La justicia
Extrechinato y tú – Abrazado a la tristeza
Hace unos días hemos sido espectadores de un espectáculo bochornoso en la justicia de este país. Hemos estado presentes mediante nuestros televisores del juicio a Farruquito por su atropello a un viandante en un paso de peatones. Han surgido multitud de chistes como la imagen que acompaña el post, pero la verdad es que el tema es muy serio.
Es muy serio por el simple motivo del que no se ha hecho justicia. Para mí, la justicia, aparte de castigar al infractor de cualquier tipo de delito, tiene también la función disuasoria para siguientes delitos. Es decir, si alguien ve que por haber cometido un delito de sangre le caen 20 años de cárcel en condiciones pésimas se lo piensa dos veces antes de hacerlo. Pero si alguien quiere cargarse a otra persona y vé que le puede salir gratis, es probable que lo haga.
Por eso, lo que la gente llama venganza no lo es tal, sino que es justicia. ¿Qué gana el fallecido porque Farruquito vaya a la cárcel? Nada, porque ya lo perdió todo, que era su vida. Pero esa persona que cometió el delito de atropellarlo, intentar omitir el delito inculpando a un hermano, se autoinculpara o no se autoinculpara el hermano, da igual, dejó que otra persona pagase el pato de su error, pues hombre, yo creo que debería cumplir algún tiempecito en la cárcel. Intentó dar pena diciendo que le habían anulado galas y que ya había pagado con creces, pues bueno, si eso al juez le parece suficiente…
Lo siguiente es la indemnización. 100.000 euros. No sé, para mí esa indemnización sería muy difícil de pagar, pero ¿para una persona con el dinero que tiene él? No sé si esto sería una justicia igualitaria, pero yo creo que las indemnizaciones deberían estar basadas en castigos según el dinero que tiene el acusado, ya que si a una persona de la calle le hacen pagar 1000 euros por algún delito, le puede ser complicado, pero si a un artista le dices que debe pagar 1000 euros piensa: «Pues hago lo que me da la gana y luego pago». Es decir, la justicia está comprada.
Y así vamos, en un país en el que después de que alguien cometa un delito se intenta comprender al infractor en vez de compadecerse por el afectado… Triste, pero es así. No se defiende al ciudadano como se debería.
Como dicen por aquí, «qui paga mana» (quien paga manda). Es triste pero es la cruda realidad….
Y lo bueno (?¿?) de todo esto es que después de atropellar a esa persona y matarla, se sacó el carnet de conducir… MANDAO HUEVOS
Nada nuevo bajo el sol … Por cierto, el humor negro es muy mediterraneo. No se yo hasta que punto gracioso, pero muy nuestro.
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