Fauna discotequera: Visitantes habituales
La serie de posts Fauna discotequera la tengo un poco abandonada, la verdad es que sólo llegué a hacer un post sobre el tema, que fue el de los que van con gafas de sol dentro de la discoteca; así que con este post pretendo retomar esta serie y mostraros cuales son los personajes típicos que se pueden encontrar en una discoteca. Podría tener que ver con el post de hábitos de bebida: los cubatas; pero en realidad es una fauna distinta.
Todos, cuando hemos ido a la discoteca, consciente o inconstcientemente hemos visto cualquiera de los tipos de persona que voy a pasar a enumerar aquí. Cada persona es un mundo y se comporta de manera diferente, pero hay patrones de comportamiento que se repiten una y otra vez…
El muermo: Es aquella persona capaz de hacerte volver a casa en el momento en que te lo estás pasando mejor, y además, haciéndote pensar que te lo estás pasando de pena. Cuando se agobia, básicamente nadamás pisar la discoteca, te dice una y otra vez lo mierdosa que es la discoteca, lo apestosa que es la música y que apenas hay tías/tíos (dependiendo de si el muermo es hombre o mujer). Ante esas tesis irrefutables del muermo te acabas yendo del lugar, sin saber realmente si te vas porque te agobia el sitio o por evitar oir más al muermo en tu oido.
El bailarín: Es aquella persona dueña de la pista de baile desde el momento de la entrada en la discoteca. Se sabe todas las canciones, desde la del pachangueo más rancio hasta la canción más cutre-maquinera. Se las sabe todas. Su peor problema es cuando se cree gogó y encuentra el camino de subir al podio. Allí demuestra sus dotes de bailarín bailando, con coreografía incluida, el Perdóname de David Civera. De esa manera y de un plumazo, consigue que todos sus amigos eviten dirigirle la palabra en toda la noche, e incluso durante un mes. Se han dado casos de bailarines abandonados en las carreteras de España en vacaciones, recuérdalo: Él no lo haría.
El ligón: Es aquel tio capaz de ligarse a cualquier tía casi sin despeinarse, si se despeina ya cree que no tiene posibilidades. El caso es que es la persona que ves entrar en la discoteca pero nunca la ves salir, en algún momento de la noche desaparece y ya no lo vuelves a ver hasta el día siguiente cuando aparece en el lugar de encuentro de los amigos con una sonrisa de oreja a oreja. No hablo de las ligonas ya que la inmensa mayoría de las tías, si quieren, ligan.
El ligón frustrado: Es un ligón de alma, pero que no encuentra su momento en la noche discotequera. Se tira toda la noche mirando desde su esquina a todo bicho viviente que tenga dos tetas y un culo hasta que pasa el siguiente y le tapa la visión. Le señala a todos sus amigos todas las tías que pasan y que él cree que están buenas; sus amigos saben que ha perdido el criterio y ya no le hacen caso. Suele quejarse al día siguiente de no haber ligado cuando ni siquiera lo ha intentado con ninguna. No suele bailar, simplemente va a la discoteca a «ver como está el tema».
El aguanta-columna: Es la mezcla del ligón frustrado y el muermo, llega a la discoteca, se pide su cubata y se apoya en la columna. Sólo se mueve de allí para ir al lavabo. Se han dado casos de aguanta-columnas que no se han enterado que cierran y al día siguiente aún se mantienen apoyados allí como si estuvieran esperando el bus…
El colega-de-todos: Es aquella persona que llega a la discoteca y le es absolutamente imposible bailar o ligar. ¿Por qué? Os preguntaréis. Pues porque conoce a todo el mundo, se tira las horas en la discoteca saludando a todo el que pasa. Llegan a saludar hasta gente que no conocen. Y peor aún, hasta la gente que no les conoce le saludan como si fueran amigos de toda la vida. Son unos genios de las relaciones públicas.
