Olvidarse de las cosas


Olvidarse los Donuts sí que era grave

La memoria es algo fascinante. Somos capaces de almacenar información a espuertas. Tenemos recuerdos desde bien pequeñitos y somos capaces de recordar canciones de dibujos animados de cuando teníamos cinco años. Pero luego vamos a comprar al supermercado y de cuatro cosas que queremos comprar nos dejamos cinco. Es así, así somos, no hay más. La memoria va a su bola. Puedes retener en la memoria los nombres de todos los concursantes de todas las ediciones de Gran Hermano, pero luego estás haciendo un examen y en mitad de éste te preguntas: «¿Pero esto no era el examen de Mates?» Y estás en el de Literatura.


Son estas cosas que nos pasan a menudo y no nos damos cuenta, pero la memoria nos juega malas pasadas. Yo soy un desmemoriado, te puedo contar la misma historia cuatro veces como si fuera la primera vez:
«Esto… Morri… Que esto ya me lo has contado»
– «Ostras perdona, pensaba que se lo había contado a otra persona»
– «Sí, a mí, concretamente otras cuatro veces, quédate con mi cara, mira, soy yo, no me la cuentes otra vez»

Y al día siguiente se la vuelvo a contar. Dori de Buscando a Nemo es la récord Guiness de memorizar enciclopedias a mi lado.


Pero cada uno es desmemoriado a su manera. Hay gente que viene a hablarte y de repente te dice: «Esto… ¿Qué te iba a decir?» Y yo: «Pues no sé, tú sabrás». Qué te iba a decir. Y te lo pregunta a ti, como si tal cosa. Como si fueras Rappel en persona y le fueras a leer la mente. Esto va bien para aprovecharse, a mí me vino un día un amigo que me dijo: «Eh, qué te iba a decir» Y le contesté: «Venías a decirme que me vas a dar 500 euros por la cara y no tendré que devolvértelos». Y nada, el tío me dijo: «Ostras, pues será verdad, algo así era… Mmm… Ahora no estoy seguro; pero tiene sentido» Y nada, 500 euros para la saca. Unos cuantos más como él al mes y ya no tengo que ir a trabajar.


Lo más curioso viene cuando estás tan tranquilo en tu habitación, te levantas de repente de la silla y sales hacia otra habitación de la casa. Llegas allí, miras alrededor y piensas: «¿Para qué coño venía yo aquí?» Algo pasa por el camino, un aire, una mosca en movimiento, un tropiezo con la zapatilla de andar por casa que se sale sola… ¡Algo ha pasado! Y puf, de la memoria se fue. Entonces te quedas como un tonto, mirando el compartimento, intentando recordar y no hay manera. Piensas y piensas y no hay manera. Y tu madre llega y te dice: «¿Qué haces aquí?» Y tú: «¡¡Pues no lo sé!! ¿Alguna idea?» «No sé, ¿ir a mear? Estás en el lavabo» «Eeeeeeeso» Y por fin recuerdas lo que era.


Eso también suele pasar al abrir la nevera. La abres, miras, y de repente se ha borrado de tu memoria lo que ibas a buscar. Entonces preguntas: «¿A qué iba yo a la cocina?» Y te dicen: «No sé, si quieres le preguntamos al vecino». El vecino. Yo no sé en vuestras casas, pero en la mía siempre se dice que le preguntemos al vecino. De pequeño yo creía que teníamos a un vecino espía, o con poderes mentales, o algo. Porque a cada cosa que nos quedábamos con duda salía la respuesta: ¿Le preguntamos al vecino? Jamás llegué a ir a preguntar, temía una respuesta clarividente que me dejara patidifuso.


Eso sí, sin duda, el momento de desmemoria que más malos ratos nos hace pasar es el de olvidarnos del nombre de alguien. ¡Qué mal se pasa! Te presentan a una chica en un bar. Este es Paco. Esta es Esther. Muá, muá. Y cuando vas a decirle la primera palabra: «Oye… Emmm, ¿Encarni?» Ya se te ha olvidado. El nombre ha desaparecido como por arte de magia en cuestión de segundos. Aunque en esos casos es más excusable por lo típico, peor es cuando te encuentras a alguien que hace tiempo que no lo ves y se te ha olvidado el nombre… ¡Incluso se te ha olvidado quién era! Que te está contando su vida mientras lo miras con cara de: «¿Quién coño es este tío? Me suena, pero… No caigo» Y él: «Sí, mira, me fui a Nueva York con mi mujer, porque me casé, ¿sabes? Y bla bla blu blu bli» Y tú ahí: «Empezaba por A, pero… Mmm.. ¿Ambrosio? ¿Anacleto? ¿Alfajor?» Y te despides y aún te has quedado con la duda.


Pero lo mejor es cuando… Un momento, creo que se me ha olvidado lo que iba a decir. Vaya, ya me vendrá en otro momento. Supongo.

