Abandona a su amante dos días esposada tras la juerga de año nuevo
En fin de año siempre hay juergas que se te pueden ir de las manos, otras sin embargo quedan bien atadas. Es el caso de una señorita moscovita que quedó atrapada en sus esposas tras una juerga sexual con su amante. ¿Cómo pudo pasar? Por lo visto estuvieron jugando toda la noche atándose ahora a una silla, ahora a una cama, ahora a la abuela que hacía ganchillo al lado… Mientras bebían. Mucho. Bebían a muerte. Tanto que se quedaron dormidos.
Supongo que se quedarían dormidos dándole al teto, o cada uno por su lado bailando a lo loco o yo qué sé. La noticia original no lo especifica y yo tampoco estaba allí. Ya sabéis que en El mundo está loco tenemos reporteros por todo el mundo, pero el elefante rosa que suele llevar este tipo de noticias estaba más borracho que ellos y no hay quien le entienda, sinceramente. Total, el caso es que se quedaron dormidos, la señorita quedó atada a las esposas y cuando se despertó ni había llaves, ni amante ni nada de nada. Y ella en bolingas, ahí, cogiendo frío. Tápate, mushasha.
Por lo visto durante 48 horas no tuvo acceso ni a un mísero teléfono que pudiera conectarla con el mundo exterior y nadie apareció por su casa hasta que por fin llegó su hermano que se la encontró de esa guisa temiéndose lo peor: que su hermana la fea buscara el incesto. Ella, roja por la vergüenza, le explicó la situación y llamaron a un cerrajero para que la sacara de ese embrollo. La pobre le daba explicaciones al cerrajero y el hombre la miraba condescendiente en plan: «Si yo te contara lo que he visto, esto no es ná, un día te contaré el que se quedó enganchado con la polla a la cerradura, no me preguntes por qué, corre demasiado vodka por aquí» Dramas. Dramas por doquier.
La muchacha por fin salió del embrollo. El amante por lo visto tenía miedo de que lo pillara algún familiar y su escarceo sexual fuera conocido por el barrio. Lo que no tuvo en cuenta el hombre es que con tal despiste de dejársela atada, ahora su adulterio es conocido en todo el mundo porque la muchacha lo denunció, la policía le dijo que pa qué si fue todo consentido — aunque fuera un sinsentido – y ahora lo estáis leyendo vosotros. Fíjate tú. De Rusia a aquí. Seguiremos informando. Bueno, más bien no.