El yayo: Es aquel hombre que no sabe nadie qué hace allí ni por qué está en la discoteca. Mantienen su posición en la barra, miran el infinito y se beben su cubata. Hay teorías que apuntan a que es un aguanta-columnas que lleva allí desde los años 70 y le han dado cobijo y comida. También puede ser que sean divorciados a una edad mayor y pretenden encontrar algún ligue en la discoteca. Al igual hay alguno que estaba despistado por las luces y pensaba que era otro tipo de local… De todas formas, los yayos son habituales de la discoteca, en una discoteca del pueblo de al lado, veíamos siempre a uno cuyo parecido razonable era Chicho Ibáñez Serrador. ¿Qué haría allí aquel hombre?
El te-cuento-mi-vida: Es aquella persona con toques de muermo pero que en vez de criticar la discoteca, te cuenta su vida con pelos y señales. Ha tenido un mal día, o una mala semana, y decide que el sábado por la noche es el mejor día para contárselo a un amigo. Mala idea, su amigo probablemente irá tan borracho que no se enterará de lo que le cuenta al día siguiente, y además, le fastidiará la noche creándole un mal rollo que no venía a cuento…
El borracho: Dícese de practicamente la totalidad de los asistentes a una discoteca, así que para ver los tipos de borrachos, volved arriba del post, y leedlo de nuevo. Si no les convence la idea, hay que decir que los tipos de borracho es un posible futuro post.
Y hasta aquí la fauna discotequera, todo un mundo el que se puede encontrar entre las paredes de una discoteca, porque fuera hay otro tipo de personas: los seguratas. Pero ese es tema para otro día…
Todos, cuando hemos ido a la discoteca, consciente o inconstcientemente hemos visto cualquiera de los tipos de persona que voy a pasar a enumerar aquí. Cada persona es un mundo y se comporta de manera diferente, pero hay patrones de comportamiento que se repiten una y otra vez…
El muermo: Es aquella persona capaz de hacerte volver a casa en el momento en que te lo estás pasando mejor, y además, haciéndote pensar que te lo estás pasando de pena. Cuando se agobia, básicamente nadamás pisar la discoteca, te dice una y otra vez lo mierdosa que es la discoteca, lo apestosa que es la música y que apenas hay tías/tíos (dependiendo de si el muermo es hombre o mujer). Ante esas tesis irrefutables del muermo te acabas yendo del lugar, sin saber realmente si te vas porque te agobia el sitio o por evitar oir más al muermo en tu oido.
El bailarín: Es aquella persona dueña de la pista de baile desde el momento de la entrada en la discoteca. Se sabe todas las canciones, desde la del pachangueo más rancio hasta la canción más cutre-maquinera. Se las sabe todas. Su peor problema es cuando se cree gogó y encuentra el camino de subir al podio. Allí demuestra sus dotes de bailarín bailando, con coreografía incluida, el Perdóname de David Civera. De esa manera y de un plumazo, consigue que todos sus amigos eviten dirigirle la palabra en toda la noche, e incluso durante un mes. Se han dado casos de bailarines abandonados en las carreteras de España en vacaciones, recuérdalo: Él no lo haría.
El ligón: Es aquel tio capaz de ligarse a cualquier tía casi sin despeinarse, si se despeina ya cree que no tiene posibilidades. El caso es que es la persona que ves entrar en la discoteca pero nunca la ves salir, en algún momento de la noche desaparece y ya no lo vuelves a ver hasta el día siguiente cuando aparece en el lugar de encuentro de los amigos con una sonrisa de oreja a oreja. No hablo de las ligonas ya que la inmensa mayoría de las tías, si quieren, ligan.
El ligón frustrado: Es un ligón de alma, pero que no encuentra su momento en la noche discotequera. Se tira toda la noche mirando desde su esquina a todo bicho viviente que tenga dos tetas y un culo hasta que pasa el siguiente y le tapa la visión. Le señala a todos sus amigos todas las tías que pasan y que él cree que están buenas; sus amigos saben que ha perdido el criterio y ya no le hacen caso. Suele quejarse al día siguiente de no haber ligado cuando ni siquiera lo ha intentado con ninguna. No suele bailar, simplemente va a la discoteca a «ver como está el tema».