12 Respuestas

  1. el_montañes dice:

    jajajajaaj preguntale al vecino!! eso es buenisimo, si seguimos hablando de nemo, tu, todo lo contrario al padre, que siempre nos sacas una sonrisa

  2. dra jomeini dice:

    Dios, Morri, eres mi alma gemela…

  3. Jose Mª dice:

    Comparto opinión con todo lo que dices. Es curioso por eso, que como tu dices, de cosas que deberíamos acordarnos en un momento dado, no haya forma humana de que nos venga a la cabeza, y la señora memoria nos haga pasar un mal trago, unos minutos de tierra trágame, o nos haga perder unos minutos de nuestra vida luchando contra ella y lograr recordar lo que ella no está "ocultando"… Pero más malvada es, cuando la señora no quiere apropiarse de algo q uno no quiere recordar por nada del mundo. A mi me pasa, hay cosas de mi vida, situaciones, vivencias, llámalo como quieras, que quisiera olvidar para siempre..Pues no! Ahí la maldita te lo recuerda una vez tras otra, cuando menos te lo esperas..e incluso en esoas minutos previos a dormirte, ya metido en la cama, que uno tiene pensamientos de todo tipo, pues ahí…zas! Aquí lo tienes, debe pensar ella, para que no lo olvides. Resumiendo, q nuestra memoria juega en nuestra contra muchas veces, y de todas las formas que puede!

    Saludos!

  4. jane dice:

    Yo he tenido a lo largo de mi vida cientos de alumnos (calcula unos 150 por curso a lo largo de 38 años)con los que además solía llevarme bien. Imagina cuando me viene alguien, grandote, calvo y con bigote, y me dice: "¡¡¡Profeee!!! ¡Qué alegría verla!". Y supone que yo me acordaré de él, que en ese entonces era bajito, lampiño y con voz de pito. Yo me las arreglo llamánolos a todos "mi niño" y "mi niña" (que es muy canario) y preguntándoles qué han hecho en la vida. Lo malo es cuando te dicen que el mes anterior ya te lo contaron…

  5. morri dice:

    el_montañes: Muchas gracias ^^

    dra jomeini: Si es así, mejor que no te tenga que recordar nada a ti, ni tú a mí :P

    José Mª: Sí, para eso la memoria es muy puñetera. Hay malos recuerdos que uno no quiere que se mantengan y están ahí dando vueltas continuamente. No sé si leí que eso funciona un poco como mecanismo de defensa, es decir, si recuerdas los malos momentos o las cosas que te hacen daño tenderás a evitarlas. Si no las recuerdas es probable que vuelvas a caer en los mismos errores :)

    jane: Eso me ha pasado a mí en el lado contrario. Me encontré con un profesor el día que estaba yo en la mesa electoral y le dije que si se acordaba de mí y no tenía ni idea de quién era yo XDDD Con otro profe del EGB me pasó lo mismo. He decidido que mejor no saludarlos para no quedar mal y evitarles un mal trago.

  6. elennim-tuk dice:

    Buf, a mí una vez me regalaron un diploma de Superdespistada por eso mismo xD

    Lo que normalmente me funciona cuando entro a otra habitación y se me olvida a lo que iba, es volver a donde lo pensé. Supongo que entonces ver "algo" inconscientemente me lo recuerda, pero es un poco como si con las prisas de ir a por eso te dejaras la idea por el camino XD

  7. morri dice:

    elennim-tuk: Yo eso lo he usado muchas veces. Recopilar el "qué estaba haciendo yo antes?" Y muchas veces sale. A veces es simplemente que pensaba entrar en una web, me hablan por el msn, me despisto y no sabía a donde iba. Y leo algo que me lo vuelve a recordar. Pero a veces cuesta…

  8. Eli aka Negra Cabreada dice:

    A mí me jode un montón cuando bajo a la cocina (mi casa tiene dos plantas) hago cualquier chorrada, luego subo a mi cuarto y cuando ya estoy sentada es cuando me acuerdo de lo que iba a buscar abajo y que por supuesto se me ha olvidado. ¡Me da un coraje!

  9. Tiberio dice:

    A mi el problema de olvidar lo que iba a hacer, a veces se me complica con un cierto dejá vu, lo que contribuye a liar más la estabilidad de las neuronas en eso de situarnos espacio-temporalmente en un punto que nos recuerde lo que ibamos a hacer.
    ¡Cuánto estrago ha hecho el calimicho!

  10. morri dice:

    Eli: Puf, algo parecido me pasaba cuando mi hermano vivía en mi casa y dormía en la cama de arriba de una litera. Justo cuando me acostaba me acordaba que me había dejado algo por hacer, como por ejemplo apagar la luz o ir a mear. Un desastre.

    Tiberio: La mezcla esa es explosiva la verdad. "Esto me suena de haberlo hecho ya, pero no, pero sí, pero no sé, ¡pero a la mierda todo!" Y así se te olvida pagar las deudas a los amigos. Es la excusa perfecta.

  11. xym40 dice:

    Eso me pasa a mí!! Voy a la cocina o a algún otro sitio de la casa a hacer algo y de repente ya no me acuerdo a qué iba :S

  12. Whisper dice:

    Yo me oblido de todo, a veces pienso que tengo un problema con aquello, pero no sé, creo que debe ser que soy demasiado pajaron y se me van las cosas.

    Creo que me serviria mucho las habilidades de Rappel jajajaja…, siempre voy a decir algo y me quedo alli sin decir ni una sola palabra jajajaja.

    Saludos, muy bueno el blog ;D.

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