo tiene de español el bigotón del dueño (como dirían la buena gente de Vicisitud y Sordidez) y la bandera del logo.
Primer prototipo del Hispania Racing
Para este año había dos opciones para tener un equipo español: o bien el Epsilon Euskadi de Joan Viladelprat con unas instalaciones del copón y bien preparado; o el equipo Campos Meta de Adrián Campos con mucha buena voluntad, pero sin recursos. En la FIA dijeron: «El Epsilon es demasiado serio para ser español, cojamos al que no tiene recursos que seguro que da espectáculo». Así que Campos se dedicó a buscar financiación y encontró a un bigotón que tiene más pinta de promotor inmobiliario que de mecenas automovilístico. En serio, parece Julián Muñoz, pero en limpio.
El hombre, de apellido Carabante, compró el equipo casi a última hora (aquí todo lo dejamos para el final) y dejó a Campos en un papel de mera comparsa. Lo primero que hizo fue cambiarle el nombre al equipo: «¿Qué es esto de Campos? Que parece que sea un equipo de la María Teresa Campos, que van a venir las abuelas a vernos. No, no. Hay que demostrar que esto es apañó, y le vamos a llamar Hispania. Porque no puedo llamarle EPPPAAÑÑA« Adrián Campos quería llorar, pero no era plan de hacerlo en mitad de una rueda de prensa. «¿Está nevando?» – atinó a decir. «No, Adrián, es caspa».
Pero resulta que se han puesto a correr en Formula 1 sin haber hecho ni una sola prueba, con un morro que haría llorar al niño Adrian Newey y un coche al que le dieron un motor el día antes de empezar los entrenamientos. Llegó un mecánico quitándose un pasamontañas y dijo: «¡Mirad! ¡He conseguido este motor! Lo acabo de sacar de un 600 que estaba aparcado en el parking del circuito». «Servirá» – contestó Carabante. Y ahí sacaron un coche que si la decencia siguiera existiendo en Formula 1, no se le permitiría correr. Qué se habrá hecho de la regla del 107%…
Lo que pasa es que el equipo de español tiene poco. Para empezar la mayoría de los mecánicos son alemanes, el chasis es italiano (Dallara) y el motor británico (Cosworth). Los pilotos son uno indio y el otro brasileño. Todo español de pura cepa. Claro, porque si el equipo fuera de verdad español, completamente, tendría su propia idiosincrasia. Al jefe le dijeron que había unos cuantos circuitos este año que eran urbanos y en el circuito de entrenamientos mandó a poner badenes. «Para que se acostumbre a como funcionan las ciudades españolas». Ya ves al pobre Bruno Senna dando saltitos con su bólido. «Y grita Bruno, grita coño, que aquí se grita» – le dijo. Y ahí ves al pobre gritándole a su compañero de equipo, que es el único más lento que él diciéndole: «¡Que vas pisando huevos domingueiro!». Y así se siente uno español de verdad.
¿Y las paradas en boxes? Uf, eso ya es harina de otro costal. Cuando aparecen los pobres pilotos en boxes en mitad de la carrera, teniendo en cuenta de que hayan aguantado más de dos vueltas, viene la odisea de la parada. Cuando llegan allí aparece un mecánico, con el palillo de dientes en la boca, colocándose bien los huevos en el mono, que está lleno de grasa. Porque esa es otra, ¿qué credibilidad tiene un mecánico, si los de Formula 1 están la mar de limpitos? En el Hispania tienen grasa por todos lados, como está mandao. Total, que se le queda mirando, le mira el coche por arriba y por abajo. «¿En 3 segundos que te cambie las ruedas? Uuuh, esto no va a poder ser eh. Vente mañana si eso y lo miramos. La junta de la trócola la veo mal, y uf, la bujía no hace chispa bien. Te hago un presupuesto y nos lo miramos eh» Y el pobre Bruno dándose cabezazos contra el volante.
Pero ahí están, en la máxima categoría del automovilismo luchando de tú a tú por superar los tiempos de la GP2. Ahí están, haciendo patria en la Formula 1, dejándonos en lo más alto. Viva.
Parte 1: El principio del chovinismo en F1
Desde hace muchos años sigo la Formula 1, a pesar de que en este blog no hable apenas de ella. Incluso antes de que hubieran pilotos españoles habitualmente en parrilla, ese lugar donde hay tocinillos y churrascos. Cuando empezaron a aparecer los pilotos españoles como Gené o De la Rosa, el interés en la Formula 1 aumentó para poder ver si llegaban con las carracas que tenían de coche a la posición catorce. Una emoción en cada carrera… Los comentaristas de TV3 nos decían que si De la Rosa no hubiera roto el cambio, ¡pudiera haber hecho podio! Con un Arrows. Claro, y si todos los pilotos de delante se chocan y se desintegran en cachitos también Gené hubiera ganado con un Minardi…
Ahí empezó pues, en nuestras carreras, el fanatismo por lo nuestro. Luego llegó Alonso, un piloto capaz de ganar al que le dieron además un coche decente. Entonces apareció Lobato y llevó al máximo el nivel de peloterismo patrio. «Hola Alonso, ¿qué tal? ¿Todo bien? ¿La carrera bien? ¿Unamamadita? Lo que quieras eh» La Formula 1 aumentó en popularidad en este país, pero no para hablar de las carreras en sí, sino de Alonso. A partir de entonces es muy fácil encontrar información de Formula 1 por todos lados, pero en la mayoría de los sitios no te enteras de nada. Es decir, sabes como quedan los españoles, pero no la clasificación general. ¿Quién ha puntuado? No lo sé, Alonso ha ganado. Eso es todo lo que debes saber.
