Especial Elecciones 2008 (II): Las promesas
«Puedo prometer y prometo…» le dio por decir un día a Suárez para reivindicar que le votasen. Las promesas electorales son siempre lo primero que usan los políticos para convencer a los ciudadanos para que vayan a votarles. Todo son maravillas y genialidades que harán nuestra vida mucho mejor, por un lado 400 euros, por el otro quitar impuestos… Vamos, que nuestros políticos nos vienen a decir que si ganan ellos las elecciones seremos ricos y viviremos en la opulencia. El mundo será de color, los pajaritos cantarán por las mañanas, tan bien que no sabrás si es un pájaro o Plácido Domingo; las estrellas brillarán más que nunca y mientras tú admiras las maravillas te estarán mangando la cartera guapamente.
Las promesas siempre se ha dicho que están para incumplirlas. «Ay, es que ahora no se puede porque la coyuntura política… Blablabla blublublu». Los políticos cuando no quieren cumplir las promesas ponen excusas tan malas como algunas chicas al rechazar a los hombres. «Me pillas en mal momento» «Seamos amigos» «Me pones menos que un caimán eructando» y cosas así. En realidad es una estrategia para las siguientes elecciones. ¿Qué pasaría si los políticos cumpliesen siempre sus promesas? ¡No habría nada que prometer para los siguientes años! «Bueno, este es nuestro programa para las próximas elecciones, no cagarla y que todo siga genial, que no es moco de pavo oigan«.
Así pues, ultimamente las promesas de las elecciones van encaminadas a la pasta gansa. Que si yo te quito unos impuestillos de por aquí, que si yo te doy unos eurillos por allí… Eso sí, a ninguno se le ocurre hacer promesas políticas al estilo de aquella política de Bélgica que ofreció una mamada a todo aquel que le votase. No me veo a Rajoy ofreciendo lo mismo: «Osh ofreshco una mamada a todosh losh que me voten» Mayoría absoluta para el PSOE. Sin duda. «No es por nada, pero es que la barba tiene que pinchar» comentó un encuestado.
Yo creo que los políticos de este país cuando prometen algo cruzan los dedos por debajo del atril o algo por el estilo. De nuestro país y los de fuera, que la belga cuando vio tal cantidad de gente interesada en sus habilidades bucales dijo que nanay de la china, que las promesas electorales están para incumplirlas, como dijo Calderón el presidente del Madrid. Y se quedó tan ancha. Como los políticos tienen una memoria pez para lo que les interesa y se olvidan rápidamente de sus promesas, en Internet existe un Wiki en el que apuntar todas las promesas que ofrecen nuestros políticos para así hacer una comparativa al acabar su legislatura. Por ejemplo esta: [Lo prometido es deuda]
Lo más divertido es cuando las promesas son de idas y venidas. «Yo crearé 30000 escuelas» «¡Pues yo crearé 30001! ¡Ale!» «Pues yo… Pues yo… Eehh, plantaré 500 mil millones de árboles aunque sea en el jardín de mi casa, toma chincha rechincha» Y así al estilo de los niños en el colegio cuando decían que su padre tenía un Ferrari, el del otro tenía un Mercedes y hasta uno tenía un jet privado. Y es que la imaginación no tiene límites. Lo curioso es que da la sensación de que todas estas campañas para que la gente vote y todas estas promesas a la gente le resbala más que una pista de hielo. ¿Conocéis a alguien que haya cambiado de opinión por una promesa suelta o por alguna frase concreta de la campaña?