Rompemos una lanza en favor de los lobos
El otro día, no sé como ni por qué, en una conversación con una amiga salió el tema de los cuentos infantiles, y ella me contó un cuento de las cabritillas: El lobo y las siete cabritillas. El caso es que en aquel cuento aparecía un lobo, que intentaba comerse a los pobres animalillos que habitaban dentro de la casa. Qué manía a los lobos.
¿Por qué siempre el que se tiene que comer a los otros animalillos ha de ser un lobo? Recordad los tres cerditos, un lobo que soplaba. ¡¡Que soplaba!! No he visto nunca a un lobo soplar con tanta fuerza. Ya podría ser la casa de paja o de lo que fuese, que por mucho que soplase no se iba a caer, yo hubiera sido más realista y lo hubiera montado en una grua.
Pero bueno, dejando de lado el realismo del cuento, el problema es que en realidad debería haber sido otro animal, no un lobo. Que fueran cambiando de cuento en cuento el animal más peligroso, para variar un poco. Si no, teneis que ver Caperucita Roja. Un lobo se tragaba de una sola vez a una pobre viejecita, sin masticar ni nada, de un golpe. Como cuando te tragas una pastilla, un vasito de agua y ale, para dentro. Pues lo mismo hizo el lobo, no contento con eso se disfrazó de abuelita para engañar a Caperucita. (Y va y rima)
A ver, una cosa. ¿Caperucita era cegata, no? Tenía algún problema de vista seguro, y su madre no le había comprado gafas. ¿Cómo fue capaz de dejarla ir sola por el bosque con una cesta y sin ver un pijo? Con razón se perdió, y no por culpa del lobo. Hasta que el lobo no le enseñó los dientes a Caperucita no se dió cuenta que no era su abuela. ¿La veía poco, verdad? La tenía abandonada a la pobre. El caso es que en el cuento se vuelve a repetir la figura del lobo.
¿Por qué tanta manía con el lobo? ¿Por qué no usar otro animal como por ejemplo… no sé, el ornitorrinco? ¿O el calamar gigante? Para variar un poco, digo yo. Con lo bonitos que son los lobos aullando a la luz de la luna…
¿Por qué siempre el que se tiene que comer a los otros animalillos ha de ser un lobo? Recordad los tres cerditos, un lobo que soplaba. ¡¡Que soplaba!! No he visto nunca a un lobo soplar con tanta fuerza. Ya podría ser la casa de paja o de lo que fuese, que por mucho que soplase no se iba a caer, yo hubiera sido más realista y lo hubiera montado en una grua.
Pero bueno, dejando de lado el realismo del cuento, el problema es que en realidad debería haber sido otro animal, no un lobo. Que fueran cambiando de cuento en cuento el animal más peligroso, para variar un poco. Si no, teneis que ver Caperucita Roja. Un lobo se tragaba de una sola vez a una pobre viejecita, sin masticar ni nada, de un golpe. Como cuando te tragas una pastilla, un vasito de agua y ale, para dentro. Pues lo mismo hizo el lobo, no contento con eso se disfrazó de abuelita para engañar a Caperucita. (Y va y rima)
A ver, una cosa. ¿Caperucita era cegata, no? Tenía algún problema de vista seguro, y su madre no le había comprado gafas. ¿Cómo fue capaz de dejarla ir sola por el bosque con una cesta y sin ver un pijo? Con razón se perdió, y no por culpa del lobo. Hasta que el lobo no le enseñó los dientes a Caperucita no se dió cuenta que no era su abuela. ¿La veía poco, verdad? La tenía abandonada a la pobre. El caso es que en el cuento se vuelve a repetir la figura del lobo.
¿Por qué tanta manía con el lobo? ¿Por qué no usar otro animal como por ejemplo… no sé, el ornitorrinco? ¿O el calamar gigante? Para variar un poco, digo yo. Con lo bonitos que son los lobos aullando a la luz de la luna…
Eso pobrecitos los lobos, con lo buenos que somos ():)