Este año la españolidad de la Formula 1 es fantástica: hay ni más ni menos que tres pilotos de aquí. El primero, Alonso, con un Ferrari por fin. Ayer ganó con autoridad y con un poco de suerte, así que estamos de enhorabuena. Pero además tenemos a Alguersuari con Toro Rosso y De la Rosa con Sauber. Por lo tanto la información de la carrera es: Alonso ha ganado, De la Rosa se retira y Alguersuari queda el decimotercero. Y no quieras saber más. Los españoles es lo único que cuenta. Imagina un Mundial de fútbol: España se queda en cuartos. Y se cortan las emisiones a partir de ahí. En Telecinco cuando Alonso abandonaba estaban tentados a hacerlo. En serio. Si ganaba lo emitían en diferido, y sino ya mirarán el resultado en el teletexto.
Pero este año, oh, este año aún tenemos algo más para fomentar el orgullo patrio. ¿Sí? ¿Seguro? Bueno, orgullo, orgullo… Tenemos a Hispania Racing, el primer equipo español de Formula 1, que solo tiene de español el bigotón del dueño (como dirían la buena gente de Vicisitud y Sordidez) y la bandera del logo.
Parte 2: Hispania Racing, haciendo el ridi por las pistas
Para este año había dos opciones para tener un equipo español: o bien el Epsilon Euskadi de Joan Viladelprat con unas instalaciones del copón y bien preparado; o el equipo Campos Meta de Adrián Campos con mucha buena voluntad, pero sin recursos. En la FIA dijeron: «El Epsilon es demasiado serio para ser español, cojamos al que no tiene recursos que seguro que da espectáculo». Así que Campos se dedicó a buscar financiación y encontró a un bigotón que tiene más pinta de promotor inmobiliario que de mecenas automovilístico. En serio, parece Julián Muñoz, pero en limpio.
El hombre, de apellido Carabante, compró el equipo casi a última hora (aquí todo lo dejamos para el final) y dejó a Campos en un papel de mera comparsa. Lo primero que hizo fue cambiarle el nombre al equipo: «¿Qué es esto de Campos? Que parece que sea un equipo de la María Teresa Campos, que van a venir las abuelas a vernos. No, no. Hay que demostrar que esto es apañó, y le vamos a llamar Hispania. Porque no puedo llamarle EPPPAAÑÑA« Adrián Campos quería llorar, pero no era plan de hacerlo en mitad de una rueda de prensa. «¿Está nevando?» – atinó a decir. «No, Adrián, es caspa».
Pero resulta que se han puesto a correr en Formula 1 sin haber hecho ni una sola prueba, con un morro que haría llorar al niño Adrian Newey y un coche al que le dieron un motor el día antes de empezar los entrenamientos. Llegó un mecánico quitándose un pasamontañas y dijo: «¡Mirad! ¡He conseguido este motor! Lo acabo de sacar de un 600 que estaba aparcado en el parking del circuito». «Servirá» – contestó Carabante. Y ahí sacaron un coche que si la decencia siguiera existiendo en Formula 1, no se le permitiría correr. Qué se habrá hecho de la regla del 107%…
Lo que pasa es que el equipo de español tiene poco. Para empezar la mayoría de los mecánicos son alemanes, el chasis es italiano (Dallara) y el motor británico (Cosworth). Los pilotos son uno indio y el otro brasileño. Todo español de pura cepa. Claro, porque si el equipo fuera de verdad español, completamente, tendría su propia idiosincrasia. Al jefe le dijeron que había unos cuantos circuitos este año que eran urbanos y en el circuito de entrenamientos mandó a poner badenes. «Para que se acostumbre a como funcionan las ciudades españolas». Ya ves al pobre Bruno Senna dando saltitos con su bólido. «Y grita Bruno, grita coño, que aquí se grita» – le dijo. Y ahí ves al pobre gritándole a su compañero de equipo, que es el único más lento que él diciéndole: «¡Que vas pisando huevos domingueiro!». Y así se siente uno español de verdad.
¿Y las paradas en boxes? Uf, eso ya es harina de otro costal. Cuando aparecen los pobres pilotos en boxes en mitad de la carrera, teniendo en cuenta de que hayan aguantado más de dos vueltas, viene la odisea de la parada. Cuando llegan allí aparece un mecánico, con el palillo de dientes en la boca, colocándose bien los huevos en el mono, que está lleno de grasa. Porque esa es otra, ¿qué credibilidad tiene un mecánico, si los de Formula 1 están la mar de limpitos? En el Hispania tienen grasa por todos lados, como está mandao. Total, que se le queda mirando, le mira el coche por arriba y por abajo. «¿En 3 segundos que te cambie las ruedas? Uuuh, esto no va a poder ser eh. Vente mañana si eso y lo miramos. La junta de la trócola la veo mal, y uf, la bujía no hace chispa bien. Te hago un presupuesto y nos lo miramos eh» Y el pobre Bruno dándose cabezazos contra el volante.
Pero ahí están, en la máxima categoría del automovilismo luchando de tú a tú por superar los tiempos de la GP2. Ahí están, haciendo patria en la Formula 1, dejándonos en lo más alto. Viva.