La burbuja de las apps para móvil
¿Burbuja? ¿Qué burbuja? Diréis. Una que me he inventado yo. O no, o puede que tenga razón. Considero que hoy en día estamos metidos de lleno en la burbuja de las apps para móvil. Y en los próximos párrafos os explicaré por qué. Ahora mismo os estaréis preguntando: ¿Pero este tío no es informático? ¿Por qué se tira piedras contra su propio tejado? Esto es lo que llamo yo visión de futuro. Si la cosa sigue como ahora, todo bien para mi gremio y los informáticos seguiremos encontrando trabajo, en teoría. En caso de que la burbuja explote ya no abundará tanto el trabajo, al menos en el desarrollo de apps, pero yo podré decir «eh, yo ya lo dije», remitiros a este post y dedicarme a vender libros sobre la crisis Ninj… Digo, la Burbujapp. Le he puesto nombre y todo.
No sé cuando petará todo ni cuando llegará el momento en el que la fiebre sobre las aplicaciones móviles terminará. Hoy voy de gurú a lo Enrique Just Dans, pero no de Sandro Rey, cuidao. Pero he de decir que las alarmas llevan saltándome durante una temporada y cuando terminaron de aparecer centelleando y con luces de neón fue cuando un compañero me habló de una app muy útil para nuestro quehacer diario. Nice Weather 2 se llama y te dice, mucha atención, si está lloviendo. Si está lloviendo en este momento. Al lado tuyo. En tu calle. ¡Una aplicación que te dice algo que podrías saber con solo sacar el brazo por la ventana! La aplicación tiene la bondad de ser gratis y no cobrarte por ello, pero aún así nos hace dudar de si su existencia o no cambiaría en algo el panorama del software. Incluso de la vida del propio desarrollador.
Quizá sobre aplicaciones del Tiempo, así en mayúsculas, podríamos hablar durante meses ya que la App Store y Google Play están repletos de apps que te dicen si va a llover, si va a nevar o a qué temperatura está la esquina izquierda de la calle Pascuala la tuerta. Hay miles, millones diría. Entre las apps del Tiempo y las que sirven para gestionar tareas podría uno tirarse media vida y no las vería todas. Además, todas usan el mismo tipo de icono. Un «check» con un color plano de fondo. Lo que se suele llamar diferenciación de marca.
Por todo esto que os he comentado y más, os voy a explicar en varios puntos por qué creo que todo esto es una burbuja (Burbujapp y tal) y en algún momento no muy lejano petará y nos dejará con el culo al aire.
Valor del software
Hoy en día el valor del software es una mierda pinchada en un palo, pisoteada, maltratada y estampada. La gente no conoce el valor del software, ni el trabajo que conlleva, ni la dificultad. En parte tenemos culpa los propios informáticos porque ofrecemos software gratis porque nos gusta, disfrutamos con ello y queremos enseñarlo. Un poco como los que escribimos en blogs. Pero por otro lado, el público general se ha acostumbrado al software barato o completamente gratis. Esto implica que hay muchísima gente que no se compraría una aplicación ni aunque le pusieran una pistola en la garganta. Mirad lo que ha pasado con Whatsapp. Si una aplicación usada diariamente por millones de personas, de un éxito incontestable, tiene severos problemas para convencer a la gente de que pagar 0.89 céntimos anuales vale la pena; ¿¡como vamos a convencerlos los demás!?
Competencia feroz
A día de hoy hay millones de aplicaciones en la App Store. Millones. Nosotros conocemos varios casos de éxito como Angry Birds, Candy Crush o el mencionado Whatsapp, ¿pero qué hay de los demás? ¿Sobreviven? ¿Cubren gastos? ¿Son empresas fantasma? ¿Se alimentan sus programadores a base de cacahuetes? No lo sabemos, pero sabemos que están ahí. Haciendo competencia simplemente por estar. Es la maravilla del mundo de la startup. Montones de aplicaciones intentando petarlo con la menor inversión posible, y a la vez fagocitándose entre ellas por un huequito en el top chart del mes. Se convierte pues en una lucha de supervivencia en la que es muy difícil destacar. Y cada día más.
Inversión
En general la inversión que hay que hacer para realizar software nuevo no es demasiado alta. En comparación con otros negocios, el riesgo suele ser mucho menor. Principalmente porque tú solo puedes llegar a programar una aplicación decente y publicarla. El típico caso del programador en su garaje, caso que nunca jamás he entendido. ¿Cómo son los padres americanos? ¿No les dejan tener ordenadores en su habitación? «Ahí no, que luego te tocas«. El caso es que cualquier informático podría realizar una aplicación sin mucha inversión. Un kit de desarrollo se lo puede permitir cualquiera hoy en día.
