La Universidad: El preguntón de la clase


De un tiempo a esta parte la sociedad en general ha alimentado el egoísmo en todas sus vertientes. Tenemos tendencia a pensar en nosotros y sólo en nosotros como primera opción y los que vengan detrás «que arreen». Eso no está mal en ciertos momentos que puedan ser necesarios, hay gente que piensa tanto en los demás que se olvidan de ellos mismos; pero ese egoísmo pasa a ser dañino cuando se olvida completamente que existen otras personas. El preguntón de clase es esa persona egoísta que cree estar en una clase particular con profesor en casa en vez de estar compartiendo clase con otros cuarenta más. Son esas personas que si les apareciera un genio de la lámpara y les ofreciera tres deseos lo primero que desearían es tener mil millones de trillones de deseos más y matarían al genio por agotamiento.


Los preguntones son esos que llegan a clase y preguntan al profesor a la mínima ocasión. Por algún tipo de trauma infantil aún siguen el fase del «papá pod qué» y preguntan al profe como si fuese tal. «¿Qué problema es? ¿Qué hora es? ¿Puedo sacarme un moco?» El caso es preguntar algo, que el profesor sepa que él está ahí, que existe y que necesita respuestas. Aunque sea la chorrada más grande que haya pasado por su mente. Muchas veces si preguntas algo en clase puede ser una duda existencial que puede servir también para los demás, pero estos preguntones suelen hacer cuestiones del tipo: «Es que no lo entiendo, ¿no se podría hacer así?» Eso no sería problema si no fuese que ese patrón lo siguen durante, probablemente, dos horas seguidas de clase.


El viernes pasado a la clase de Inteligencia Artificial vino un profesor sustituto de la habitual. Teníamos «clichado» a un alumno preguntón de otros cursos, apodado Boomer por motivos evidentes, pero este quedó relegado totalmente al ostracismo, porque cuando se relega a alguien es siempre al ostracismo, no hay otra palabra. El pobre debió coger un trauma ya que un alumno que no teníamos fichado se desató como preguntón absurdo compulsivo que monopolizó la clase entera hasta el punto que se ganó a pulso el apodo de Pelma&Louise. De por vida.


El profesor tuvo mucha mano izquierda y más paciencia que un santo con el chaval que soltaba la batería de preguntas a cascoporro. El pobre docente estaba totalmente descolocado, lo mataba a preguntas. Llegó al punto que antes de seguir con el ejercicio en cuestión, esperaba unos segundos delante del alumno por si iba a preguntar algo. Nuestro amigo Pelma&Louise no se conformaba con preguntar y preguntar sino que encima era cruel con el profe. Mientras él estaba de frente esperando unos segundos se mantenía en silencio y cuando éste se giraba para escribir en la pizarra… ¡Zas! «¿Pero y si ponemos la nueva relación en el lado izquierdo?» Y es como si viera la mente del profe gritando: «¡Me cagontuputamadremontadaenbicicletarepateá!»


Yo me apiadaba de él, pobre hombre. Imaginaros. Un viernes de cinco a siete de la tarde, haciendo una sustitución, que seguramente él ya estaría en su segunda casa de fin de semana en la costa, tomándose un daikiri a la luz de la Luna… Y allí estaba, en clase, aguantando semejante plasta. Es que estaba viendo al pobre profe llegar a su despacho después de clase gritando: «¡¡La próxima vez va a ir a hacer la sustitución su puta madre!! ¡No me ha dejado hablar ni terminar los ejercicios! ¡Pesao! ¡Te lo digo desde aquí: maldito pesaaaooo! ¡Callaa! ¡Groaaaghhh!» Y el hombre ahí tirando los papeles por el suelo, dando patadas a las mesas poseído. «¡Vaya tarde me ha dao! ¡Vaya tarde!»


Eso por no hablar de la desesperación de los alumnos que ya se reían por no llorar. A cada nueva pregunta los resoplidos resonaban por toda la clase. «Otra vez el pesao este, a ver si se calla de una vez» Pero qué va, ellos no se dan cuenta. Viven en su mundo de egoísmo extremo en el que el centro son ellos y los demás no cuentan. La gente no sabía si lo que escribía el profe en la pizarra era cosa de la pregunta, del ejercicio o de un pingüino con bigote a lo Zapata. Ahí la gente estaba más perdida que un recién emancipado en Ikea. Hasta el profe se perdió y pensé que de un momento a otro se pondría a explicarnos una clase de Psicología en vez de Inteligencia Artificial. Hubiera sido útil, porque nos estábamos volviendo locos.


No conforme con eso, nuestro amigo Pelma&Louise en cuanto que acabó la clase se lanzó hacia el profe a preguntarle más cosas. ¡Más cosas! ¿No tuvo suficiente? Sí, le preguntó al profe que cuándo volvería a hacer una sustitución a nuestra clase. Supongo que el hombre, entre lágrimas de dolor, le debió contestar a duras penas un: «¡NUNCA maldita sea!» Y se marchó sollozando a su despacho a desahogarse.

14 Respuestas

  1. Pedro dice:

    Nosotros en clase tenemos a 2 así, por si uno no era suficiente. Y nos deleitan con preguntas tan bellas y estúpidas como las siguientes:

    En Opinión Pública (viene siendo política):
    – ¿Pero Franco tenía esa ideología de verdad?
    – ¿Los tránsfugas que hacen?

