Época de exámenes, época de dolor
Como muchos de los lectores sois estudiantes, o lo habéis sido alguna vez que otra. O lo habéis hecho ver. Supongo que sabréis en que consistirá esto de tener exámenes y tener que estudiar. Yo ahora mismo, puedo decir que por suerte estoy de vacaciones, y no tengo que hincar los codos. Bueno, hinco los codos, pero no para los exámenes. Ya me entendéis. Así que ahora estoy en condiciones de hablar de lo que están sufriendo otras personas debido a sus pruebas de aptitudes en las univesidades.
El problema más grande a la hora de afrontar los exámenes no son los exámenes, sino las pocas ganas que hay de estudiar. Lo primero que hay que hacer es reconocerlo. No quieres estudiar. Pero sabes que has de hacerlo, es como cuando escuchas una canción de Bustamante, no quieres cantarla, pero lo haces. Por cierto, una duda que tengo yo sobre las fans de Bustamante y cantantes de ese estilo: ¿Por qué muchas (o muchos) se las dan de listas (o listos) cuando dicen que la canción single (o singla) del cantante en cuestión no es la mejor del disco y dan de ejemplo otra? ¡Ni que las otras fueran buenas!
En fin, después de soltar esta duda, seguiré con los exámenes. Como véis, hasta en los posts hablando de exámenes te despistas y hablas de otra cosa. ¿Por qué? Porque eres incapaz de poner los cinco sentidos sobre los apuntes. Las letras se juntan, la mirada se pierde, te pones a cantar incomprensiblemente canciones de reggaeton. Se apodera de ti el espíritu de la juerga y empiezas a tener ideas sobre cosas a hacer que no tienes nunca.
Porque a ver, ¿a cual de nuestros queridos lectores se le ha ocurrido alguna vez hacer limpieza general de la habitación en una época que no sea la de exámenes? ¿Eh? ¿A quién? ¡Seguro que a nadie! Esas cosas se te ocurren cuando estás estudiando y cuando acabas exámenes ¡ni se te ocurre arreglar la habitación! Por no hablar de ordenar las revistas o de salir de paseo a ver las vistas. Cualquier cosa es válida para no estudiar.
Te entran unas ganas irrefrenables de ir al cine, con lo caro que está, a ver si se te ocurre en otra época del año… De escuchar música… Y también, por qué no decirlo… De fornicar como un mono en celo. Si no, amigas mías, y no hablo por mí, hablo por los demás hombres, que cuando le preguntas, ¿y tú cuando no tienes ganas de estudiar qué haces? «Pues me hago…» Bueno, como estamos en horario infantil me niego a comentar este tipo de frases.
Lo peor de todo, amigos lectores, es cuando te das cuenta de la realidad, y ves que no hay manera de ponerte a estudiar. Así que ¿qué haces? Pues llamas a un compañero o compañera, estudiante o estudianta, que quiera ayudarte en esta árdua tarea que es la de empollar. Por cierto, que palabra más fea. Empollar. Le pega más decirla a Rocco. En fin, que me voy por las ramas, ¿véis? Es imposible concentrarse en exámenes. A lo que iba, que llamas a tus compañeros y os vais a estudiar juntos. ¿A dónde? A la biblioteca.
Ese lugar infernal, en el que no hay gente, no. Hay chaquetas y apuntes. Pero gente no. ¿Dónde está la gente de la biblioteca? ¿Van a las 8 de la mañana, dejan la chaqueta y se van? ¿No pasan frío? Luego se quejarán si les roban algo. Merecido lo tienen. Así que una de dos, o no hay sitio para sentarse, en cuyo caso podéis optar por desperdigaros y estudiar cada uno en una esquina de mesa distinta. O bien, si tenéis suerte os sentáis juntos y os ponéis a estudiar.
¿Se estudia algo cuando se va con alguien a la biblioteca? Nooo. ¿Dónde se ha visto? ¿Estudiar en la biblioteca? Eso no se lleva. En la biblioteca o bien se miran las féminas si eres hombre o lesbiana, o bien se miran los hombres si eres mujer o gay. Estoy hoy de una corrección política que me caigo. O bien te lias a hablar del tema más tonto. Así que lo que es estudiar, pues no estudias una mierda. Y luego llegas al examen, pues como llegan todos, nerviosos y acojonados.
Pero de los exámenes ya hablaré otro dia…
Mas razon que un santo, Morri, como se nota que no hay examenes, eh? que actualizamos a diario.