Pero… Pero… La cuestión no es hacerla, es luego venderla. ¿Cómo destacar dentro de la maraña de competencia feroz de la que hemos hablado anteriormente? Bien, la opción principal es ponerla gratis un tiempo para destacar en los top charts y luego rezar por el boca a boca, la suerte o el maná caído del cielo. Y ahí entramos en que tu aplicación, sin querer, ya ha perdido valor. A poco que la pongas varias veces gratis porque nadie la compra y quieras seguir publicitándola, la mayoría esperará a que vuelvas a ponerla de saldo. ¿Para qué se iban a gastar dinero en algo que pueden conseguir gratis en pocas semanas?
Modelos de negocio
Y aquí entramos en el maravilloso mundo de los modelos de negocio. Dicen por ahí que hoy en día es relativamente fácil conseguir inversión en el mundo tecnológico si tienes una idea medianamente buena. Y ahí es donde mis alarmas se activan al 100%. Dinero fácil. Ojo. Inversiones desorbitadas y expectativas desmesuradas. Todo el mundo quiere ser el nuevo Angry Birds. Y Angry Birds solo hay uno. Bueno, hay setecientos pero son de la misma empresa. Así que como en general para poder lidiar contra la competencia y el bajo valor del software, se añade a la inversión que has de publicar la aplicación gratis. Pero de algo tendrás que comer, ¡hasta los cacahuetes cuestan dinero! ¿Qué modelos de negocio se mueven hoy en día? Veamos:
– Plataforma publicitaria: Hacer publicidad de otras cosas es una opción para ganar pasta. Pero si alguien ha trabajado con anuncios del tipo Adsense sabrá que son ganancias exponenciales. Si no tienes una base de usuarios enorme, lo máximo que podrás comprarte con lo que ganes será un pin del Cobi.
– Micropagos: Lucrativo y odiado a partes iguales. Para mí uno de los factores que desencadenarán la caída de las apps. Hay dos maneras de hacerlo, muy intrusivo o con arte y salero. Hay aplicaciones que te muestran a cada segundo un banner gigante que te dice: «Compra más piruletas por 1.99$» y no te dice ni de qué sabor; y otras que te dejan hacer a tu bola, pero que te sugieren que compres piruletas si quieres librarte de esos malvados gigantes de chocolate que casualmente con piruletas te los pasas fácil y sin ellas terminas ahogado en cacao constantemente.
– Servicios de subscripción premium: La aplicación es gratis en general, pero está capada. En realidad estás cobrando por ofrecer un servicio que empresas como Spotify parecen vivir bien del tema. Solo sirve para apps muy concretas que se pueden basar en servicios y es una manera de conseguir ingresos constantes mensualmente. Lo malo: a la gente le gusta pagar poco, menos aún si es mensual o anual.
– Alucinar porque tu aplicación no es gratis, vende y eres autosuficiente: ¡Bravo! ¡Eres un ornitorrinco! ¡O un perro verde!
Conclusión
La sensación general es que la larga cola nos lleva a un mundo en que las apps solo tienen dos opciones: o lo petas mucho o te mueres del asco. No hay lugar a penas para la clase media. Para la app que vive bien sin que sus dueños terminen en la miseria o en los baños de Moet&Chandón y las putas de lujo. Lo bueno es que en general puedes invertir poco y ver si suena la flauta, lo malo es que si eres una empresa y quieres ganar dinero la cosa empieza a complicarse. Si encima has tenido un inversor que quiere que le devuelvas la pasta, el problema empieza a poner cara de culín apretado. Ya ha llegado el punto en el que si quieres triunfar lo de hacer una inversión pequeña empieza a ser algo complejo y puede que pronto el dinero no fluya con tanta facilidad si esas inversiones no dan frutos. Además, el público general puede llegar a un punto de saturación en el que ya no consuma más este tipo de producto por hartazgo, cambio de hábitos o enajenación colectiva. Es por esto que considero que estamos ante una burbuja en su momento más álgido y que cuando empiece la cosa a decaer… ¡Tonto el último!
Un post serio! Hala! Jaja pues me ha gustado mucho, está claro que lo de las aplicaciones se está yendo de madre, pero la de la lluvia se lleva la palma…
a mi lo de los micropagos me jode, descargué el otro dia una app muy chula para dibujar, pero me daban cuatro colores (q no eran ni los básicos) y para conseguir el mezclado tenia q pagar 1’5€. No nos metamos en el tema de si merece o no la pena, la cosa es que la encontré en una lista y era de las mejores y GRATIS,y dije ah, pues a esa de cabeza. Y zas xD.
Ah y tema del whatsapp, yo lo que querría es que la gente usara otra cosa, que el tema de la seguridad…
Ahora se está empezando a poner de moda el Telegram. Aunque ahora mismo solo estamos unos cuantos early-adopters que nos da por probar estas cosas.
Por lo demás, me alegro de que te haya gustado el post ^^