    En Historia de la comunicación:
    – ¿Como se llaman los que imprimen?

    El otro día en Opinión Pública si no hicieron en 1 hora y media 50 preguntas entre los dos no hicieron ninguna.

  2. Gloria dice:

    Morri me he partido, muy bueno. Ah! y esta «Ahí la gente estaba más perdida que un recién emancipado en Ikea» es nueva xD.

  3. Nissae dice:

    En mi clase tenía al «pasado de página» un tío que hacía una pregunta sobre un-artículo-de-una-revista-especializada-o-reportaje-que-hablaba-de-algo-que-a-los-demas-nos-la-traía-floja-pero-tenia-algo-que-ver-con-el-tema.

    Siempre se comía los cinco minutos de descanso de entre clase y clase..

  4. TEMPLARIO dice:

    Muy bueno el post, y como bien se dice «Nunca falta alguien asi», yo tenía el caso contrario en una clase de investigación…

    Mi maestra se ponía a explicar un tema y habia un muchacho que interrumpia la clase, le preguntaba algo a la maestra y luego el se ponía a dar clase, pero lo que el explicaba ¡ya no tenia nada que ver con la clase!, en fin, el muchacho siempre terminaba regañado, la maestra enojada y nosotros con una explicación que solo nos confundia. ¿Que cosas, no?

  5. morri dice:

    Pedro: Son unos grandes pensadores esos preguntones. ¿El profesor no les tiró el borrador a la cara? Hubiera estado la mar de bien.

    Gloria: Muchas gracias ^^

    Nissae: Ya podría preguntarle en privado y no gastar parte del descanso, anda que me quedaba yo ahí sentado esperando…

    Templario: Muchas gracias. Sí, también existen los preguntones que preguntan para dárselas de listos. Son habituales, yo tenía uno en otra clase que era así y el profe lo dejaba en ridículo cada vez. Si hubiera sido yo el profe no sé si hubiera tenido mucha paciencia…

  6. Lily E. dice:

    >.< yo tengo en mi clase de estadistica (la mas aburrida de mi pensum) dos hermanitas preguntonassss… Mori de la risa con eso de que "despues de la clase siguen preguntando". Las hermanitas hacen asi…la flatulencia es que preguntan cosas que no vienen al caso… ¿y si lo hacemos asiiiii de este otro moooodoooo, no se puedeeeee?

    la teacher llego a contestarle: "si, se puede! pero no te lo voy a explicar porque no necesitas ese metodo tan tonto… ¬¬ con el que yo te digo te basta"

    Saludos! excelente el postXD

  7. morri dice:

    Gracias Lily e. ^^ Si es que se prodigan por todos lados estos personajes. Viven en una pregunta eterna.

  8. el loco de perez dice:

    En nuestras clases los llamamos parguelas o en su defecto, Rosso… tiene su gracia el hombre, aunque siempre queramos matarlo… Un saludito Morri!

  9. Musa dice:

    LLevaba mucho tiempo sin pasar por aquí querido Morri, y la curiosidad de saber si ya se te habían agotado los temas de los que hablar me ha hecho visitarte de nuevo. Como me vuelva a enganchar me pagas tu el psiquiatra! xD

    Un abrazo de Musa

  10. morri dice:

    el loco de pérez: Creo que el sadismo en esos casos está tipificado como atenuante en el código penal.

    Musa: Los temas no se me agotan, lo que se me agota es el tiempo para poder hacerlos decentemente. Pero siempre que puedo actualizo. Eso sí, no me hago responsable de posibles problemas mentales de mis lectores :P Un abrazo y bienvenida de nuevo.

  11. Arydou dice:

    Dos de mi clase tienen la manía de convertir toda afirmación del profesor en pregunta.
    Profesora:
    «Esto que tenemos aquí, es un blastocito»
    Petarda:
    «¿Eso que hay ahí es un blastocito?»
    ¬¬…

  12. Lily E. dice:

    no puedo evitar interrumpir XD arydou u.u en mi clase habia una que preguntaba TODAS LAS CLASES «es blastocisto o blastocito». Ya ibamos por digestivo a final de año y todavia lo preguntaba…

  13. morri dice:

    Lily E. no interrumpes nada, aquí los comentarios son para hablar entre todos ;) De todas formas, he buscado para saber lo que era porque no tenía ni idea, y según Wikipedia se lían. En el título pone blastocito y en la primera frase pone blastocisto. ¡Si es que no se aclaran! A ver si lo ha escrito la chica esta que mencionáis alydou o la que meciona Lily E. A todo esto aprendo que es un blastocisto xD

  14. Anonymous dice:

    En algunas de mis clases (también ingeniería informática xD) hay varios, pero hay uno que destaca especialmente por no parar de preguntar idioteces.
    El tipo en cuestión pregunta cosas obvias, cuenta su vida en clase o se queda al final de la misma a preguntarle más dudas al profesor (sí, es que se ve que no se queda a gusto).

    Por cierto muy buenos tus artículos, me ha gustado el del twitter, yo tampoco entiendo qué le ve la gente…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.