En fin, me despido que mañana he quedado a las 9 d la mañana a estudiar en… la biblioteca.
Si al menos fuese con una tia buena… pues no, tiene barba y pesa 100 kilos.
no me gustan mucho los ordenadores.es la primera vez q leo un blogger de estos.No se , no lo entiendo, ¿de verdad escribes una gilipollez asi cada dia?
q grande eres, llevo leyendo tu blog un par de meses y siempre das en el puto clavo
Mi amor, me encanta que m ames hasta tal punto que ya no puedas de dejarme de linkear en tus posts. Me siento afortunada, me siento la elegida… como la virgen María, solo que en mi casa lo único virgen que hay ya son los cds.
Un besito, amor meuuuu.
Pues en la mia ni eso Raxa, esos agujeros son taaaan faciles de llenar…
Yo también estoy de vacaciones, este año han habido pocos exámenes, jeje
Y sí, en la biblioteca se puede hacer de todo menos estudiar! Entre los ordenadores con conexión a internet, la gente que entra y sale continuamente y los becari@s que no callamos ni debajo del agua, ya ves tu! xD
A estudiar a la playa hombre! jajaja
La verdad es que hubo una vez en mi vida en la que tuve un otoño sin trabajo, sin estudios y sin nada, bueno o casi, porque yo me iba a la biblioteca a leer cualquier libro que hubiera por allí, da igual… Bueno, ¿a leer? En realidad suerte el día en el que conseguía leer más de 2 párrafos seguidos, afortunadamente nunca tuve que hacer un examen sobre estas lecturas…
La vida del estudiante… Es tan maravillosa.. Nos pasamos todo el año sin hacer el huevo y luego lloramos cuando las cosas nos salen mal.. Pero, y lo bien que nos lo pasamos? Es que cuando acabemos la carrera nos podremos dar el lujo de hacer el perro todo el día? No.. Tarde o temprano, acabamos hincando codos, pero es verdad que da un palo impresionante.. eN FIN, SIEMPRE NOS QUEDARÁ SETIEMBRE!!
Conozco a uno que en época de exámenes le dió por arreglar la luz del frigorífico xDD o por intentar culturizarse leyendo cosas, buscando en verdad una excusa para su flojera xD
JoseA, pues sí, mejor con una tía buena que con un hombre barbudo. La verdad sea dicha.
Anónimo primero, como sé que no vas a volver no te contesto.
Anónimo segundo, muchas gracias.
Raxa amor mío, ya sabes que yo sin ponerte links no soy nadie.
locodelacolina, prefiero no comentar el chiste fácil que me viene a la mente.
Elizabeth! Maleducada! jaajja :P
dammy, eso deberían hacer, examinarnos de lo que hacemos en el tiempo libre. Nos vendría bien.
Lyra, eso para los que tenéis septiembre, suertudas!!
Jose, la luz del frigorífico? Eso sí que es estar mal
Uys! Si nos examinaran de las cosas que hacemos en nuestro tiempo libre, este dejaría de ser tal, imagínate la tensión tras salir del cine tras ver una película para el olvido y saber que te van a examinar sobre ella. O leerte el HOLA un día mientras esperas en una sala de espera (valga la rebuznanzia) y que te pregunten por Sara Montiel, quita, quita… ;-)
y q verdad q es. yo m siento, saco los apuntes y los pongo encima de la mesa y d repente se me ocurren d cosas x hacer…y esq un dia q estas aburrio no se t ocurre na!! y weno cnd kdams pa ir a la biblio, no paras d hablar y reirte y dices un dscanso q al final ns echan y ya fuera pues no sabes dq hablar! se te ocurre dentro, siesq…
Claro que no se puede estudiar en las bibliotecas…lo digo yo que trabajo en una y veo a diario el comportamiento de los estudiantes…
Correcto!!
Las bibliotecas no son para estudiar son para pasar el rato, Yo se que si quiero sacar mi carrera adelante donde tengo que estudiar es en mi habitaculo jeje.
Yo me rio de algunos de mis compañeros de clase que dicen que como no puede aprobar si se han tirado ni se sabe el número de horas estudiando en la biblioteca, ¿pero realmente estaban estudiando? lo pongo bastante en duda porque cuando yo voy a la biblioteca con mis amigas lo unico a lo que me dedico es a dar guerra. Por eso este verano que ya no tenia examenes iba a la biblioteca a visitar a mis amiguelas ¿y estudiaban? pos no mucho estaban buscando cualquier excusa para ir a hacer un descanso.
Saludos