Los moribundos de las pelis dan unas pistas rarísimas
Siempre fue un artista |
No os descubro nada nuevo si os digo que en las películas muere gente. Pero así, de mentirijilla. Que parece muy real y eso, pero es todo cartón piedra. Da mucha pena y nos lo creemos todos. «Se ha muerto la madre de Bambi, noooooo» «Pero si es mentira, son todo dibujos» «¡Pero está basado en hechos reales!» Qué daño han hecho las pelis de sobremesa de Antena 3. El caso es que en algunas pelis en concreto las muertes de algunos de los personajes van acompañadas de cierto misterio, ya que por ejemplo hay un asesinato y tienen que encontrar al culpable. En esas pelis, los moribundos se dedican a dar unas pistas rarísimas…
Resulta que la víctima antes de morir le dio tiempo a dar pistas sobre su asesino. Así que para hacerlo coge su sangre, unta las paredes; pinta un estucado con dibujos, flechas, caras raras y sanefas; esconde una llave en un cofre que se llega a él a través de los frescos pintados en las paredes; la llave abre una taquilla del vecino de al lado que se ha encontrado el porche de su casa repleto de dibujos en rojo; y la taquilla contiene una pista crucial que llevará a una caja de zapatos que contiene la llave de paso del agua, que la cortó antes de morir para no gastar. Una vez abierta la llave de paso, se abrirá un grifo que dejó abierto que inundará la casa y elevará una boya, que dará un toquecito a un mechero que encenderá una vela; la vela encenderá un cartel del techo, hecho con petardos, que pondrá el nombre del asesino en letras gigantes y estruendoso sonido.
¡Y todo eso antes de palmarla! Que le hubiera dado tiempo a llamar una ambulancia o hasta a curarse las heridas él mismo. No estaría tan mal al fin y al cabo. Tenía una herida superficial y se la hizo más grande para tener más sangre con la que dibujar. Y claro, se desangró. Porque quiso dejar pistas. «Es que siempre fue un gran aficionado a los sudokus» – decían los hijos en el funeral. Con lo fácil que hubiera sido haber puesto el nombre en un papelito. «Mirad, fue el vecino de al lado que se enfadó porque le eché veneno al perro» Y ya está. Pero ellos se empeñan en montar una pedazo de gymkana para que se entretengan los familiares y la policía.
Si no fuera por esas pistas se aburriría |
Eso cuando se lo encuentran después del asesinato. Pero a veces está el hombre moribundo, subiéndose a una ambulancia y el asesino está ahí, al lado, disimulando. Entonces la víctima desde la camilla intenta levantar el brazo para señalar al culpable. Mientras tanto el hijo, preocupado por el estado de salud del padre le dice: «Papá, no te esfuerces, que estás muy débil y te tienen que curar» Y el padre intentando decir con el dedo: «¡Que ha sido ese! ¡Detrás tuyo!» Y cuando levanta un poco el brazo con el dedo alzado, el hijo se lo vuelve a bajar. «Papaaáá, aaay, no hagas esfuerzos en vano» Y el padre, que intenta apretar las cejas para transmitirle el conocimiento por vía telepática, termina muriéndose pensando que su hijo es un gilipollas de cuidado.
Pero en lo que suelen abundar los moribundos en las pelis es en morirse con una frase. La deben llevar preparando toda su vida. Ahí no hay nadie al que le peguen un tiro y termine en el acto. Eso solo les pasa a los actores secundarios. Si un personaje importante es disparado y está a punto de irse al otro barrio, llega otro rápido a su encuentro: «Oh, Johnny, lamento no haber podido parar esa bala por ti» – mientras le sostiene la cabeza con una mano. Y el otro en el suelo contesta: «Me muero, cállate y escucha» Entonces le cuenta su vida y milagros y el otro no le hace ni un mísero torniquete mientras tanto. «Y dile a Sandy que la quiero, siempre la quise, y siempre la querré» PAM. Y la palma. ¿Cómo lo hacen para calcular los tiempos? ¿Tienen una cuenta atrás como las de las bombas y dicen: «Vale, tengo tiempo para 140 carácteres como en Twitter, allá va»?
Así son los clichés de moribundos en el cine. Los directores y guionistas vagos se aferran a ellos y los guionistas de películas-parodia como Hot Shots se frotan las manos con ellos. Para terminar el post, va a morir con unas palabras: «Hola soy un post que se está muriendo, se acaba aquí mi momento postil, por lo visto usaron El Código Da Vinci como excusa para hacer este post, pero no lo ha mencionado, vete a saber por qué, por lo demás, quiero saludar a mis vecinos posts de abajo, las columnas de izquierda y derecha, a la gallina Caponata, a Paloma San Basilio y a mi…» CHAK, CHAK, CHAK. ¡Acaba ya, leches!
Pobre post, que descanse en paz. Yo también he pensado eso muchas veces. Una vez me contaron que cuando Santa Teresa se murió sus últimas palabras fueron "Que me entierren en A…" y que por eso Ávila y Alba de Tormes se pelean. Yo creo que en esa tesitura uno está en lo que está, o sea, muriéndose y no está para últimas palabras, como si estuviera en los Óscar. Yo no me creo ninguna.
¡Sí! Jajaja, eso sucede muy comúnmente en las películas…
En mi favorita, el protagonista va a morir porque le dispararon un montón de balas. Entonces camina moribundo donde su amada quién le dice "Rápido, hay que cubrir la hemorragia" y él alcanza a decirle "No, Evey, por favor… Ya es mi hora" bla, bla, bla… y termina con un "Te he amado más de lo que creí que podría hacerlo. Es lo mábello que has podido darme" Y muere… FIN. El hecho es que gracias a esto la chica concluyó que ella debía terminar la misión de su amado y por todo eso gana el valor suficiente. De verdad que esas muertes siempre traen mucha cosa de por medio.
Buen articulo. Leeré luego.
jane: Sí, la mitad de esas frases en el último momento o son apócrifas o directamente inventadas. Pero quedan la mar de bien.
Anónimo: Gracias… Lo curioso es que después de un montón de balas esa persona todavía pueda hablar. Con una aún es creíble, pero con un montón…
Me ha causado mucha gracias tu articulo. ¡Pero qué bien escribes!
Hacia un rato buscaba a ver quién demonios era el tal "administrador/presidente/yo no se qué de Msn" y entonces me apareció un artículo tuyo lo más de gracioso.
Seguiré visitando tu blog así sea sólo para darle una leida a tus artículos.
Respecto a este ¡Jaja! Síii de verdad que mantienen dando unas pistas rarísimas cuando en vez de eso pudiesen haber terminado con el embrollo de una buena vez.
Recuerdo una en la que el tipo decide dar su vida por la humanidad y decide tirar una granada para matarse junto a todos los malos, cuando hubiese podido resguardarse con sus amigos y tirarla luego para que al menos pudiese ver el fruto de sus logros. De verdad que sí Jajaja
Te leo. ¡Bye, bye!
opendoor: ¡Muchísimas gracias! ^^ Buenooo, si entramos en los sacrificios absurdos también hay para dar y tomar. Los hay que cuando van a disparar a uno en vez de empujar al otro e intentar salvarse a la vez se ponen en medio para parar la bala. En plan: "Déjame a mí que yo llevo chaleco, ay no, pues no llevaba acgh" Esos darían para otro post y todo…