Series infantiles: El Coyote y el Correcaminos

Una de las series más míticas de la Warner ha sido siempre el Correcaminos. Esta serie fue creada en 1949, ya ha llovido desde entonces, concretamente 752313329 metros cúbicos. El dueño de tal honor fue Chuck Jones que debió tener alguna mala experiencia con un coyote de pequeño de tal magnitud, que decidió hacer una serie en la que un especimen estuviera puteado a más no poder. Porque si hay alguien que sufre en esta serie es el pobre Coyote.
El leitmotiv de la serie era la caza y captura del Correcaminos por parte del Coyote. El Correcaminos tiene una característica especial que su propio nombre indica: Corre más que Usain Bolt con un cohete en el culo. En definitiva su vida es correr. Digamos que es una especie de Forrest Gump en su versión en ave. No para nunca ni para mear. Debe de soltar el chorro mientras corre o algo así. Seguro que en algún capítulo el Coyote terminó chorreando por alguna incontinencia del pajarico.

Como esos productos eran siempre tan defectuosos y el Coyote tampoco había recibido el don de la inteligencia, éste siempre terminaba el capítulo dándose un soberano trompazo contra lo que fuera. Sobre todo tenía tendencia a caerse por un acantilado de varios cientos de metros de altura. Antes de caer, eso sí, flotaba un ratito en el aire intentando caminar para ver si podía evitar la caida inminente. No funcionaba. Pero entonces me surgía una duda: ¿De qué leches estaba hecho el suelo? O mejor dicho, ¿de qué material era el Coyote? Porque cuando caía hacía un agujero en el suelo con su molde exacto, o incluso a veces caía y salía rebotado para arriba. Maravillas de la naturaleza, y de los dibujos animados; claro.
No sé como en ningún capítulo el Coyote no coge una pistola y decide acabar por fin con todo ese sufrimiento y se pega un tiro en la sien. Podrían haberlo puesto a pedir en el metro que pase por el desierto y que se ponga a recitar los versos: «Estoy pasando hambre y calamidades, tengo unos coyotitos que alimentar, un duro, una peseta sería suficiente…» Era un auténtico sufridor nato, y con el calor que debe de hacer por esos parajes…

Todo esto viene a que la serie el Correcaminos consiguión que termináramos simpatizando por el depredador y no por el perseguido. Que la extremada soberbia del Correcaminos y su bip-bip irritante terminara cayéndonos mal. Al final deseábamos la sangre del Correcaminos bordeando los labios de un Coyote triunfador. Lo que son las cosas.
De ahí a que haya un capítulo especial en el que el Coyote, al fin, atrapa al Correcaminos:
Enlaces:
[Info en la Wikipedia]
[Las reglas que seguía la serie]
[Inventos de la marca ACME]
[Demanda del Coyote a la marca ACME]
Ya no hay series como antes. Las que ven ahora los niños nada tienen que ver con las que veíamos hace años. La del correcaminos era de las mejores.
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