Cantar en la ducha
Hacerse un hueco en una profesión siempre ha sido muy duro. Hay que prepararse bien durante muchos años para poder llegar a ser alguien en lo que sea. La música no lo es menos y muchos aspirantes a cantante ensayan en cualquier lugar. Pero si hay un sitio donde probar tus dotes artísticas esa es la ducha. Sí, muchos cantantes dicen que empezaron ensayando su talento en la ducha de su casa. Yo me imagino ahí a Kylie Minogue en la ducha… Emm… ¿Cantando? Bueno, mejor me imagino a Manolo Escobar y vamos a lo que vamos. Lo veo ahí cantando: «Porompo pooooooooo poropo porompompero peroooo» Mientras se refriega con jabón Lagarto. Sí, esa canción tiene un cierto aire zambombero, no queráis saber cómo surgió. No lo queráis saber.
Pues bien, como los cantantes profesionales dan ejemplo demostrando que empezaron en la ducha, muchos ciudadanos de a pie también lo intentan. Muchos no llegarán a nada, ¡pero y lo bien que se lo pasan ahí dentro! En la soledad de la ducha parece que nadie les escucha aunque los berridos se oyen desde los pisos contiguos. Que a lo mejor llega una visita a la casa y se está oyendo de fondo a alguien cantando por Julio Iglesias. Me veo al pobre invitado en la casa, tomando las pastas y el café con leche tan tranquilo y de fondo: «WEEEEaaaahhh, me vaa, me vaaa, me vaaaaghhhh» Y el invitado: «Oish, qué hilo musical más extraño has puesto Borja Mari, cómo desafina»
Sí, porque al fin y al cabo la gente normal que canta en la ducha no es precisamente un dechado de virtudes vocales. A pesar de los evidentes problemas de afinación muchos se emocionan dentro de la ducha dando rienda suelta a su voz. Algunos, llegado el momento, entran en trance y cogen el cabezal de la ducha y se ponen a cantar a grito pelado: «Yesteerrdaaayy, all myygggghshshfhfffffshh» Y es que querido lector, si haces que el cabezal sea un micrófono, recuerda parar el agua primero. Es un consejo de El mundo está loco.
Sin embargo, aunque sufran de dificultades, son cosas del directo. Ellos se meten en el papel y siguen a lo suyo. Algunos hasta se olvidan de enjabonarse y de lavarse. Se meten ahí dentro sólo para cantar. Se lo toman tan en serio que incluso alguno después de terminar su actuación se agachan para dar las gracias al público inexistente, y más de uno en un plato de ducha se ha dado un cabezazo con la puerta, se le ha metido el monomando en el culo y le ha dado un ataque de ciática a la misma vez. Y no queráis ver la imagen. Algunos escultores se han inspirado en ese mismo momento para crear fuentecillas en las rotondas de su propio pueblo.
Y no creáis que la gente canta solamente en sus casas, ¡qué va! En duchas públicas también, que algunos en el gimnasio se ponen a cantar como locos en su cubículo de ducha. En los gimnasios en los que no hay separaciones y todo el mundo se ducha en comuna se han llegado a formar hasta coros. «Anda, ¿tú cantas? ¡Yo también! Formemos un coro!» Y allá que se ponen todos en pelotas a cantar en las duchas. Que en su casa la gente se queda de piedra. «Bueno, me voy al gimnasio a ensayar para mi próximo concierto» Y en su familia se miran entre ellos como diciendo, pobrecico, se le ha ido la pinza del todo. Con lo buen estudiante que era y lo lejos que iba a llegar… Ay, las cabezas.
Los hay que aún están peor y se emocionan e incluso bailan dentro de la ducha. Algunos al estilo Carlton del Príncipe de Bel-air y otros se emocionan un poco más y acaban un poco mal. Como aquel que se murió mientras intentaba hacer las vueltas de Bisbal dentro de la ducha. No había alfombrilla, le resbaló un pie, chocó con la mampara, se cayó de cabeza… Y en fin, otro candidato al premio Darwin. El entierro fue lo peor, a ver cómo explica la familia lo que pasó sin partirse el culo. «Ayy, no somos nada, sus últimas palabras fueron Ave María, cuando seras mía… Aaaay» Y una mujer decía: «Bueno, al menos se fue al otro mundo habiendo rezao»
Cantar en la ducha es más peligroso de lo que parece, tanto para vosotros como para el oído de los que os rodean. A pesar de todo, muchas discográficas ya tendrán pensado montar algún estudio dentro de la ducha. Que tiene como una acústica y reverberación per sé que sale mucho más barato que montar un estudio de verdad. Están en pruebas de cómo evitar que con el agua y los micros no se electrocuten los cantantes. Estoy seguro que muchos de los 40 principales están deseando participar en esas pruebas… O deberían.
Bonus: Y para el que quiera cantar en la ducha sin peligros, la esponja-micro. Más seguro, más sano, más hortera. Todo en uno:
4 Respuestas
[…] no es verdad: la estamos matando entre todos… Cantando mal. Así pues, abramos el grifo de la ducha pero disfrutemos del glorioso sonido de las gotas al caer sobre nuestros cuerpos. No sucumbamos a […]
[…] Pero algo tiene el agua que da morbo y una fantasía sexual recurrente es hacerlo debajo de una ducha, dentro de una bañera o en la piscina de un parque acuático. La última opción es jodida, pero […]
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