La huelga de transportistas y la histeria colectiva
Un día alguien soltará en la tele: «El mundo se acaba» y toda la gente irá a comprarse un ejemplar del diario por si hay desabastecimiento (palabra de moda de la semana). Y no, ellos se referían al Mundo en sí, al globo terraqueo, a la Tierra. El apocalipsis ha llegado, ¡los camioneros están en huelga! ¡Corran a sus supermercados! ¡Llenen el depósito de gasolina aunque vayan a guardar el coche en el garaje! No vaya a ser, señor dominguero, que vaya usted a perderse ese fin de semana en el pueblo. A ese pueblo al que va a aparcar el coche y quedarse toda la tarde mirando la tele en su segunda residencia.
En esta semana que ha pasado hemos vivido algo así como un holocausto nuclear, aunque más parecido probablemente a un holocausto caníbal. Si la cosa hubiera estado un poco más chunga no tengo la menor duda de que alguno que otro en el mismo supermercado haya mordido a un reponedor, lo haya envuelto en papel de plata y se lo hubiera llevado a casa a colgarlo como un jamón para cuando no haya nada a lo que hincar el diente. Y allí en la casa que está el pobre reponedor, boca abajo: «¡Que se me va a subir la sangre a la cabeza! ¡Soltadmeeghh!» Como si eso fuera peor que te acabasen comiendo vivo.
A la gente se le va la olla y el mundo está loco y nunca mejor dicho. En serio. El día que pase algo gordo de verdad da miedo pensar lo que serían capaces de hacer, quizá el párrafo anterior no quedase demasiado desencaminado de lo que sería una crisis bestia en este país. Sería el caos en dos horas. «¡Que hoy viene mi nuera a cená y no tengo pa haséle gambaaghh!» «¡Que mañana se casa mi niña y no tenemo arróooó pa tirarle!» Esas serían las principales preocupaciones, como las de esta semana.
Lo de ir a echar gasolina tomaba tintes de película de Berlanga. Colas kilométricas para llenar el depósito. Yo a la gente que trabaja con el coche durante la semana la entiendo. Comerciales, repartidores, etcétera. Pues vale. ¿Pero los demás? ¿Y ese ansia? El lunes intenté ir a echar gasolina porque andaba en reserva, como casi siempre. Al estar de exámenes uno no se entera de las noticias, había oido campanas pero no sabía donde. A lo que llegué a las gasolineras y vi una vorágine de coches arrasando con todo. Digo no puede ser, el mundo se acaba, viene Godzilla a la ciudad y la gente la abandona en masa. Pero no, era por la huelga. Así que me fui para mi casa y a hacer conducción económica. Y sino, siempre quedarán las piernas.
¿Quién tiene la culpa de todo esto? ¿Los huelguistas? Su parte tienen claro, que estaban protestando. Pero la culpa de todo la tienen los medios estilo Piqueriense. Piqueras ha convertido unos informativos, los de Telecinco, con cierto prestigio en una mierda monumental cargada de bilis, casquería y sensacionalismo. «¡Que vienen los cuatro jinetes-transportistas del apocalipsis!» Aunque los telediarios como los de Piqueras o Antena 3 son tema para otro día, el trato que se le ha dado a la huelga es para echarse a llorar. Diarios gratuitos como el Qué tampoco ayudan. Solo les ha faltado lanzar consignas para que nos vayamos a los búnkeres por si los camioneros les da por quemarnos las casas.
Próximamente, en sus mejores cines.
jajaja, muy bueno, el artículo vale perfectamente para una editorial de El Jueves. A mi personalmente no me ha afectado la huelga, ya que cuando he ido al supermercado ya estaba bien ‘abastecido’. Lo de la gasolina, paradojas de la vida, a pocos les ha importado el elevado precio del combustible, porque querían llenar sus depósitos al coste que sea. Y eso que la huelga de transportistas venía precisamente por eso, porque el combustible es muy caro. Qué cosas…
Un saludo!!
Sí Sarinha, era una cosa que comentaba el otro día con un amigo. Ha sido la única forma de conseguir que la gente llenara el depósito porque últimamente casi nadie lo hacía… Y muchas gracias ^^
Hola:
Como siempre te digo eres un crack.
El problema del desabastecimiento… yo no lo he sufrido, pero por si acaso obligue a mis padres a apoderarse de todas las latas de conservas y productos congelados que pudieran transportar desde el super a casa. De momento no necesitamos un reponedor colgado en la despensa, pero no es mala idea, además el reponedor del Día de al lado de mi casa está bien entrado en carnes así que estariamos abastecidos en mi casa e invitariamos algún vecino quen o hubiera podido apoderarse de reservas, en fin… que tienes razón el mundo esta loco
Un saludito
La Peke
Jajaja! muy bueno! tienes razón, el mundo esta loquisimo, y mas aquí en Venezuela que a cada rato hay desabastecimiento y huelgas :P Saludos y estas invitado a visitar mi blog:
http://locoperocool.blogspot.com
lucita darkstar: Gracias. Pues precisamente con tu actitud otra gente se encontró con el super vacío XD Y nada, en época de guerra la antropofagia deja de estar mal vista. Saludos.
jb: Me apiado de vosotros. Y gracias :)
La verdad, es que entiendo el por qué de la huelga… lo que no entiendo es si ya ha acabado o no… alguien lo sabe??? y si es así, en que ha quedado todo??? Se ha solucionado algo (me extrañaría que la respuesta fuese que sí)
jeje, muy buena morri, eres el rey tio!!!
Un saludo!!
el loco de pérez: Yo tampoco sé muy bien si ha acabado o no xD Algunos dicen que sí, otros que no, otros que tararí con mi tambor tururú que no te oigo. Así que ni idea. Y muchas gracias :) Saludos!
Que coraje me dió la histeria colectiva, tuve que ir a llenar el coche porque todos los días me hago 80km y no me podía arriesgar…
Si es que los que vivieron en la posguerra nos han asustao’. Hay tenías el mercadona vacío y señoras con 298347 bolsas con huevos, pasta y arroz ^^
Me gusta leerte, animas el día lleno de apuntes y trabajos :)
Paranoias: Te comprendo. Mucha gente como tú sufrió de lo lindo viendo como gente que no le hacía falta realmente corrían a llenar el depósito…
Lady Corleone: Sí, al menos esos tienen algo de excusa por haber vivido el hambre; pero otros con nada ya están que se espantan con nada. Muchas gracias ^^ Me alegro que te anime el día con las tonterías que suelto :P Saludos.