El aguanta-columna: Es la mezcla del ligón frustrado y el muermo, llega a la discoteca, se pide su cubata y se apoya en la columna. Sólo se mueve de allí para ir al lavabo. Se han dado casos de aguanta-columnas que no se han enterado que cierran y al día siguiente aún se mantienen apoyados allí como si estuvieran esperando el bus…
El colega-de-todos: Es aquella persona que llega a la discoteca y le es absolutamente imposible bailar o ligar. ¿Por qué? Os preguntaréis. Pues porque conoce a todo el mundo, se tira las horas en la discoteca saludando a todo el que pasa. Llegan a saludar hasta gente que no conocen. Y peor aún, hasta la gente que no les conoce le saludan como si fueran amigos de toda la vida. Son unos genios de las relaciones públicas.
El yayo: Es aquel hombre que no sabe nadie qué hace allí ni por qué está en la discoteca. Mantienen su posición en la barra, miran el infinito y se beben su cubata. Hay teorías que apuntan a que es un aguanta-columnas que lleva allí desde los años 70 y le han dado cobijo y comida. También puede ser que sean divorciados a una edad mayor y pretenden encontrar algún ligue en la discoteca. Al igual hay alguno que estaba despistado por las luces y pensaba que era otro tipo de local… De todas formas, los yayos son habituales de la discoteca, en una discoteca del pueblo de al lado, veíamos siempre a uno cuyo parecido razonable era Chicho Ibáñez Serrador. ¿Qué haría allí aquel hombre?
El te-cuento-mi-vida: Es aquella persona con toques de muermo pero que en vez de criticar la discoteca, te cuenta su vida con pelos y señales. Ha tenido un mal día, o una mala semana, y decide que el sábado por la noche es el mejor día para contárselo a un amigo. Mala idea, su amigo probablemente irá tan borracho que no se enterará de lo que le cuenta al día siguiente, y además, le fastidiará la noche creándole un mal rollo que no venía a cuento…
El borracho: Dícese de practicamente la totalidad de los asistentes a una discoteca, así que para ver los tipos de borrachos, volved arriba del post, y leedlo de nuevo. Si no les convence la idea, hay que decir que los tipos de borracho es un posible futuro post.
Y hasta aquí la fauna discotequera, todo un mundo el que se puede encontrar entre las paredes de una discoteca, porque fuera hay otro tipo de personas: los seguratas. Pero ese es tema para otro día…
…luego está el cotilla que lleva un registro de las idas y venidas, ligues y boncas de todo cliente habitual de la disco. Yo me he llevado más de una sorpresa porque gente a la que no conozco de nada me ha venido a decir cosas como ‘llegas tarde, se acaba de marchar’
Holaaa
es la primera vez que leo tu blog y me ha hecho mucha gracia. Pa la próxima mejor pon tipos de borracheras mas que tipos de borrachos. chaoo.
Jajaja el regeton es la peste, ya lo creo que si…
tenax.org: storica discoteca della nightlife fiorentina. Sul sito, la storia del club, gli eventi aggiornati e una galleria fotografica della discoteca
Jajaja el regeton es la peste, ya lo creo que si… «»»
de la cual no se ha encontrado ni se encontrara la cura
hola.creo que se te ha olvidado el pedigueño.aquel que se pasa una noche de puta madre a base de pedir a los demas.jajajajajajaj.sigue asi.
Te has dejado lo mejor:
La camarera, la que está mas buena de todas!!!
el aguanta-columnas xDDDDDDDDD que bueno….jajajaja
pa quien dice que el regueton es una peste , como se nota q no sabes nada ni lo rico q es arrecostarlo bailando d lo bueno debes ser un punketo podria ..
jajaja muy bueno mis amigos son bailarines todos… hasta les hacen corrillo jajaja y mis amigas bailarinas, menos una q es muermo, q es verdad q nos consigue amargar a todos.. x eso intentamos q no venga muxo!!!
Ostia tio eres un fenomeno yo tengo 14 años y todavia no entrao a ninguna discoteca pero con tu historia ya me la puedo imaginar y seguro k tal como es